+ Crimen de agente de EU revela sofisticación del arsenal criminal
DALLAS, Texas (EU), 1 de marzo de 2011.- Las autoridades estadunidenses han relacionado el arma que dio muerte al agente de la Oficina de Servicios Migratorios y Aduanales, Jaime Zapata, en una carretera de San Luis Potosí, identificándola como una pistola Romarm-Cugir modelo Draco de 7.62 milímetros.
Es un arma que se fabrica en Rumania por la compañía Romarm Cugir, considerada una de las más poderosas y más grandes pistolas en el mercado. Su precio en una armería de los Estados Unidos varía entre 450 y 600 dólares.
Sería una de las tres utilizadas en el ataque del pasado 15 de septiembre donde murió Zapata y dejó lesionado a su compañero, el también agente del ICE Víctor Avila, dice un reporte que publica The Dallas Morning News.
Las otras dos armas no han sido plenamente identificadas pero se sigue su rastro también hacia armerías estadunidenses a lo largo de la Costa del Golfo de México, dice ese medio, que publica datos de la Draco de 7.62 milímetros y dice que es parecida a un rifle de asalto AK-47, pero más corta y con la limitante de ser pistola, aunque acepta cargadores de hasta 30 balas, según la descripción.
El arma fue adquirida por Otilio Osorio, de 22 años, el 10 de octubre de 2010 en la tienda Off-Duty Armory, en la comunidad de Joshua, a unos 30 kilómetros al sur de Fort-Worth, revela el diario texano.
Para adquirirla cubrió todos los procedimientos requeridos, incluyendo la identificación e inspección del historial, según las leyes federales, estatales y locales, dijo el dueño de la armería, James F. Terril.
Otilio y su hermano Ranferi Osorio, de origen mexicano, fueron arrestados este lunes por agentes de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), en su casa de Lancaster, al sur de Dallas, junto con el estadunidense Kevin León Morrison, de 25 años, uno de sus vecinos, bajo sospecha de participar junto con ellos en el contrabando de armas a México.
Los Osorio y Morrison habían estado bajo investigación de la ATF desde noviembre pasado, bajo sospecha de comprar armas y contrabandearlas para los cárteles mexicanos de las drogas.
El 8 de noviembre de 2010, los Osorio y Morrison vendieron a un agente encubierto de la ATF, un cargamento de 40 armas, incluyendo una docena de pistolas Romarm- Cugir modelo Draco 7.62.
Ninguno de los tres sospechosos fue detenido entonces, debido a que la ATF prefirió continuar con la investigación.
Un estudio publicado en 2010 por el Centro Woodrow Wilson y el Instituto Transfronterizo de la Universidad de San Diego encontró que de las 75 mil armas de fuego confiscadas por autoridades mexicanas entre 2006 y 2009, 60 mil de ellas (80%) han tenido su origen en Estados Unidos.