+ El líder perredista Jesús Zambrano no hace buen pronóstico del futuro presidente de México y rechaza que las siglas vayan a desaparecer
SAN CARLOS, GUAYMAS, Son., 3 de Noviembre de 2018.- El influyente perredista Jesús Zambrano Grijalva asegura que el Partido de la Revolución Democrática no desaparecerá y, lejos de ello, “se va a transformar, a reformar”.
Recurre a su antecedente como guerrillero ante el cuestionamiento de estar desarmado al negársele acceso al Senado de la República y lo acepta “porque no traigo armas como las que usé allá en los años 60 con la guerrilla”, pero no está desarmado por no tener un cargo electoral.
Dice ser un dirigente nacional que habla con mucha gente dispuesta a sumar esfuerzos “para lo que viene”.
Y eso que viene es volverse la “opción creíble” y recuperar lo mejor que el PRD tiene, como es su mucha valía en su historia, cuadros con muchas experiencia y capacidad de hacer una autocrítica profunda.
Está el PRD bajo mucha presión por una gran deuda económica, y confirma el oriundo de Empalme, Sonora, que es una cuantiosa deuda que ya reduce a la mitad las prerrogativas y ya las descuenta el Instituto Nacional Electoral; incluye 126 millones que les dejó la campaña de López Obrador desde 2006, “de gastos que no se pagaron cuando el plantón aquel de Reforma” y los gastos sin comprobar que nunca presentó en documentación correspondiente al Instituto Electoral y terminaron multando al partido.
“Entonces hoy, el PRD está pagando una deuda que dejó el ahora presidente electo”, sintetiza.
Sobre el final del sexenio de Enrique Peña Nieto, “lamentablemente para el país, no está terminando bien, no le está dejando un saldo positivo a México”, pese a que “había arrancado bien, por cierto, cuando arrancamos con todas las reformas importantes del pacto por México”, y enumera reformas en todo el esquema de las comunicaciones y la ampliación del espectro radioeléctrico del país, uso masivo de internet y telefonías, reforma de telecomunicaciones impulsado por el PRD.
Pero insiste, “lamentablemente terminó mal, no le está yendo bien al país” y lo argumenta con una evidente situación de de desempleo, inflación creciente, que llevó a la gente a apostar por un cambio y López obrador aparecía como la opción.
“Prometió el cielo y la tierra y yo creo que nada del cielo y la mitad de la tierra los podrá poder cumplir”, acusa.
Adelanta que es el primer Presidente de la República que sin llegar a ser constitucional, ya comete errores que le están costando al país “como esto de las consecuencias negativas que está teniendo la cancelación del aeropuerto de Texcoco”.
Si siguen las coas así, no nos irá bien, advierte, pero además, no ve “que López Obrador vaya a escuchar, tener oídos abiertos, estar dispuesto a entender las críticas. “Ve como está tratando a los que lo critican: son fifís, son periodistas al servicio de la mafia del poder… son cualquier otra cosa”.
Hace recordar que “él así es, autoritario, no va a saber explicar, no está formado para escuchar, el regresa a lo peor del autoritarismo priista de hace décadas y creo que si sigue así --ojala y no, por el bien de México--, vamos a terminar dentro de seis años peor de lo que estamos ahora”.
URGENCIA DE CONTRAPESOS
Habló de crear contrapesos al poder que tendrá el presidente y dijo que el PRD quiere trabajar para serlo, junto con otras personalidades, otras fuerzas, “con los que estén dispuestos a caminar en una perspectiva de actuar como una oposición responsable pero al mismo tiempo, oposición crítica, una oposición con argumentos, una oposición que le diga a la sociedad: mire, esto no puede ser, no debe ser así”.
Sostiene que siempre debe tenerse en cuenta que ni las mayorías son eternas ni las minorías son para siempre, “y nosotros vamos a trabajar para desde la fuerza que hoy tenemos, convertirnos en una fuerza de contrapeso”.
Finalmente, confirmó que el país tiene un grave problema de seguridad pública y no se miran las estrategias que frenarán esos poderes que tanto han afectado a las familias mexicanas; también dijo que no hay una política favorable al desplazamiento de mexicanos por la violencia en muchas comunidades, como tampoco se mira solución al problema de los migrantes.
“Nunca pensé que López Obrador serviría de tapete al señor Trump”, lamenta, en el tema del tratamiento que se da a la marcha de centroamericanos que buscan llegar a los Estados Unidos, y consideró ominoso el mensaje a los trabajadores en general, y a los mineros en particular, al darle fuero a Napoleón Gómez Urrutia, ex líder minero señalado por despojar de 50 millones de dólares al gremio y por ello huía en Canadá, de donde lo trajo el ahora presidente electo.
“Y pues, ahora lo vamos a tener allí, con fuero desde luego; vamos a ver qué es lo que van a hacer allí, en una complicidad entre un delincuente y quien dice combatir a la delincuencia, como es López Obrador”, concluyó.