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Grandes empresas apoyan protestas egipcias

alt Divulgan datos de cuantiosa fortuna de Mubarak que enardecen a egipcios

  EL CAIRO, Egipto, 8 de Febrero de 2011.- La revuelta egipcia se amplió gracias a los paros en varias de las mayores empresas privadas de Egipto.

Los trabajadores reclamaron un aumento salarial equivalente al concedido a los funcionarios, un 15%, pero subrayaron que sus protestas formaban parte de la revuelta general en demanda de libertad y justicia. Universitarios y periodistas protagonizaron también actos de solidaridad con el movimiento de la plaza de Tahrir.

El régimen simula conceder un poco más, pero “la calle aprieta”, divulga hoy un editorial del diario español El País.

Otros medios resaltan que el régimen intenta protege la figura de Hosni Mubarak, un monumento derribado, mientras la calle exige que el ídolo caído sea barrido y escondido en el almacén de la historia.

A las dos semanas de iniciarse la revuelta, los manifestantes exhibieron de nuevo su fuerza con un caudal de multitudes en el centro de El Cairo y una marcha gigantesca hacia el Parlamento. No se había visto nada tan abrumador. Washington endureció el tono y criticó las promesas del régimen. De forma relativamente sorprendente, pues no existía ninguna convocatoria unitaria, ciudadanos decidieron aclarar cualquier duda respecto al apoyo dado al movimiento.

Hay ya más de 300 muertos

La liberación de Wael Ghoneim, el joven ejecutivo de Google que volvió a la calle tras una semana de "desaparición" en las mazmorras del régimen ("vosotros sois los héroes", gritó en Tahrir); la noticia de que la organización Human Rights Watch había contabilizado ya 302 muertos en la represión, y la difusión de datos sobre la colosal fortuna de Mubarak (estimada entre 17.000 y 40.000 millones de dólares, 12.430 y 29.268 millones de euros), contribuyeron a enardecer la protesta.

Una marcha compuesta por decenas de miles de personas salió de la emblemática plaza de la Liberación, donde ya no cabía nadie más, para dirigirse a la cercana sede del Parlamento. Al caer la noche se instaló un campamento ante el edificio.

 Algunos grupos de manifestantes pensaban que el siguiente paso había de consistir en una ocupación pacífica del Parlamento, para subrayar que las dos Cámaras fraudulentamente elegidas el pasado 3 de diciembre (casi el 90% de los escaños correspondieron al Partido Nacional Democrático de Mubarak) no servían y había que elegir con rapidez diputados representativos.

No fue asi, pero el plantón y los paros siguen. En Egipto todavía no se resuelven las cosas.