+ Ya de regreso, disculpen la tardanza; renuncian líderes del PRI de Sonora y Edomex; de nuevo el desfile navideño de yates; algo está mal con los vendedores ambulantes; en recuperación la industria naval
Agustín Rodríguez L.
GUAYMAS, Son. – De lo que se pierde uno por estar fuera de circulación, en mi caso, por razones médicas: el oftalmólogo dio mantenimiento a mis ojos y casi un mes después, me atrevo a medir resistencia frente a mi PC de escritorio.
Por ejemplo, supe que hasta este martes aguantó Rogelio Díaz Brown la presión de “Alito” Moreno y renunció a dirigir el PRI. No había de otra, pues el descontonero campechano no quiere oposición y arregla todo para no meterse en líos con quien manda ahora en este país, no vaya siendo que se le descubran más pecados a su paso por la gubernatura de Campeche o se reactiven acciones legales por todo lo que acusó su sucesora.
Me informa mi estimada Irasema Blanco que ya dirige el tricolor Lupita Soto, a quien el delegado de “Alito”, Jorge Meade, tomó la protesta, junto con Onésimo Aguilera. Suplen a Díaz Brown y a Iris Sánchez Chiu, quien también armó una buena justificación para su salida.
Para cultura general, les informo que en el Estado de México ocurrió igual, solo que allá, la noticia la dio Moreno Cárdenas a través de su cuenta de X. “Renunciaron” Ana Lilia Herrera y Alejandro Castro, y también “para fortalecer la unidad interna y mantener al PRI cerca de la población”. Por razones personales, por supuesto.
Estas renuncias son vistas como un recordatorio del reto que enfrenta el PRI para sobrevivir. O como lo dijera la nueva dirigencia de aquella entidad, “mantener su relevancia en un panorama político cada vez más competitivo”.
Pero tanta renuncia difícilmente le permitirá mantener esa relevancia. Mire este encabezado:
Renuncia Enrique de la Madrid al PRI; "si quiero acabar con la polarización tengo que cambiar de espacio", dijo este jueves el exsecretario de Turismo al confirmar que “después de una reflexión muy amplia, termina mi ciclo en el PRI”.
Obviamente, la dirigencia nacional del PRI le llamó malagradecido, sobre todo cuando el PRI “le ha dado tanto”.
AMBIENTE DECEMBRINO
Enrique Hudson es un apasionado del mar.
Trabaja en el mar, lo disfruta, impulsa cuanto represente crecimiento de la actividad náutica y hoy está inmerso, al lado de sus entusiasta colegas --marinos dueños y operadores de yates del paraíso llamado San Carlos--, la organización del desfile navideño.
Tan hermoso espectáculo no es nuevo. Lo hacía la comunidad extranjera hace tiempo, pero se amplió la promoción para que más gente lo disfrutara. Desde hace 4 o 5 años –corrígeme, Enrique— muchos más aprecian la marcha de decenas de yates adornados con motivos navideños y consolidan otro más de los eventos que enriquecen la alta oferta de atractivos.
Espero no perdérmelo desde el mejor sitio para apreciarlo, playa San Francisco. Me organizaré para estar allí los días 22 y 28, apreciando el logro de Turismo Náutico, Club de Yates y Yates RAGA (todos de San Carlos), que invitan a todo mundo al “Evento mágico” de ese pueblo mágico.
VENDEDORES: A ORDENAR EL DESORDEN
Vi una discusión entre un taxista y un comerciante que vende lo que sea que aún se venda en el vetusto parián.
El comerciante quiere instalarse en la calle, nada raro, pero no acepta que el sitio de taxis tiene años allí y paga una cuota para poder hacerlo. Si no interviene el Ayuntamiento llegarían a las trompadas.
Pero interviene, porque no es solo eso, pues hay quien señala a presuntos directivos de la Unión que agrupa a los locatarios del Mercado Municipal, como cobradores de una cuota que debería entrar a la Tesorería Municipal de Daniel Apodaca, pero no ha entrado. Eso sería una leperada tampoco rara, pero imposible de permitir en estos tiempos que se arreglan esas cosas de las que apenas nos reponemos. Eso nos llevó al fondo, recordemos.
Se tienen nombres y parece que ha quedado indefenso –o involucrado—el coordinador de la venta ambulante, Macario Quiñones, quien no da el ancho, pero presume recomendaciones, en lugar de meter en cintura a sus inspectores y, de paso, a los del propio Mercado Yáñez.
En los próximos días se aclarará la versión de esa presunta estafa a la comuna. Lo peor es que sería un cobro mayor al que pagaría el comerciante si acudiera a hacer su trámite al lugar indicado, la Tesorería. Lo que es no saber ¿no? A menos qué…
A propósito del Ayuntamiento, ya le dijo NO a la pirotecnia. No habrá permiso para nadie con el propósito de eliminar riesgos de accidentes como los que ha habido en el pasado.
Pero como lo mencionan, con mucha razón, el secretario del Ayuntamiento, Herman García, y el coordinador de Protección Civil del Municipio, José Ángel Burruel, de nada servirá eso si Empalme no hace lo propio, pues bastará recorrer 10 kilómetros para estar en el paraíso de la pirotecnia y, pues, si ese es el caso, mejor dejen vender aquí también.
REENCAUSAN LA INDUSTRIA NAVAL
Hace tiempo celebramos el rescate del viejo astillero abandonado por la iniciativa privada después de aquella privatización fallida que nos hizo perder décadas de desarrollo de la construcción naval.
La Secretaría de Marina quitó todo lo que sobraba, puso lo que faltaba y con visión de los nuevos tiempos preparó mano de obra, técnicos, agregó tecnología y capacidad administrativa y ya hay resultados de lo proyectado desde 2021, cuando se anunció este proyecto:
El miércoles “botó” su nueva draga, llamada como el marino de guerra Hilario Rodríguez Malpica, un héroe de aquellas batallas durante la revolución en estos mares, cuya valentía y honor quedó fuera de duda, por eso nuestros abuelos le pusieron su nombre a uno de nuestros malecones.
La Draga Autopropulsada ARM “Capitán Hilario Rodríguez Malpica” (ADR-39), de 86 metros de eslora, 2,800 toneladas de capacidad en sus tolvas y alcance de extracción a 25 metros, se deslizó de la rampa de construcción hacia la dársena de alistamiento del Astillero SEMAR No. 3.
Terminaba una fase que ocupó a 420 trabajadores y en los próximos meses iniciará su misión de abrir y dar mantenimiento a accesos portuarios del país, operada por 28 tripulantes.
El gobernador Alfonso Durazo estaba encantado. Tiene razón. Lo ocurrido hizo recordar el gran pasado guaymense en la industria que construyó cientos de pesqueros –atuneros incluidos-- y hasta dos graneleros de 22 mil toneladas en un hormiguero humano llamado Construcciones Navales de Guaymas.
José López Portillo “botó” el primero, el “Atlahua”, en noviembre de 1982, y destacó que los mexicanos teníamos trabajo útil, trabajo productivo y el país en la punta punta del desarrollo naval.
Un mes después terminó su sexenio y Miguel de la Madrid desmanteló la industria, la entregó a la IP y el neoliberalismo hizo lo demás.
Hoy, parece que volveremos a crecer.
Presidió la botadura el almirante José Barradas Cobos, Subsecretario de Marina, al lado del gobernador Durazo y la orgullosa alcaldesa de este suelo –y cómo no estarlo-- en recuperación, Karla Córdova González.