LOS ANGELES, California, 20 de abril de 2012.- La muerte de Joanna Ramos fue un trágico suceso y no un acto premeditado, consideró la fiscalía de Los Angeles al resolver no presentar cargos contra la menor que peleó con la occisa.
Ramos, estudiante de la escuela primaria Willard en Long Beach, murió tras ser golpeada por una compañera de 11 años de edad durante una riña escolar el 24 de febrero.
"Fue una pelea entre dos menores que terminó con resultados involuntarios y trágicos, y el Departamento de Policía de Long Beach espera que la conclusión traiga alguna paz a las dos familias involucradas, así como a la comunidad", dijo la Fiscalía en un comunicado.
No fue así para la familia de Joanna, quien cumpliría 11 años el 12 de marzo, el día antes de que LBPD entregó su caso a la fiscalía del condado de Los Angeles.
"Mi madre llegó a la casa llorando y nos dijo que no iban a presenter cargos", relató Diana Urbina, hermana mayor de Joanna. Cecilia Villanueva, la madre de Joanna, supo la noticia en una reunión privada con oficiales de LBPD.
"Lo que lamento es que la niña va como si nada; me siento frustrada, triste", expreso Villanueva, expresando que "por lo menos esperaba que recomendaran un programa o supervisión para la niña, nada como muchos años en la cárcel".
Sandi Gibbons, portavoz de la fiscalía, sólo comentó que "es un caso juvenil y no hay mucho que pueda decir". La familia de Joanna dice que no han escuchado nada de la menor que golpeó a Joanna ni de sus padres, "ni han dicho perdón...nada", dijo Urbina.
"Si fuera el reverso, mi madre hubiera dicho perdón, pero parece que no les importa. Esperábamos por lo menos un perdón, pero no".
Para la familia de Joanna, poco ha cambiado desde que la enterraron el 4 de marzo. "Todavía tomo pastillas para la depresión y estaba saliendo apenas, pero con lo que me pasó hoy? la información de hoy no era lo que esperaba", afirmó.
Agregó que va a hablar con su abogado acerca de cualquier otro paso que pueda tomar en el caso, dijo mientras acto seguido miraba varias fotos de Joanna, que ella misma arregló en su memoria.