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Enferma Trump, pero aún si se agrava, EU seguiría funcionando

+ Esto sucedería si Trump pudiera verse impedido a gobernar

WASHINGTON, D.C. (EU), 2 de octubre de 2020.- El presidente Donald Trump dio positivo por covid-19 y ya es atendido en un hospital, donde se han creado historias confusas de su relativa gravedad, pero el mandatario ha enviado mensajes de que está bien y pronto volverá a las actividades propias de su mandato.

Sea cual fuere el caso, los médicos pidieron 48 horas, que se cumplen la tarde de lunes, para emitir un diagnóstico de lo que consideran que ocurrirá con su salud y cuando podría restablecerse.

El problema enfrentado por Trump, quien tuvo cerca a una asesora que resultó positiva al virus, podría volverse grave e impedirle volver pronto a la Casa Blanca y los observadores políticos han captado la preocupación de sus colaboradores, pero también de los mercados del mundo cuya reacción nerviosa hizo caer las bolsas.

LO QUE PASARÍA

Si el presidente se agrava y se viera impedido de ejercer su mandato, la Constitución establece las reglas para la sucesión. No ocurriría lo que pasó en Inglaterra cuando Boris Johnson, primer ministro británico, fue hospitalizado con covid-19 y se descubrió que no había un procedimiento formal de sucesión, lo cual planteó dudas sobre quién dirigía el país.

Johnson pidió a su secretario de Relaciones Exteriores suplirlo, si se diera el caso de estar completamente incapacitado.

En Estados Unidos contemplan la Constitución y la ley federal, quién asume el control si Trump no puede hacer su trabajo. Pero el primer paso en estos casos es determinar que un presidente está incapacitado. Y en este punto hay muy poca claridad.

Según la Vigesimoquinta Enmienda, él mismo podría tomar esa determinación y, con una carta al Senado, entregar formalmente el poder al vicepresidente Mike Pence. Este luego gobernaría hasta que Trump le informara al Senado su vuelta al poder.

Así se expresa la previsión: “Siempre que el presidente transmita al presidente pro tempore del Senado y al presidente de la Cámara de Representantes su declaración escrita de que es incapaz de cumplir con las facultades y deberes de su cargo, y hasta que les transmita una declaración escrita de lo contrario, tales facultades y deberes serán desempeñados por el vicepresidente como presidente en funciones”.

Ronald Reagan lo hizo esto fue sometido a cirugía para extirparle pólipos cancerosos del colon; George W. Bush lo hizo dos veces, cuando fue sometido a colonoscopias. Cuando los presidentes estaban bajo anestesia, entregaron el poder durante unas horas, aunque Reagan cuestionó que fuera un uso previsto de la Vigesimoquinta Enmienda.

El periodista de The New York Times Mike Schmidt informó que Pence estaba preparado para asumir temporalmente las facultades de la presidencia en 2019, cuando si Trump tuviera que someterse a un procedimiento que requiriera anestesia en el hospital Walter Reed. Sin embargo, se sabe muy poco sobre esa situación y la Casa Blanca ha sido cautelosa en cuanto a los detalles.

Otra cláusula en la Vigesimoquinta Enmienda dice que si el presidente estuviera incapacitado y no pudiera transmitir temporalmente el poder, el vicepresidente y una mayoría del gabinete podrían quitárselo.

Si el vicepresidente y la mayoría del gabinete no están de acuerdo, una mayoría del Congreso y el Senado podrían votar para quitárselo permanentemente. Esta cláusula tenía en mente a un presidente que estuviera en coma o sufriera un derrame cerebral.

La administración Reagan redactó sin firmar ni enviar, cartas al Senado que le habrían quitado el poder al presidente cuando le dispararon en 1981.

Dwight Eisenhower sufrió un ataque cardíaco mientras estaba en el cargo en los años 50, antes de la Vigesimoquinta Enmienda, por lo que no había una norma constitucional; más tarde llegó un acuerdo con el vicepresidente Richard Nixon sobre la entrega del poder.

Dado que el covid-19 se ha infiltrado en la Casa Blanca, si el virus incapacitara a varios miembros del Gobierno habría problemas serios. Y el presidente Trump ha estado en contacto con la secuencia de posibles sucesores: Pence, y con el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, con la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. Su candidata a la Corte Suprema, Amy Coney Barrett, ha estado trabajando en la Casa Blanca y ha ido al Capitolio para reunirse con senadores.

La Ley de Sucesión Presidencial está en vigor desde 1948 y establece una línea de sucesión larga para la presidencia en caso de muerte, renuncia, destitución, incapacidad o falta de cualificación para desempeñar las facultades y deberes del cargo.

Primero está el presidente de la Cámara de Representantes, aunque él o ella tendrían que dimitir del Congreso. Luego viene el senador estadounidense con más antigüedad. Luego pasa al gabinete.

Y más allá de los planes de sucesión, Estados Unidos elaboró planes para mantener el funcionamiento del Gobierno, o continuidad del Gobierno, ante todo tipo de eventualidades.

¿Qué pasa con las elecciones?

Una contingencia sin precedentes en los tiempos modernos, sería si un candidato presidencial se enferma demasiado como para llevar adelante una campaña.

Tanto Trump como su rival demócrata Joe Biden están en la boleta. La gente ya está votando por correo y en ausencia, y las elecciones se llevarán a cabo según lo planeado.