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Estas líneas...

+ El último informe de AMLO; habla de humanismo mexicano y de bienestar logrado; se recuperan empresas públicas y multiplican infraestructura; Sonora tiene nuevo Congreso; Jazmín Gómez recuperó su “pluri”; Orduño mantendrá su labor por las familias guaymenses

 

GUAYMAS, Son. - El presidente López Obrador cumplió con la exigencia legal de rendir su informe, el último, ante “el pueblo bueno y sabio” al que dirigió sus últimas palabras con ese cargo, en el lugar que ha sido su principal espacio de interactuación con los suyos, el zócalo.

Es ocioso cuestionar números. Asistieron muchos. Llenar la Plaza de la Constitución siempre fue fácil para los gobiernos --“haiga sido como haiga sido”, Calderón dixit--, pero en este sexenio la asistencia pareciera más espontánea. Pero cada quien tiene derecho a expresarse.

El tabasqueño que pronto se irá a su hacienda de Chiapas, acató la Ley (Artículo 49° constitucional) al informar sobre el estado de la administración pública. No faltó su recorrido por la historia, desde la época prehispánica hasta sus 20 reformas con las que busca devolvernos el texto constitucional, ya recuperado el “sentido revolucionario y popular”.

Para reformar la constitución “hicimos hasta donde se pudo”, primero frenar la política corrupta impuesta por la oligarquía en esa caricatura de democracia que vivía el país. Decirlo generó vítores de ese pueblo que siempre le ha respondido y por eso pudo encausar el respaldo hacia su suplente a partir de octubre.

Tampoco evitó comparaciones, no tanto con el sexenio de Peña Nieto, que poco acuerda al frívolo copetón mexiquense hoy distinguido residente de Madrid, donde ocupa espacios en las revistas de la “high society” ibera; pero sí con el de Calderón –también se fue a España, imán para estos políticos—, a partir de sus programas sociales, la recuperación de empresas públicas y del nacionalismo que cedía ante el entreguismo de los políticos formados en el exterior.

Resalta, “estamos construyendo una patria nueva, enaltecida, fraterna” y que la economía está de poca. Ya no dependemos de lo que diga el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional, ni de las temibles calificadoras que, en todo el sexenio, dicen los números, se han equivocado, pues México sigue allí y parece que mejor, cada día que salimos a cumplir con lo cotidiano.

Se trabaja más, se gana más –sobre todo quienes ganan más, excepto que ellos ahora también deben pagar impuestos— y el recuento sobre infraestructura indicaría herencia positiva para la próxima mandataria, de quien dijo: “Qué felicidad. Toco madera, pero imagínense que el pueblo de México no hubiese decidido por la presidenta Claudia Sheinbaum”.

“¡Presidenta, presidenta, presidenta!”, coreó la multitud e hizo a la futura mandataria ponerse de pie para disfrutar, con su mano en el corazón, los aplausos.

Carreteras, la refinería de Dos Bocas, rescate de plantas de fertilizantes y mucho más, fue el recuento, que incluyó la central fotovoltaica en Puerto Peñasco, presumido por el presidente.

Lo que dijo de Sonora, el gobernador Alfonso Durazo –invitado al evento, por supuesto--, así lo resume: “su triunfo significó una revolución pacífica que puso primero a los pobres en el centro de las decisiones públicas, una hazaña que devolvió al pueblo la voz y el poder que le había sido arrebatado; puso los cimientos de un México nuevo donde los más pobres adquirieron la prioridad que les corresponde. A Sonora no le pudo haber ido mejor con el presidente López Obrador”.

Menciona los planes de justicia para pueblos originarios y de Cananea, apoyo al Plan Sonora de Energías Sostenibles, modernización del Puerto de Guaymas, la carretera Guaymas-Chihuahua, pero su más valiosa obra “fue el cambio constitucional desde el Estado mexicano para convertirlo en un Estado de bienestar”.

Imagínese cuánto disfruto la alcaldesa de Guaymas, Karla Córdova, estas menciones en las alturas, confirmando que gobierna a un municipio “chipilón”.

Si queda algo pendiente, AMLO confía así en Sheinbaum: “estoy absolutamente seguro que se van a concluir, por lo extraordinaria que es la presidenta electa de México”.

Pronunció frases jocosas, en su momento muy importantes para la arenga política, provocadoras algunas, como esa de “el pueblo no es tonto” o “tengan para que aprendan”, o la provocadora “si no quieren al pueblo, van a tener que aprender a respetarlo, cuando menos”.

Falta mucho para estar bien, lo reconoció, aunque culpe por ello –no sin razón-- al “largo y tormentoso periodo en que el gobierno estuvo en manos de oligarcas insensibles que nunca se preocuparon por el bienestar del pueblo” y recordó que en un mes se va “con la conciencia tranquila”. Hubo más aplausos y el “es un honor estar con Obrador”.

Allí estaba otro invitado del presidente, el senador guaymense Heriberto Aguilar, afín a la causa lopezobradorista desde que escaseaba el apoyo para el movimiento, quien le agradeció “por su liderazgo y dedicación durante estos 6 años de transformación” resaltando que “su visión y compromiso con el pueblo de México han marcado un antes y un después en nuestra historia”.

El senador también reconoció avances en Sonora, “siempre poniendo primero a la gente y trabajando por el bienestar de todos”, reiterando reconocimiento por su entrega y “por sembrar las bases de la transformación de la vida pública de este país”.

También se reportó con los sonorenses la senadora Lorenia Valles, narrando cómo el presidente llegó a su Sexto Informe “con el apoyo de nuestro pueblo, cuya fortaleza ha sido la fraternidad y la esperanza en el porvenir”.

Se manifestó honrada por haber contribuido con este gobierno como legisladora: “desde el Congreso hicimos posible que el mandato popular transformara las leyes que fundamentan la Cuarta Transformación”, nos dice.

A ese apoyo, la señora Valles reitera el suyo: “hoy y siempre ¡es un honor estar con Obrador!” y lo despidió con el “¡Hasta siempre, presidente!”.

EL NUEVO CONGRESO EN SONORA

Inició la LXIV Legislatura y en la protesta Adolfo Salazar, secretario de Gobierno, representó al gobernador, quien fue al informe presidencial. Instaló el Congreso la diputada saliente Beatriz Cota.

De último momento se recompuso la integración resuelta por el Consejo Electoral de Sonora, que invalidó la Sala Regional del Tribunal Federal y resolvió al final la Sala Superior, ordenando la integración original con 17 hombres y 16 mujeres, 21 elegidos con votos y 12 de partido. El primer presidente es Omar del Valle Colosio.

Recuperaron la arrebatada “pluri”, Alejandra López (PAN), Jazmín Gómez (PT), César Salazar (NA) y Raúl González (PS); se quedaron en el camino José Serrato (PAN), Pánfilo López (PT), Karina Martínez (NA) y Camila Soto (PS).

Guaymas tiene dos diputados en esta legislatura: Jazmín Gómez y Sebastián Orduño.

La primera evitó el serrucho por su labor social que le ganó el apoyo del PT y de su representante en Sonora, Ramón Flores. El segundo, por ayudar a tantas familias en 3 años impulsando una visión social que tome en cuenta la opinión ciudadana en las funciones legislativas. El reelecto legislador ofreció “seguir empujando al desarrollo de un sonora de bienestar”.