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Estas líneas...

+ Morena aplastó en todo el país; la oposición enfrenta riesgo de extinción; en Sonora casi logran el carro completo pronosticado; Toño Astiazarán gana pese a los partidos que lo postularon; Karla Córdova dejó lejos a Rogelio; ahora, a reconciliarnos

 

GUAYMAS, Son. – Ni la declarada guerra del núcleo de los poderosos –o quienes se creen, o aspiran serlo— con su oscurísima negra campaña, motivó, al contrario, votos suficientes para esa coalición de agua y aceite o para Xóchitl Gálvez en lo personal quien, de madrugada, reconocía su derrota, corrigiendo el primer discurso de tono triunfalista al cerrar la votación.

El Instituto Nacional Electoral confirmó su lejanía de la morenista Claudia Sheinbaum.

Con la hidalguense reflejando la derrota, apareció la causa del principal rechazo a su figura, los dirigentes partidistas Alejandro Moreno, Marko Cortés y Jesús Zambrano (PRI-PAN-PRD), cuyos rostros revelaban su sentir.

La dama que luchó hasta el fin, reconoció el resultado de la elección presidencial al ver la tendencia irreversible, pero seguirá exigiendo soluciones a los problemas del país. Mantuvo su posición beligerante al acusar falta de equidad en la contienda y hasta se atrevió a despedirse con un “nos vemos en 3 o 6 años”.

En el fondo le fue bien, por eso agradeció a los partidos que la respaldaron, pues visualiza sus posibilidades a futuro, eso sí, usando marcas de menos negativos para mejorar.

Pero los números dicen algo más: hoy, en la Cámara de Diputados, la oposición tiene 39% de los espacios; Morena controla al 55%, que no le alcanzan para sus cambios constitucionales, pero este domingo la tendencia dice que podría superar el mínimo para la mayoría calificada.

En el Senado, predice el conteo rápido más de los 83 requeridos para marcar esa hegemonía.

En el camino, el PRD avizora un panorama sombrío y hasta podría perder su registro como partido nacional. Es decir, no completa el 3% ciento de la votación.

Si se trata de gobiernos estatales, la oposición solo habría retenido el conservador estado de Guanajuato, mientras Morena y aliados avanzan en 7 de 9 entidades. Movimiento Ciudadano retuvo Jalisco.

Lo bueno del PRI es que también salió a reconocer la victoria de Claudia Sheinbaum y llamó “al diálogo, la concordia y el respeto”. O sea, dejará sus campañas negras de lado para entrar a una etapa difícil también, la sobrevivencia.

Feo despertar para la alianza opositora dominada por el clasismo y su todavía desentendida falta de amor al suelo patrio. Lo han demostrado a plenitud.

CARRO COMPLETO EN SONORA

La oposición también fue atropellada en Sonora y todo indica, se enfrenta al “carro completo” anticipado por Morena que siempre supo, empataría o mejoraría los números de 2018.

Hasta la expectativa de Manlio Fabio Beltrones fue sepultada por la avalancha morenista, confirmándose el efecto de los claroscuros que genera esa notable figura entre los sonorenses. Y en el país mismo, que le dio la espalda cuando dirigía el PRI nacional y perdió estrepitosamente las principales posiciones en juego.

Hoy, Beltrones sabe que será senador, pero por los métodos ajenos a la auténtica democracia y más cercanos al control político dentro de su partido.

Revisar los números en marcha es encontrar el triunfo aplastante del morenismo y aliados en toda posición buscada, excepto –y eso debe doler—en Hermosillo, la elección más disputada sin duda, pero donde la tendencia avanzaba con el aliancista Antonio Astiazarán sumando más del 45% de la votación, contra el 37.4% de la morenista Dolores del Río.

Es que la capital sonorense fue un caso especial, donde el candidato, pese a los partidos que soportó a sus espaldas, es una figura completa en formación política, representación, visión y otras virtudes que le atraen votos. La gente lo quiere y ratificarlo parecía obvio con solo revisar su desempeño como alcalde actual, reconocido hasta por los opositores.

EN GUAYMAS

La doctora Karla Córdova siempre tuvo la confianza del triunfo ganado a pulso por su labor como alcaldesa.

La madrugada de este lunes enviaba este mensaje a la gente tras confirmar el anuncio de la autoridad electoral en el Municipio, de tendencia ya irreversible sobre el panista de la alianza, Rogelio Sánchez de la Vega:

“Mi eterno agradecimiento a todos los que salieron a votar durante esta jornada electoral, porque logramos demostrar la voluntad de la ciudadanía.

Estoy contenta y agradecida con cada uno de ustedes por confiar en la transformación de Guaymas para continuar juntos haciendo la diferencia como lo hemos hecho.

Este logro es gracias a la confianza de todos ustedes y tengan la seguridad que vamos a seguir trabajando”.

Buen mensaje. Tranquilizador y persiste la confianza de seguir haciendo lo que hasta ahora, con una mano izquierda que ha sido altamente beneficiosa para volver a reunir a los guaymenses y una habilidad capaz de atraer voluntades de los mandos estatales y federales, para transformar notablemente al Municipio. Los números hablan y, en Guaymas, siguen hablando muy fuerte.

En Empalme, Luis Fuentes Aguilar hizo un papel destacado en una comunidad burlada por los mandos previos, que le hicieron caer a profundidades increíbles. Lo hizo con buena voluntad, más que con recursos y eso se le reconoció, pues el avance del conteo indicaba que ganaría con mucha ventaja y eso es bueno para la exrielera comunidad, que ya mira el futuro con más confianza.

En cuanto a las diputaciones federales, es la misma tendencia. Solo en el Distrito 4, Ramón Flores aplastó a Javier Dagnino, con más del 62% de los votos a su favor. El vaquero que se la pasó haciéndole al payaso de rodeo, apenas llevaba el 25% de los votos captados y no se sorprendió, hace varios días esperaba ese rechazo.

Para su consuelo, el nocaut para la alianza prianista fue en todo Sonora, con una votación que le da 58 puntos a Morena y aliados, cerca de 11 al prianismo y 10 a MC. Y la mitad de los 72 ayuntamientos también los controlará la alianza morenista, según las cuentas.

Así las cosas, este lunes despeja dudas y debe marcar el inicio de la reflexión para conducirnos a pensar en mejores cosas que pelear por candidatos a veces, muchas, ajenos a nosotros. Mejor peleemos por nuestros intereses comunes. No hay forma de que nos vaya mejor.