México, D.F., 8 de octubre 2012.- Integrantes de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, que preside el senador priista Ernesto Gándara Camou, se reunieron con dirigentes del sector empresarial, quienes externaron sus puntos de vista en torno a la minuta de reformas la Ley Federal del Trabajo, que es objeto de revisión en el Senado.
En su exposición, Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, hizo un llamado a los senadores para “dar los pasos siguientes y definitivos, en tiempo y forma, para discutir, analizar la iniciativa, mejorarla y aprobarla cuanto antes”.
No enviemos --agregó-- otra iniciativa de reforma laboral a la congeladora, a lado de las casi 500 que han tenido ese destino, porque ya se logró una parte sustantiva del reto con la minuta de la Cámara de Diputados y ahora corresponde al Senado revisarla y complementar el trabajo.
Sin embargo, dejó en claro que para el sector empresarial es fundamental revisar “inconsistencias, disposiciones mal orientadas o lagunas, que de no atenderse acotarán el potencial de cambio de la reforma”.
En este sentido, indicó que se debe regular de forma correcta el outsourcing para que proporcione seguridad jurídica a los trabajadores y eliminar su mala práctica, pero “no es aceptable que para resolver este vacío regulatorio pasemos al extremo opuesto: una sobre regulación que además de no abonar para los objetivos planteados es perjudicial para el empleo formal”.
Además, subrayó que la minuta deja de lado “pendientes importantes” en materia de transparencia y democracia sindical, pero estos temas “no tienen por qué impedir el alcance en los puntos relevantes en los que ya existen acuerdos fundamentales y que hoy podemos sacar adelante”.
Por su parte, Alberto Espinosa, presidente de la Coparmex, consideró que la minuta es una oportunidad para generar un “acuerdo trascendental” en favor de las familias mexicanas, además de representar “un poderoso instrumento para mejorar la competitividad de la economía”.
Empero, mencionó, es necesario realizar “ajustes” en puntos como regulación del outsourcing, pago de horas extras, democracia sindical, voto libre y secreto de los agremiados, intereses en los salarios caídos, pago de horas extras, requisitos de procedibilidad para emplazamiento a huelga o demandas de titularidad de los contratos colectivos de trabajo, entre otros.
Reconoció que hay quienes impulsan la reforma porque quieren desaparecer costos laborales asociados con los derechos de los trabajadores pero hay también quienes se oponen a ella, y consistentemente a otras de diversa índole, porque ven en esa operación política una bandera para su supervivencia.
Al respecto, el senador priista Armando Neyra Chávez explicó a los empresarios que las 500 iniciativas de reforma laboral que han sido presentadas con anterioridad “no han pasado porque siempre se han querido meter en la vida interna de los sindicatos”.
En este sentido, dijo que para que la reforma pueda transitar “como debe de ser, pues que cada quien se dedique a lo suyo” y “esto se debería de resolver como en una revisión contra actual; en qué ceden ustedes en qué cedemos nosotros”.
Advirtió que “estas manifestaciones que han promovido los liberales del momento, que están debidamente unificados, se pueden transformar en una huelga de brazos caídos porque no hay un consenso que pueda apoyar esto, pues si no se da poder adquisitivo al salario de nada servirá la reforma”.
A su vez, el senador panista Javier Lozano Alarcón expresó que los senadores no deben tener “miedo” de ejercer su obligación y responsabilidad de actuar como “una auténtica cámara revisora porque no somos una oficina de agilización de trámites”.
Como estamos inaugurando el proceso de las iniciativas preferentes --destacó-- “pareciera que hay en el ambiente este fantasma de que cuidadito y le hacen algo a la minuta proveniente de Cámara de Diputados porque entonces corre el enorme riesgo de empantanarse en esa cámara de origen si regresamos una parte del proyecto”.
Informó que su bancada pugnará en lo que no contiene la minuta en materia de democracia sindical y “lo haremos valer como cámara revisora que somos y ya tendrán los diputados en sus manos que fijar una posición con respecto a lo que les enviemos de regreso”.
En tanto, la senadora perredista Alejandra Barrales Magdaleno informó que existe “una coincidencia” con la bancada de Acción Nacional y los demás partidos de izquierda, en el tema de democracia sindical, voto libre y secreto, transparencia, así como rendición de cuentas por parte de los sindicatos.
Manifestó que “por desgracia” la iniciativa del Ejecutivo federal no resuelve los problemas de desempleo, ya que plantea abaratar la mano de obra, lo que provocaría una restricción del mercado interno al no haber poder adquisitivo ni una economía dinámica.
En este sentido, explicó que su grupo parlamentario buscará dialogar e incidir en la minuta pues “nosotros tenemos otra visión que se basa en la búsqueda de la productividad, generar empresas y empleos más rentables en donde haya una mejora salarial”.
El senador Manuel Bartlett Díaz, del PT, aseguró que la reforma “tiene un origen trasnacional” y el argumento de que el mercado laboral “rígido” impide la creación de empleos “es de un enorme simplismo”, pues no es creíble la creación de puestos de trabajo con el pago de salarios por hora o “flexibilizando los contratos”.
Dijo que lo que se requiere es mejorar el poder adquisitivo, pues con el sueldo “de hambre” que se paga en México no se ha podido consolidar el mercado interno “y hemos terminado siendo un país de importadores y no de exportadores”.
En la reunión estuvieron presentes Luis Robles Miaja, presidente de la Asociación de Bancos de México, Emilio Carrillo Gamboa, secretario ejecutivo del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios y Luis Foncerrada Pascal, director del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado.