MADRID, España, 4 de agosto de 2012.- La periodista Lydia Cacho ha decidido abandonar México después de haber recibido varias amenazas de muerte en las últimas semanas, confirmó este sábado el periódico El País.
La fuente dice el rotativo, es la asociación para la defensa de los derechos de los periodistas Artículo 19 y también la cuenta de Cacho en la red social Twitter, donde aclara que su marcha es temporal.
"Sólo salí mientras hacemos estrategia de seguridad. Nadie me sacará de mi hogar", escribió.
Estaba previsto que la periodista dejara México este viernes pero problemas logísticos retrasaron su salida.
El suceso que empujó a la escritora a tomar esta decisión fue la amenaza del pasado domingo, mientras se encontraba en su domicilio de Cancún.
Ya está en la página web de Amninistía Internacional México esa llamada donde Cacho atendió al creer que se trataba de un compañero de trabajo que intentaba localizarla.
Escuchó: “Ya te lo dijimos, pinche puta, no te metas con nosotros, se ve que no aprendiste con la vueltecita que te dieron. La que te va a tocar va a ser en pedacitos, así te vamos a mandar a casa, en pedacitos, pendeja”.
La periodista denunció formalmente ante la Procuraduría General de la República esta amenaza, y este viernes, la agencia EFE informaba sobre la inminente salida. Ricardo González, portavoz de Artículo 19, ha confirmado que la periodista estará "momentáneamente fuera de México hasta que se den las condiciones para que pueda desarrollar su vida dentro con normalidad".
También dijo que el Estado ha respondido de manera "muy lenta y a cuentagotas" en este caso. "El riesgo que viene enfrentando Lydia Cacho lleva varios años y pese a todas las denuncias y la presión internacional, las autoridades no han actuado con diligencia". Por eso, ante la ausencia de la protección oficial, considera González, "preferimos tomar medidas preventivas".
"Si en un caso como el de Lydia, tan conocido, el Gobierno ha sido tan lento, cuánto más lo es con los periodistas anónimos de Juárez o Veracruz", agregó.
Cacho cree que las amenazas provienen de algunos presuntos delincuentes señalados en su libro Esclavas del Poder, vinculados con la trata de mujeres para la prostitución. La activista empezó a recibir amenazas y agresiones después de publicar en el año 2005 el libro Los demonios del Edén, en el que denunció una red de pornografía infantil que habría actuado con el conocimiento y la protección de políticos y empresarios de los estados de Quintana Roo y Puebla.
En diciembre de 2006 fue detenida y sometida a amenazas y acoso. Después de eso, se publicaron en los medios de comunicación conversaciones telefónicas intervenidas en las que se implicaba en los hechos a ex altos cargos del Gobierno de Puebla.
Las amenazas a la periodista han sido constantes desde entonces, pero su caso no es el único. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos consigna que al menos 70 periodistas han sido asesinados desde el año 2000 en México, y sigue sin conocerse el paradero de otros 13, todos ellos expuestos simplemente por hacer su trabajo.