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Estas líneas...

+ Si, fue un día histórico; coinciden sectores sobre el gran futuro del puerto; reconocen el apoyo federal; destaca el almirante secretario a Rogelio Bello; transforman también el Centro Histórico; adiós a la casa de Ismael Almada

 

GUAYMAS, Son. – Por supuesto que es histórico lo ocurrido este martes en el puerto marítimo comercial de altura.

El término “histórico” es recurrente en las expresiones del gobernador Alfonso Durazo, pero lo visualizado aquí consolida bases alejando lo ilusorio, con 13 frentes de obra modernizadora, 5 ya terminadas y ya se usan para caminar hacia el prometedor futuro.

Se trata, dijo Durazo, del crecimiento económico de Sonora que marcará un antes y un después en el desarrollo de la economía. Del “relanzamiento del Puerto de Guaymas como Nearshoring Hub de México”, expresión que define a un punto concentrador de carga ahora que llegan inversiones para acercarse al principal mercado del mundo, los Estados Unidos.

Se enviaba el primer barco con vehículos de la planta Ford de Hermosillo, antes enviados por tierra a Lázaro Cárdenas, Michoacán, y de allí al mundo. En 2024 serán 1,400 autos; 14 mil en 2025. La automotriz de liderazgo global se ahorrará 30% en traslados.

Es el primer paso del compromiso iniciado en septiembre de 2022, con el anuncio de inversiones por 4 mil millones de pesos y mucha promoción por el mundo. Hace un año se visitó el puerto de Amberes para concretar una alianza estratégica de comercio logístico y ya se camina con ellos.

Frente al muelle de contenedores del recinto fiscal, también estaba el secretario de Marina, Rafael Ojeda Durán, dando realce a la prueba piloto de exportación y a la conexión con el mundo. Sugirió no olvidar este día “porque creo y tenemos la confianza de que este puerto, en muy poco tiempo, va a ser muy importante no nada más para Sonora sino para nuestro querido México".

Gobernador y secretario atestiguaron la firma del Convenio para Desarrollo Integral de Guaymas en un HUB –concentrador de carga—para el Mundo, con participación física o virtual de Kristof Waterschoot, CEO del Puerto de Amberes, y Félix Fernández-Shaw, director para América Latina y el Caribe de la Comisión Europea, entidades difíciles de reunir. Pero aquí estaban.

Que esa firma venga califica bien el paso adelante dado por el México para consolidar este centro logístico. Lo posiciona como punto estratégico para las empresas globales, como puntualizó Ricardo Anaya, director de Operaciones Manufactureras de la emblemática automotriz.

Ford tiene 38 años en Sonora, la planta de Hermosillo resalta en el mundo –sobre todo por su mano de obra sonorense-- y recientemente completó su producción 7 millones. Esta vez envió unidades Bronco y Maverick a Chile y ya ahorra dinero al usar estas instalaciones.

Vivió el puerto “un día muy especial”, como subrayó entusiasta el mandatario al anunciar el aprovechamiento del puerto para volverlo “la locomotora de la economía sonorense”. Solo Ford y sus proveedores justificarían la operación portuaria, pero el potencial trasciende ese servicio.

Se reconoció al presidente López obrador por entender lo que está en juego y autorizar la inversión que superará los 13 mil millones –sin olvidar carretera a Chihuahua y vía férrea en Nogales—, y al almirante Ojeda, responsable del proceso modernizador del puerto cuyas obras entregará antes de concluir el sexenio.

Siguió la alusión elogiosa del gobernador a “mi queridísima Karla Córdova, nuestra presidenta municipal, a quien el pueblo de Guaymas tuvo el acierto de darle su respaldo electoral para su reelección, así que felicidades por eso”.

Presente Javier Lamarque, alcalde de Cajeme también reelecto, atraído por el proyecto de operar coordinadamente los aeropuertos de Guaymas y de Ciudad Obregón, para aprovechar el potencial del puerto. El gobernador le ofreció llevarle buenas noticias “muy pronto”.

Se reconoció también al contralmirante Rogelio Bello Aguilar, director de la Administración del Sistema Nacional Portuario en Guaymas “por su trabajo intenso y coordinado”, pero el almirante secretario fue más allá al concederle mérito de los resultados por los cambios vividos en estos pocos años, a este funcionario. Y desde luego, al Gobierno de Sonora.

Hace poco pensábamos en el error de militarizar el país y los puertos, en ese proceso. Pero no lo han hecho tan mal –que así siga-- y el alto mando naval quiso hacer constar eso, al asegurar que las y los marinos militares y civiles mercantes y navales, “refrendamos nuestro compromiso para continuar poniendo en alto a México a nivel mundial”, y estar “a la altura de las exigencias que demandan autoridades de los niveles de gobierno, sector público y privado”.

Luego, los acuerdos para operación coordinada con Amberes, segundo puerto más grande del mundo. Y la sugerencia de no olvidar este día, “porque creo y tenemos la confianza, de que este puerto en muy poco tiempo va a ser muy importante para Sonora y para nuestro querido México”.

Marina, como fue a mitad del siglo pasado, de nuevo dirige el impulso renovador del puerto.

Eso lo recordó Durazo. Desde su fundación a fines del siglo XVIII, este puerto ha sido estratégico; al siglo XIX se había consolidado como puerto de altura y tras momentos difíciles, resurgió de 1920 a 1960, sin embargo, “inexplicablemente terminó abandonado y empezamos a padecer su rezago”, hasta ahora, sostiene, que el presidente López Obrador ve el potencial que tiene ya modernizado.

Evadió, en aras de la infaltable diplomacia en el ejercicio político, insistir en el daño de los últimos sexenios a la economía de Sonora, pero como eso se ha entendido, mira al frente y dice que hoy, después de medio siglo, “estamos presenciando nueva era de grandeza”.

Cerró definiendo un puerto como espacio abierto a la inversión y el empleo, al bienestar de la gente, y “la inversión y modernización del puerto de Guaymas no se hace pensando en las empresas, sino pensando en el bienestar de la gente”. Brotó el aplauso.

Se ha captado la idea.

OBRAS TRANSFORMADORAS

Modernizar el puerto atrae complementos como rescatar suelos ociosos en l marina abandonada por el Fondo Nacional de Turismo, construir a cuadra completa en el Centro Histórico las oficinas de Asipona y el minucioso rescate de edificios del esplendor guaymense del siglo XX, además de recuperar espacios de convivencia.

El efecto motiva a hacer nuestra parte, como hacen dueños de la hermosa casa de arquitectura californiana que miraba hacia la bahía al lado de la efigie de don Celso Grajeda, símbolo de El Pescador, eterno vigilante hacia la bocana para advertir de potenciales intrusos.

Construida hace 8 décadas por un empresario alemán, la adquirió Ismael Almada, empresario de la época y la heredó a su descendencia. El declive económico la volvió refugio de personas sin hogar y fue vandalizada. Era un lunar en el bello escenario frente al mar y un riesgo.

Fue demolida y hay planes dignos del futuro a la vista. Fue buena decisión familiar e importante la intervención de la Unidad Municipal de Protección Civil. Revivir la aplicación de la ley si se complica la convivencia ciudadana, también es parte del efecto restaurador en el que ha insistido hasta la terquedad el gobernador, lo cual replica para bien la alcaldesa Córdova.