CD. DE MEXICO, 6 de marzo de 2013.- De frente al Día Internacional de la Mujer, Claudia Pavlovich Arellano celebró las modificaciones al COFIPE propuestas por las senadoras del PRI en la presente legislatura, con lo cual cierran el paso a la simulación del cumplimiento de los apartados que garantizan equidad de género, poniéndole fin a casos lamentables en política como el llamado “juanitas”.
Al aprobarse el Proyecto de Decreto que deroga el numeral 2 del artículo 219 y reforma el numeral 1 del artículo 220 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, la senadora sonorense e integrante de la Comisión de Equidad y Género, planteó que la admisión de estos apartados representan un gran avance en la lucha que legitima la participación entre iguales de hombres y mujeres en política.
La modificación propuesta, explicó, es un eficaz mecanismo que evite que los partidos políticos simulen el cumplimiento de las disposiciones del COFIPE a través de la inclusión de candidaturas de mujeres en el apartado de suplencias o solamente otorgándoles calidad de propietarias, pero situadas en los últimos lugares de las listas de representación proporcional.
Para tal efecto se incluyó en el COFIPE que del total de solicitudes de registro, de candidaturas a diputados y senadores que presenten los partidos políticos o las coaliciones ante el Instituto Federal Electoral, deberán integrarse con al menos el 40% de candidatos propietarios de un mismo género, procurando llegar a la paridad.
Pavlovich Arellano recordó que los logros en este reglón han derivado en infinidad de propuestas a lo largo de muchos años, generando reformas a las leyes reguladoras de la proporción de género en la representación político, por lo que éstas últimas reformas al COFIPE, representa otro significativo avance.
De manera paulatina, expresó que se genera un andamiaje jurídico que busca garantizar una participación razonable de los géneros en la vida política del país, cerrando el paso a la simulación que tiene como mejor ejemplo el fenómeno de las denominadas juanitas, consistente en que diputadas de diferentes partidos políticos solicitaron licencia por tiempo indefinido y cuyos suplentes, en todos los casos, eran del género masculino.
Alrededor de doce diputadas cedieron su curul por compromisos de diversa naturaleza, recordó, con lo cual se afectó la proporción de la representación de los géneros en la Cámara de Diputados en detrimento de la presencia de las mujeres.
“Esta circunstancia fue criticada ampliamente por legisladoras de distintas corrientes políticas y por la opinión pública, en virtud de que se evadía un mandato expreso de la ley bajo un procedimiento que, hasta ese momento, había pasado inadvertido por las promotoras y promotores de la igualdad de género en la representación popular y que hoy se corrige”.