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Estas líneas...

+ Sonora tendrá un presupuesto austero en 2023; pero dice el gobernador que no obstaculizará su meta de garantizar “el presupuesto social más alto en la historia”; responderá a necesidades más elementales de la gente; iniciarán las obras del puerto; CEA debe explicar cómo resolverá su grave contaminación; abogada guaymense deja antecedente legal

 

GUAYMAS, Son.- No puede ser de otra forma, pues el término austeridad es obligado a partir del desastre económico heredado por los mandos anteriores al sexenio estatal en marcha.

Aludo al anuncio del gobernador Alfonso Durazo, quien lidia con el bravo miura de la ruina y eso le complica su mandato iniciado hace ya hace un año, por eso en las próximas horas explicará a los sonorenses qué y cómo lo ha hecho.

Pero el término describe la propuesta de presupuesto 2023 que será “austera y con un profundo sentido social, enfocado a atender las más sentidas necesidades de la ciudadanía”.

Lo expresó ante diputados morenistas y afines, a quienes dijo, eso sí, que ese presupuesto será mayor al de 2022 e incluirá todos los planteamientos que la gente le ha hecho en sus recorridos por el estado, pero destaca que la austeridad no obstaculizará su meta de garantizar “el presupuesto social más alto en la historia de la entidad y responderá a necesidades muy elementales de la gente”.

Durazo reitera que, sin distingo de orígenes partidistas, trabajará cercano a los presidentes municipales, quienes representan a una ciudadanía que espera respuesta a sus demandas. Una de sus prioridades es concretar obras en los municipios afectados por las lluvias, pues se busca evitar que vuelvan ocurrir esas afectaciones, ya que siempre se arregla la emergencia y ya, a esperar la otra.

A horas de completar su primer año, el gobernador enfrenta la crítica de adversarios por el mucho ruido y pocas nueces. Puede ser, pero es importante analizar el contexto y, la verdad, le favorece mucho haber sacado el burro del garbanzal primero y, ahora sí, comenzar a caminar.

Digo esto último porque leí que el moderno Hospital General de Sonora ahora sí, se entregará este día 15, para preparar a quienes lo operarán, en el uso del nuevo equipo de avanzada tecnología y, sobre la marcha, atender a todo mundo, en un espacio a la altura de los mejores del país.

Y este lunes iniciar nuevas obras en el recinto fiscalizado del puerto marítimo, banderazo al cual asistirá el gobernador y quizá nos traiga noticias sobre cuándo le seguirá la transformación del Centro Histórico, a partir de rehabilitar de una buena parte del obsoleto sistema de drenaje que nos enfermó a todos, problema que preocupó al propio mandatario y por eso decretó la emergencia sanitaria vigente aún y buscó --y logró—dinero federal para esa causa, a lo que el erario estatal sumará otro poco.

Creo que en materia de obras, estas dos señaladas harán que se desgrane la mazorca. Ojalá.

EL AMPARO CONTRA CEA

El 7 de septiembre recibió e ingresó el mismo día, el Juzgado XI de Distrito en Sonora, solicitud de Amparo Indirecto que reclama la contaminación al ambiente de Guaymas, por los derrames del drenaje y alcantarillado que ensucian el mar después de hacer lo mismo con tierra y aire de la ciudad.

El amparo exigirá crear lagunas de oxidación –hay varias, pero inútiles --, modernizar el viejo drenaje y cesar el riesgo a la salud. Hará historia ese proceso al que varios abogados del país ofrecieron apoyo, por el fin buscado y deja el antecedente que obligaría a una dependencia a hacer su trabajo.

Hacerlo, no significa que controle una fuga y ya. CEA debe explicar si no solo ha cambiado de lugar.

Me explicaré: hay una treintena de fugas importantes principales, varias ya controladas, pero brota la interrogante de si el agua negra va a lugares adecuados tras recibir el tratamiento exigido por la norma oficial, o solo se tira en otro lado.

Si no es así (y no es), sigue el problema: se conduce a una laguna de oxidación fuera de norma y llega al mar (La Salada), y a otra (Roca Fuerte) desde el aeropuerto Yáñez hasta el estero de Empalme, frente a la granja camaronícola de la familia Luebbert, tras contaminar medio San José de Guaymas.

OTRA ABOGADO DESTACADA

La joven abogado guaymense Amanda Hernández sigue los pasos de su padre, Felipe, y su abuelo homónimo que laboró décadas para el poder judicial.

Su dedicación le permitió obtener una resolución como se la pidió al juez, en términos entendibles para una menor que sería adoptada, lo cual se resolvió con un documento explicado por el juez en términos sencillos y todo resultó felizmente.

Al no conocer antecedentes, Amanda y el juez de la causa ahondaron en el tema, escudriñaron leyes e innovaron, dejando un precedente ejemplar para juicios similares en el país. Enhorabuena.