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Estas líneas...

+ Comenzó 2023 con grandes expectativas; Guaymas, punta de lanza del crecimiento; hasta el Ayuntamiento tendrá dinero para obras; la modernización de la Serdán, en licitación; destaca el gobernador exportaciones de Sonora; también la obra social de Zataráin en el Cecop

GUAYMAS, Son.- La expectativa es grande para 2023 en Sonora y, para satisfacción de los guaymenses que comprenden lo que se viene si se cumple, este puerto será punta de lanza de lo que repetidamente nos han dicho y no hemos querido entender, quizá por estar preocupados por tanto problema que nos heredaron los malos gobernantes del ayer cercano.

Pero hay motivos para comenzar a caminar en la ruta del optimismo. Miren:

El Ayuntamiento, cuya ruina era tradición por razones fáciles de entender, hoy anuncia obras con dinero propio y algo de lo que programas federales y estatales dejan caer de la mesa.

Guaymas operará su administración con un presupuesto aprobado de 970 millones de pesos, pero si nos vamos a las cuentas, el dinero que directamente aplicarán Estado y Federación es mucho más. En este momento están en marcha y se licitan obras por más de 3 mil millones de pesos.

Y no cuente la inversión privada emprendida para explotar los potenciales regionales, como esa de 2 mil millones de dólares para la planta que licuará gas para exportarlo al mundo, allá en suelos del Paraje Viejo, donde habría sido un gran desarrollo residencial turístico pero, ni modo, hoy es industrial a fuerza.

En paralelo, la comuna sigue el rescate de calles y avenidas que dejaron destrozadas los trienios previos, irresponsables y corruptos, y allí están las cifras. Urge, por cierto, confirmar las 5 mil luminarias anunciadas en diciembre pasado, pues la oscuridad es cómplice muy efectiva de la delincuencia que nos ha dejado números impresionantes al alza.

Y ya se confirmó que la avenida Serdán, emblemática sede de tantos eventos que hoy son historia y por donde muchas generaciones disfrutan su suelo, comenzará a rehabilitarse a partir de obras de  drenaje y alcantarillado por unos 100 millones de pesos, alas que seguirá el nuevo pavimento hidráulico.

Primero, de calle 24 a la 29 y se suman al pavimento de la entrada sur, que llegan al puerto marítimo y seguirán para enlazarse a los que inician a fines de enero, que se extenderán hasta el entronque con García López.

Todo está en tiempos y hay garantía de que el dinero no se perderá en la “licuadora”, como llamaban los políticos de pasadas administraciones al proceso de dispersión de recursos que les fue muy útil para desaparecer grandes cantidades y por eso nunca cumplieron esa expectativa ofrecida.

La Secretaría de Marina, responsable ahora de las obras de puerto y de administrar recursos para la ciudad, tiene el gran compromiso de demostrar su honesta mentalidad administrativa, evitando resultados como, por ejemplo, aquel fraudulento proyecto del Puente Metropolitano, una repetida burla del sexenio anterior por la que malamente no han llamado a cuentas el pájaro de ídems que dirigía la obra pública estatal.

A propósito, habrá mucha polémica porque las obras obligan a abrir calles y eso impedirá el desfile del Carnaval. Hay ideas para arreglar eso pero ojalá las pasiones no se atraviesen.

Aquí le va lo más polémico: para que haya desfiles y haya obras que coinciden en tiempos, se sugiere hacerlos en San Carlos --gran irreverencia para muchos--, para volver el año entrante a la renovada Serdán que, además, tendrá algunos edificios rescatados como el que ahora renace en calle 22 y Serdán, originalmente sede de la sucursal del Banco Nacional de México.

A propósito, las empresas que licitan por la primera obra de la Serdán –porque serán 4 etapas, aparte de la que avanza desde la entrada sur—, son Procesos de Ingeniería Aplicada, Gluyas Construcciones y NA Construcciones del Pacífico.

No aparecieron este martes, cuando debieron hacer sus propuestas, T y P del Desierto, Soluciones en Ingeniería y Construcción IGHA y Constructora Kino.

Eso está en marcha en el puerto, pero se agrega a lo que sucede en Sonora entero y a lo cual ayer aludió el presidente López Obrador cuando anunció su enésima visita a Sonora, para revisar “muchos temas pendientes, obras en proceso”.

Aludió a la ampliación carretera serrana Chihuahua-Guaymas, avances del puerto de Guaymas, el distrito de riego de los pueblos yaquis, la carretera Santa Ana-Nogales, el libramiento ferroviario de Nogales, etc. También evaluará –a ver con qué cuentas salen-- qué han hecho los alcaldes de la sierra, a quienes les entregó dinero para mejorar los caminos.

Y la lista sigue, porque hay un Plan Sonora para los grandes proyectos como el litio, la planta solar más grande de Latinoamérica, más lo que se acumule.

De paso, el gobernador Alfonso Durazo dio su primera rueda de prensa del año este martes, destacando que las exportaciones de Sonora alcanzaron 17,873 millones de dólares. En el tercer trimestre del año, en comparación con 2021, subieron 17.9%.

Explicó que eso sigue creciendo, principalmente por la relocalización de inversiones de distintas industrias y una mayor demanda de alimentos y otros productos en Estados Unidos.

También consignó resultados del trabajo de Carlos Zataráin al frente del Consejo Estatal de Concertación para la Obra Pública, que sumó 999 obras por 330 millones de pesos y un impacto para 34 municipios.

Resaltó muchas obras pequeñas pero que resuelven un problema social importante. Ejemplo: Ónavas, donde ya se tiene una lancha para el pueblo, lo cual parece nada, pero “para la comunidad, es todo, porque invariablemente el río tiene agua”.

O las plantas solares en Bacadéhuachi, Huachinera, Bacerac y Bavispe, que operarán próximamente.

Pinta bien el año pues, y hace mucho esperábamos algo así, a partir de poner orden en todos los sentidos, lo cual se estaría logrando según los números. A ver.

Regresamos pues, a la labor diaria y deseo que 2023 sea un gran año en todos los sentidos.