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Despiden a Benítez Treviño

+ No se superó la presión por el caso #LadyProfeco

          CD. DE MEXICO, 15 de Mayo de 2013.- Humberto Benítez Treviño fue removido de su cargo como titular de la Procuraduría Federal de Consumidor (Profeco) por el presidente Enrique Peña Nieto.

Ese fue el resultado del escándalo que se generó cuando su hija intentó clausurar las operaciones de un restaurante ubicado al sur de la ciudad de México, lo cual se dio a conocer tras el anuncio del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, donde argumentó que la eficacia de la Profeco había quedado en entredicho tras el escándalo mediático que en las redes sociales fue conocido como #LadyProfeco.

Osorio Chong estableció que la Secretaría de la Función Pública (SFP) determinó que Humberto Benítez Treviño no tuvo culpa en los hechos que originaron su remoción. Pero la suspensión de dos directores de área, un subprocurador y dos subjefes de departamento que atendieron al llamado de la hija de éste no dejó satisfecha a la opinión pública.

“El titular de la Profeco no ordenó ni participó de los hechos y en consecuencia no tiene responsabilidad administrativa en los mismos; sin embargo, el Presidente de la República, considerando que se ha dañado la imagen y el prestigio de la institución, ha ordenado la remoción del cargo de procurador, a fin de evitar que se vulnere la eficacia de la Profeco ante prácticas que afectan los derechos de los consumidores”, subrayó Osorio Chong.

El caso #LadyProfeco llegó al juicio de la opinión pública, cuando Andrea Benítez González, hija del hoy exprocurador, arribó el viernes 26 de abril al restaurante Maximo Bistrot y solicitó un lugar; sin embargo, el establecimiento se encontraba lleno, por lo que tuvo que esperar.

Más tarde, un lugar se desocupó, pero fue ocupado por personas que llevaban más tiempo esperando, a lo que la joven reaccionó con una intimidación de que solicitaría clausurar este negocio. Dos horas después, inspectores de la Profeco llegaron al restaurante a clausurarlo porque “vendía bebidas alcohólicas, mezcal, adicionales a las que oferta en su carta”, además de la falta de anuncios que indiquen el tiempo de espera para conseguir mesa.

Después, el entonces procurador anunció la suspensión de los funcionarios y se deslindó de las acciones de su hija, no obstante, recalcó que el establecimiento sí incumplía con los tiempos de espera. Ahora, el epílogo es su despido.