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Indigna destrucción de pirámide maya

+ Tenía 2 mil 300 años y la usaron para hacer una carretera

          BELIZE CITY, Belize, 16 de Mayo de 2013.- “Horrendo, deplorable e imperdonable”, dijo Jaime Awe, director del Instituto de Arqueología de Belice, el acto que demolió casi totalmente una pirámide maya de 2.300 años de antigüedad y unos 30 metros de altura.

Se localiza en el yacimiento de Nohmul, distrito de Orange Walk, al oeste del pequeño país centroamericano. Fue destruida por las excavadoras de una constructora que buscaba grava para arreglar una carretera.

“Es verdaderamente increíble que se destruyera la pirámide”, asegura Awe.

“La empresa constructora era muy consciente de que se trataba de un lugar histórico. O estaban pensando que nadie se iba a enterar, lo cual es increíblemente estúpido, o suponían que podrían destruir el yacimiento y salirse con la suya. Es indignante pensar que no tienen amor por nuestro patrimonio cultural”, remata.

La pirámide era el centro de un asentamiento de unos 32 kilómetros cuadrados donde vivían unas 40.000 personas y se ubicaban 81 edificios de ladrillos de piedra caliza, un material muy apreciado por los constructores para mejorar las carreteras.

La pirámide fue un templo importante, que se usó para destacadas ceremonias y rituales, incluyendo el entierro de miembros de la élite de la ciudad. Casi todo el edificio quedó demolido, aunque según el arqueólogo hay una parte pequeña a su izquierda que puede rescatarse. Este miércoles Awe tenía previsto acudir a Noh Mulen para ver qué información podía aún recuperar de la pirámide.

Dijo que la ley es clara, “es ilegal destruir deliberadamente monumentos antiguos". El arqueólogo británico Normand Hammond, que trabajó más de 20 años en Belice, dijo que la demolición de montículos mayas para rellenar carreteras era problema endémico en el país centroamericano, pero que esto suena "mucho peor".

Desde el vecino México, el arqueólogo Leonardo López Luján, que dirige excavaciones del Templo Mayor, en pleno centro del DF, recuerda que esos incidentes sucedían antes en su país con relativa frecuencia.

“Ahora pasa mucho menos, porque para emprender cualquier infraestructura tiene que intervenir un equipo de la Dirección de Salvamento Arqueológico”, cuenta.

La policía cerró el yacimiento de Noh Mulen y abrió una investigación mientras la fiscalía estudia presentar cargos criminales. Destruir un monumento antiguo está penado con hasta 10 años de cárcel o una multa de 10.000 dólares.