+ Ya rescatan la infraestructura de los municipios; Lamarque cumple con sus primeras calles; en Guaymas dejará atrás las penumbras; brota mucha corrupción en Sonora
CD. OBREGON, Son. - Javier Lamarque entregó a los obregonenses 14 de las 27 vialidades que prometió arreglar, en un acto donde tomó parte el gobernador Alfonso Durazo, quien le ratificó el apoyo para resolver el desastre heredado.
Sabe el mandatario estatal que los alcaldes anteriores hicieron cosas malas con el aval de la impunidad y, mientras van al bote o no, hay que recuperar la infraestructura.
En el evento de la antigua Cajeme sobresalió Heriberto Aguilar Castillo, secretario de Infraestructura y Desarrollo Urbano, amigo y compañero de lucha de Lamarque, describiendo proyectos de rescate de la ciudad para volverla el pujante polo de desarrollo que fue antes del pernicioso sexenio de 30 años que acusó el gobernador actual.
Durazo le pidió prestado a la banca y le dio 100 millones de pesos a Lamarque para mejorar calles. La comuna le metió igual cifra.
Le dieron los banqueros (¡huy!) 2,100 millones de pesos para 115 obras en 16 municipios y lo confirmó el gobernador en gira por Agua Prieta, Naco y Cananea, donde ya invirtieron 32, 40 y 180 millones de pesos, respectivamente.
Son espacios públicos y calles, el objetivo principal del gasto. Hay atención especial a los parques de bolsillo porque, en eso, está mucho de la prevención necesaria para no seguir quejándonos de lo bueno que salen nuestros jóvenes para echar bala. Solo en Hermosillo se han rescatado 17 parques.
A ILUMINAR GUAYMAS
En el puerto de puertos, Karla Córdova confirma que este 2023 será el "Año de la Iluminación", al recibir 2,600 luminarias que ayudarán a recuperar el servicio de alumbrado público.
Tema delicado en los últimos trienios, este servicio, pues hace varios trienios se realizaron –al menos en la contabilidad presentada-- cuantiosas inversiones del dinero de los guaymenses y nunca se logró el fin buscado.
Lorenzo de Cima, el frívolo y desobligado alcalde de hace dos trienios, nunca arregló nada de eso pero sí acusó la irresponsabilidad de sus antecesores, que por negociar mal y luego malapagas, dejaron crecer la deuda a ¡7,500 millones de pesos!
Fue circo, por supuesto, pues al final, los atracadores que vendieron las lámparas a sus cómplices compradores, se conformaron con 17 millones… y las millonadas cobradas antes, claro.
Hoy, para no andar con cuentas mochas ni acuerdos en lo oscurito, la alcaldesa guaymense describe la calidad del equipo adquirido, los 10 años de garantía y su compra al contado. No hay río revuelto ni habrá la bola de nieve engullendo el dinero de los guaymenses.
Ahora a esperar, con paciencia, pues el rezago por tanto trienio chafa es grande. En el camino están 2,500 luminarias más, pues debe avanzarse en arreglar el servicio en todo el Municipio para ayudar a mejorar la seguridad.
A propósito de la alcaldesa guaymense, parece tener buenas cuentas de su decisión de cancelar tratos con la recolectora PASA, la de tantos malos recuerdos que se alejó dejando la ciudad toda mugrosa.
Este fin de semana reportó el retiro de 4 toneladas de basura más en esa campaña de limpiar la ciudad. En la tarea, la ciudadanía se confundió con trabajadores de dependencias como Servicios Públicos. Buen ambiente se percibe en esa reconciliación de autoridades y representados.
Cientos de toneladas ya están lejos de las calles y baldíos de la ciudad debidamente confinadas. Falta mucho, pero avanzan.
Por eso fue pródiga la doctora Córdova, en agradecimiento a los trabajadores durante el evento del “Día del Recolector de Basura”. Con ella, Celestino Sarabia, secretario del Ayuntamiento; Gustavo Pérez, director de Servicios Públicos; David Pintor Hernández, síndico Municipal y la regidora Rosa Villafaña, hablando de cumplir a la gente lejos de grillas.
Les dio una buena nueva a los trabajadores de limpia: se les darán bonos por puntualidad, cumplir rutas y productividad, entre otros. Ya no les faltan uniformes ni herramienta para hacer su trabajo. Eso es bueno, para rescatar también las dependencias.
MENTIR, ROBAR, TRAICIONAR
Chocan las costumbres con el llamado oficial de ser diferentes.
Los funcionarios hoy estarían mintiendo, robando y traicionando, ante una justicia tardada, titubeante y a veces hasta se percibe el tufo de la colusión.
Así se interpreta lo que pasa en Sonora, al brotar leperadas como esa del Cecytes, que compró libros de texto por 5 millones de pesos y en la contabilidad aparece el gasto por 22.
En el Puente del Río Colorado, donde se cobra por pasar entre Sonora y Baja california, despidieron a quien denunció la falsificación boletos, pero siguen intocables quienes se embolsaron mucho dinero con la transa.
Luego, el columnista Arturo Ballesteros me ilustra sobre el giro que toma el gran fraude contra clientes de la distribuidora de vehículos Toyota en Cajeme, de lo cual se culpó a una vendedora.
Compradores perdieron dinero y carros de enganche, pero lejos de aplicar correctivos como dice la ley, brota otro escándalo porque acusan a la Fiscalía de Sonora de interceder para “parar la bronca”.
¿Cómo? El cliente timado va, recibe su dinero en efectivo a cambio del desestimiento y hasta recuperarían sus autos, pero como depositarios.
Y hay más, como el comerciante que estafó 70 millones de pesos a productores de nuez, pero como está en entredicho la aplicación de la ley en Sonora, se esperan explicaciones de la fiscal, Claudia Indira Contreras; del contralor Guillermo Noriega y del fantasmal fiscal Anticorrupción, Rogelio López.
Algo feo priva en el ambiente de la justicia en esta entidad que promovemos en el mundo como ideal para la inversión. Ojalá no se nos echen a perder en el camino esos proyectos.