BEIJING, China, 14 de mayo de 2012.- El chino Jiat Feng fue a la corte superior y demandó en esa instancia a su esposa por “haberle escondido sus atributos físicos reales”.
El ciudadano de este país, Feng, fue padre hace poco, pero sospechó de la infidelidad de su mujer porque su hijo no tenía parecido a ninguno de los dos.
La esposa tuvo que decir la verdad: reconoció que se había sometido a un amplio número de cirugías plásticas en las cuales gastó cerca de 100 mil dólares para quedar completamente distinta.
Jiat Feng vio fotografías de su esposa con el físico que tenía antes de las cirugías realizadas, y se dio cuenta que de haberla conocida antes nunca se habría casado con ella, por ello decidió acudir ante el juez superior y demandarla por fea.
El hombre llegó a tribunales alegando haber sido timado por la mujer y su “sensual apariencia”, lo cual condujo a las autoridades a fallar a favor de Feng, quien deberá ser compensado por la mujer en una cifra cercana a los 120 mil dólares.