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Estas líneas...

+ Desaparece Administración Portuaria Municipal; también la absorbe Semar; pero el Ayuntamiento recibirá elevada renta; AMLO reiteró apoyo a Guaymas: incluye el nuevo estadio; particulares venden terreno de 30MDP, pero es del Ayuntamiento; en “El Tular” compraron casas a “Chamundo”, pero no eran de él


GUAYMAS, Son.- La Administración Portuarias Integral Municipal (APIM) es una paramunicipal creada para administrar el espejo de agua marina en los municipios litorales, durante el mandato de Vicente Fox, quien buscaba fortalecerlos financieramente.

Igual se llaman las administradoras federales de puertos de altura, excepto por lo de Municipal, pero la diferencia es diametral al revisar resultados. Aquellas ganan mucho dinero concesionando espacios, instalaciones, rentando muelles y equipo y al expedir o recibir carga y pasaje.

La APIM de Guaymas, segunda en el país, se formalizó en 2006 y desde entonces su potencial es teoría, pues no aporta aún al Municipio millones de pesos anuales por uso del espejo de agua (superficie del mar) de quienes explotan áreas pesqueras, industriales o turísticas.

Increíble, pero la paramunicipal que dirige el panista Jorge Rodríguez Maciel, “no saca ni para la quincena”. Solo ese hecho implicaría extinguir la empresa, como ocurrirá en breve para traspasarla a la Secretaría de Marina, pero la historia va más allá.

Comenzó en Acapulco, cuyo título de concesión venció en 2021 tras 25 años de ser la única API del país, operada por la iniciativa privada. Los marinos asumieron el control, pues desde el 7 de junio del pasado año, Semar es la institución que administra puertos, marina mercante y educación náutica en México, al traspasarse dichas funciones desde la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

La concesión a esa empresa podía renovarse hasta 2044, pero por interés público se resolvió no hacerlo.

Así será en todo el país. En Guaymas, desde enero la Semar controlará esa operación, se la quita al Municipio, pero la buena nueva es, pagará atractiva renta al Ayuntamiento pues, ahora sí, los usuarios del espejo de agua cubrirán sus obligaciones.

Al Ayuntamiento le decían que no. Ahora deberán decírselo a los oficiales de la fuerza armada naval.

AMLO REITERÓ APOYO

Hace poco vino el presidente López Obrador a Guaymas, fue directo al puerto y se encerró en la sala de juntas con el gobernador Alfonso Durazo y la alcaldesa Karla Córdova.

La señora presidente municipal se sintió en las nubes durante la charla por dos afirmaciones que le hizo el presidente de los mexicanos:

Una, diciéndole que había escuchado sobre ella con expresiones muy positivas.

Otra, confirmándole el apoyo que ya refleja Guaymas con la expansión del puerto, obras a iniciar en breve–renuncia del secretario de Sidur de por medio--, y contemplan modernización vial rehabilitando líneas de agua y drenaje, así como construir oficinas de Asipona frente a la subutilizada marina Fonatur.

La alcaldesa se daba con eso, pero el presidente siguió: el apoyo se extiende y rehabilitarán la Unidad Deportiva Sur, esa que construyó el gobernador Faustino Félix en 1972 para atender a la juventud y, mediante el deporte, hacer de nuestros chavos gente disciplinada, trabajadora y útil como ciudadanos.

Y “allí se construirá el nuevo estadio”, le dijo López Obrador a la doctora Córdova, quien tardó en asimilar el impacto de las magníficas noticias que no tardan en confirmarnos. El nuevo estadio nacerá sobre la ruina que hoy es el “Abelardo L. Rodríguez”, escenario de tanta gloria deportiva.

A como van las cosas, todo indica que el presidente cumplirá y dará un duro golpe al escepticismo local nacido de tanta oferta incumplida y tanta tranza que cansó al pueblo.

¿OTRO DESPOJO AL AYUNTAMIENTO?

El Ayuntamiento posee 7 mil metros cuadrados de suelo valuados catastralmente en 7 millones de pesos, en la colonia Petrolera. Le fueron donados el 30 de diciembre de 2014 según Escritura Pública 8223, Volumen CCLVIII, bajo fe de Miguel Arnulfo Salas Mariscal, Notario Público No. 10 en Guaymas.

Aparece en el Instituto Catastral y Registral con número 103050 del 4 de septiembre de 2015, con claves catastrales a nombre de tercera persona, dividido en 2 lotes, 6 y 9 de las manzanas K y H.

Por alguna causa, Otto Claussen, Lorenzo de Cima y Sara Valle olvidaron protocolizar la donación y trasladar el bien al dominio Municipal vía la Dirección de Catastro. Hoy alguien intenta vender –así lo anuncia frente a esos lotes—ese patrimonio de la comuna.

Versiones en el ambiente de bienes raíces señalan que, en efecto, fue donativo, pero derivado de quitas y exenciones de impuestos concedidas al presunto donador, el latifundista urbano José Ordaz Aguiar.

Otra, que precisamente Ordaz, aprovechando el descuido de funcionarios de Catastro, Sindicatura y Tesorería, oferta los lotes a través de terceros. No sería la primera vez.

Un valuador califica esa zona como privilegiada. Ejemplifica con transacción reciente a corta distancia, donde el precio por metro cuadrado alcanzó 5 mil pesos; si la leperada se consuma, el erario perderá unos 30 millones de pesos. Esperemos la reacción.

PATRIMONIO EN RIESGO

Entre cientos de casas del fraccionamiento El Tular, hay 10 familias a punto de perder su patrimonio.

Tras años de litigio, un abogado demostró que esas 10 casas invadieron suelo ajeno a la superficie que compró el desarrollador cajemense Raymundo “El Chamundo” García de León, para crear el complejo de viviendas. Hoy debe regresarlo a su legítimo dueño.

Están indefensos los compradores. Ya se les dijo, en breve serán desalojados y hoy se preguntan, quién podrá defenderlos.

¿Será otro caso de algún “cártel inmobiliario”, o solo un error de “Chamundo”?