+ Un tribunal de Nueva York lo sentencia por narcotráfico; también a 30 años por violencia con armas de fuego y 20 años más por lavar dinero
NUEVA YORK, EU, 17 de julio de 2019.- Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, quien fuera líder del cartel de Sinaloa, deberá cumplir una condena de por vida aislado en una prisión de máxima seguridad en Estados Unidos.
El juez Brian Cogan lo sentenció este miércoles a cadena perpetua por narcotráfico, y le agregó 30 años más de prisión por violencia con armas y 20 por blanqueo de dinero. Las dos sentencias agregadas es un tecnicismo que desaparece con la cadena perpetua.
La sentencia no fue sorpresa por la gravedad de los crímenes cometidos por Guzmán, durante los 30 años que dirigió a la mayor organización dedicada al narcotráfico entre México y Estados Unidos.
No se dijo donde cumplirá la pena el sentenciado, lo cual se definirá en los próximos 60 días. Se cree que será internado en el penal de máxima seguridad de Florence, Colorado, un suburbio de Denver.
Guzmán tuvo derecho a hablar antes de conocer el fallo judicial, momento que aprovechó para denunciar las condiciones de confinamiento que tuvo en Estados Unidos desde su extradición y quejarse de torturas “las 24 horas del día durante 30 meses". Al final, dijo que no se ha hecho justicia con él, en referencia a la conducta del jurado.
Criticó al juez por no haber permitido un segundo juicio y acuso que “estados Unidos no es mejor que otros países corruptos a los que este país no respeta".
Al terminar la audiencia, Jeffrey Lichtman, abogado del capo de la droga, aseguró que recurrirán la condena e insistió en que solo querían "un juicio justo" para su cliente. El abogado informó que la esposa del Chapo, Emma Coronel, está devastada tras el veredicto.
El Chapo, de 62 años, fue arrestado la última vez en enero de 2016, tras escapar dos veces de prisión, y extraditado un año después, en 2017, a Estados Unidos. Un jurado popular le declaró culpable el 12 de febrero de 10 delitos penales tras 11 semanas de juicio, el más importante, dirigir una organización criminal.
También le tipificaron otros delitos como conspirar para distribuir droga, uso de armas de fuego y blanqueo de dinero. Sin embargo, el arresto y enjuiciamiento de Joaquín Guzmán, no ha supuesto el debilitamiento del cartel de Sinaloa, que sigue considerada la organización criminal más importante dedicada al tráfico de droga en México.
En EE UU basta con traficar con más de 150 kilos de cocaína y obtener 10 millones de dólares con su venta para ser encerrado de por vida. De las 27 imputaciones de delitos que ha tenido que examinar el jurado popular, se consideró que El Chapo cometió 25.
El Gobierno estadounidense ha solicitado recuperar 12 mil 600 millones de dólares que El Chapo presuntamente ganó gracias al narcotráfico. El cálculo corresponde a las cantidades de droga sobre las que el jurado apoyó su veredicto a partir de las pruebas presentadas por la acusación y los testimonios de 14 testigos colaboradores, como sus exsocios Chupeta, Jorge Cifuentes o los hermanos Flores, proveedores de droga del cartel de Sinaloa que relataron durante los tres meses que ha durado el proceso cómo suministraron cantidades masivas de cocaína a El Chapo para que la introdujera y la distribuyera en este país.
Guzmán tenía la fama de ser el traficante más rápido y por eso hacían negocios con él, con el que compartían riesgos y beneficios.
El Chapo, según la Fiscalía, traficó durante tres décadas con 528 toneladas de cocaína, cuyo valor estimado en el mercado fue de 11 mil 810 millones de dólares. Se le suman 423 toneladas de marihuana, cuya venta generó 846 millones, y 202 kilos de heroína, por 11 millones, cantidades consideradas “conservadoras” respecto a los montos mencionados durante el proceso.
El jurado determinó también que El Chapo conspiró para matar a 26 individuos que representaban una amenaza para el cartel de Sinaloa, entre informantes, miembros de organizaciones rivales, agentes de seguridad, asociados que le traicionaron e incluso a familiares.
La Fiscalía permitió que una de las víctimas de El Chapo hablara en la vista de este miércoles. Se trató de Andrea Vélez, quien trabajó para el cartel, hasta que, explicó, Guzmán puso precio a su cabeza por valor de un millón de dólares. Vélez contó que los miembros de la organización le advirtieron que si se alejaba de ellos, saldría "en una bolsa de plásticos con los pies por delante". Ahora, asegura que da la cara públicamente para que las personas que se ven tentadas a sumarse en el negocio de la droga, no lo hagan.
El juicio sirvió para presentar a detalle cómo el cartel operaba y movía el dinero. Lo que generaba la venta de la droga se reinvertía en nuevos cargamentos, seguridad a los enviados a través de sobornos a las autoridades y financiar guerras con organizaciones rivales. Además, se utilizaron varios métodos para blanquear el efectivo.
El reto ahora es identificar las propiedades y sociedades que utilizó El Chapo, quien llegó a estar en la lista de multimillonarios de Forbes y varios testigos relataron su vida de nuevo rico durante el boom de la coca en los años ochenta.
Pero su defensa insiste, El Chapo es solo un campesino endeudado que pasó su vida huyendo de la justicia y que el verdadero líder, Ismael El Mayo Zambada, sigue prófugo, y su proceso era una conspiración junto a las autoridades mexicanas para mantener a Ismael Zambada al frente.
Algunos de los colaboradores con la justicia fueron sentenciados recientemente, como Vicente Zambada Niebla, quién se ha beneficiado de una reducción importante de la condena por su colaboración en el proceso. También Edgar Galván.
La atención se hoy ahora hacia “los Chapitos”. Un día después del veredicto del 12 de febrero en el que el jurado popular declaró culpable a El Chapo, se presentaron cargos contra dos de sus hijos, Joaquín y Ovidio. Los dos hermanos deben ser arrestados para extraditarlos a Estados Unidos y someterse a juicio en la corte federal en el distrito de Columbia, donde enfrentarán cargos cuya base son testimonios “de los arrepentidos”.