+ Francia tendrá de nuevo un mandatario socialista
PARÍS, Francia, 6 de mayo de 2012.- "Cest fini, Sarkozy" (se ha acabado Sarkozy) gritaron este domingo miles de franceses en las calles de París, minutos después de la confirmación pública de resultados de sondeos, al celebrar la histórica victoria del candidato socialista, Francois Hollande, en las elecciones presidenciales en Francia.
Eran escrutados ya el 99% de los votos y Hollande acumulaba el 51.70% contra 48.30% de Nicolás Sarkozy, con lo cual se convertirá en el segundo presidente socialista de la V República Francesa después de Francois Mitterrand, jefe de Estado de 1981 a 1995.
Sarkozy, tras el resultado, anunció que deja la política y se une a la lista de presidentes víctimas de la crisis económica en la que figuran el español y socialista José Luis Rodríguez Zapatero, el portugués José Socrates, de igual tendencia y el británico Gordon Brown. Debe agregarse al italiano Silvio Berlusconi, y el griego Giorgos Papandreu, quienes fueron forzados a dimitir por presión de la Unión Europea.
Una hora antes de lo previsto Sarkozy reconoció su derrota, felicitó a Hollande y le deseó suerte para dirigir al país.
En un discurso a sus votantes anunció que no seguirá al frente de su partido Unión por un Movimiento Popular, de cara a las elecciones legislativas de junio en las que se elegirá a la Asamblea Nacional.
"Asumo toda la responsabilidad de esta derrota y ahora, tras 35 años de carrera política, 10 años en la más alta responsabilidad política y cinco años en la jefatura del Estado, me preparo para convertirme en un francés normal para los franceses", dijo emocionado desde el Teatro de la Maison de la Mutualite en París.
"He hecho lo posible para proteger a los franceses de una crisis y para que Francia saliera reforzada como país", indicó mientras miles de personas coreaban "merci Sarkozy" (gracias Sarkozy) algunas con lágrimas en los ojos.
"Siento un amor muy grande por Francia y por todos los franceses. Gracias a todos los que me han votado. Los amo", acotó.
Más tarde, en la plaza de la catedral de Tulle, comunidad de la que es diputado, Hollande se dirigía por primera vez a sus votantes y con voz afónica les dijo que “los franceses acaban de elegir el cambio llevándome a la presidencia de la Republica; gracias por haberme votado. Es un honor para mí. Me espera una gran tarea; ante ustedes me comprometo a servir a mi país con ejemplo y con la dedicación que requiere esa función. Conozco las exigencias", expresó.
Los franceses celebraban en las calles la victoria socialista, al tiempo que los líderes europeos hacían llegar sus felicitaciones al mandatario electo, incluida la canciller germana Angela Merkel.
Hollande resaltó que muchos ciudadanos esperaban la victoria del Partido Socialista desde hace muchos años: desde el 17 de mayo de 1995 en que Francois Mitterrand acabó su segundo mandato.
En su discurso se dirigió a Europa haciendo el compromiiso de reducir el déficit pero manteniendo el estado de bienestar y recordar una vez más que la austeridad "no puede ser una fatalidad". Luego fue a París para celebrar en la famosa plaza de la Bastilla, como hizo en 1981 Mitterrand, su histórica victoria.