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López Obrador propone una nueva historia

+ El nuevo presidente levanta la esperanza entre sus seguidores; se comprometió a acabar con la corrupción pero no perseguirá a exfuncionarios del pasado

CD DE MÉXICO, 1 de Diciembre de 2018.- Andrés Manuel López Obrador es presidente de México desde la mañana de este sábado y en su mensaje se comprometió a terminar con la corrupción y la impunidad, lo cual será la línea de su mandato en el cual gobernará sin venganzas, odios o rencores.

Desde la tribuna legislativa propuso al pueblo un “punto final” en el combate a la corrupción y puntualizó que no encabezará un gobierno de persecución a los corruptos, mientras gritos de “presidente, presidente”, llenaban el espacio legislativo donde tomó protesta como presidente de la República.

Fue su compañero de lucha, un político legendario, Porfirio Muñoz Ledo, quien le entregó la banda tricolor que buscó durante tres elecciones presidenciales. Sonrientes ambos, cuando la banda tricolor se le ajustó en su torso y los gritos se volvieron un “sí se pudo” que hicieron estremecer la estructura del Palacio Legislativo.

Luego, en su discurso, el jefe del Ejecutivo destacó que cumplirá su oferta de someterse a la revocación del mandato en tres años.

Antes, saludó a Enrique Peña Nieto, el ahora expresidente de México quien se mantuvo en el presídium al lado de Muñoz Ledo durante toda la ceremonia.

López Obrador dijo que lo iniciado este día es un cambio de régimen político, una transformación pacífica, profunda y radical, porque acabará con la corrupción y la impunidad, que impiden el renacimiento de México y citó las tres grandes transformaciones del país: la Independencia, la Reforma y la Revolución, y la cuarta, manifestó, tiene que basarse en la honestidad, porque la deshonestidad de los gobernantes es la que más ha dañado al país, es la causa de la desigualdad económica y social y de la violencia.

Fue un discurso largo, de 1 hora 22 minutos, y dedicó gran parte a criticar el modelo económico neoliberal implementado desde hace más de cuatro décadas, llamándolo “una calamidad” y su ineficiencia se constata en que no ha dado resultados; hizo enseguida un repaso del crecimiento económico en el siglo XX y destacó que desde 1973 a la fecha, el crecimiento solo fue de 2%, generó la concentración de la riqueza y la pobreza aumentó.

“Lo digo con realismo: la política neoliberal ha sido un desastre, una calamidad para la vida pública”, expresó y el ejemplo puesto fue la reforma energética que no disminuyó los precios de los combustibles como se prometió.

Siguió con el recuento de los fracasos del neoliberalismo para recordar que se prometió gran inversión extranjera, pero sólo llegaron 760 millones de dólares, el 1.9% de la inversión pública de Pemex, y sólo se extrajo 1 millón de barriles de petróleo, pese a que México es el país petrolero con el mayor nivel de importación en el mundo.

La importación de maíz y el salario más bajo en el mundo es otra evidencia de ese fracaso, dijo el ya ungido mandatario, y lamentó que México se haya colocado en el segundo país con mayor migración por razones económicas, y tener los primeros lugares de violencia en el mundo, enfatizando en la corrupción, tanto pública como privada, para llamarla el gran mal de México.

Su plan de gobierno es acabar con la corrupción y la impunidad y “no apostamos al circo ni a la simulación”, aclaró, al tocar el tema de la justicia y su reiterado anuncio de que no se perseguirá a nadie.

“Si abrimos expedientes, nos dedicaríamos a buscar chivos expiatorios, no habría juzgados y cárceles suficientes, meteríamos al país en una dinámica de factura, conflicto y enfrentamientos”, argumentó, al argumentar que estamos ante un problema de Estado y su postura y su fuerte no es la venganza, exponiendo que “soy partidario del perdón y la indulgencia”.

Entonces propuso al pueblo un  punto final a “esta terrible historia” y que no haya persecución a los funcionarios del pasado, pero aclaró que las autoridades tienen absoluta libertad para actuar, lo cual fue celebrado por los legisladores, quienes hicieron diversas manifestaciones en el entretanto, principalmente la que recordó a los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos con demandas de justicia.

López Obrador insistió en “que se castigue a los culpables”, pero la presidencia se mantendrá al margen.  No obstante, expresó que la ciudadanía tendrá la última palabra porque será consultada.

Otro momento de aplausos y gritos de apoyo, fue cuando se comprometió a no robar ni hacer negocios, y aseguró que si su familia comete un delito serán juzgados como cualquier ciudadano, porque “vamos a combatir la corrupción de arriba para abajo, se va a separar el poder económico del político y el gobierno no será un comité al servicio de una minoría rapaz”, junto con el anuncio de representar a ricos y pobres, creyentes y libre pensadores, dentro de un verdadero estado de derecho, que no se permitirá a nadie actuar al margen de la ley.

“No habrá fraudes electorales, no se traficará con la pobreza, y quien lo haga irá a la cárcel sin fianza”, remató en sus anuncios que hablan del combate al que llama el principal flagelo de México.

Hubo muchos aplausos de sus seguidores y gritos en contra principalmente de legisladores panistas, al enumerar esas acciones de limpieza social del país, pero fue enfático al asegurar que combatiendo la corrupción y trabajando con austeridad se podrá avanzar, no habrá más impuestos y no aumentarán los precios de gasolina y otros combustibles más allá de lo que la inflación obligue.

En el resumen de compromisos, dijo que no endeudará al país, que hoy debe 10 billones de dólares y sólo para pagar intereses se tendrán que destinar 800 millones de dólares del presupuesto en 2019.

Reiteró respeto a la autonomía del Banco de México y se rescatará la Industria petrolera y eléctrica, además de invertir en el campo para frenar la migración, herramienta a fortalecerse con la construcción del tren maya, una refinería en Tabasco, el tren en el Istmo de Tehuantepec, y en tres años funcionará el nuevo aeropuerto en la base militar de Santa Lucía. Se creará una economía fronteriza con reducción del IVA, impuesto sobre la renta y precios de energéticos, además de que se duplicará el salario.

“¡Me canso!”, exclamó, en su discurso al afirmar que se podrá hacer todo eso en ese tiempo, y en materia social, reiteró su frase de “por el bien de todos, primero los pobres”, y esa consigna será la nueva línea de gobierno, sostuvo.

También creará el Instituto Nacional para Atención de los Pueblos indígenas, habrá medicamento gratis en las zonas pobres, 10 millones de becas a jóvenes, 100 hospitales, duplicará el apoyo a adultos mayores, jubilados y pensionados, y darán créditos a productores agrícolas.

Otro anuncio esperado fue confirmado en este acto, cuando López Obrador mencionó que la extracción minera y de petróleo no permitirá el método del fracking y en el campo tampoco habrá cultivo de los transgénicos.

Sobre la reducción de salarios, aseveró que no habrá privilegios de la alta burocracia ni servicio médico privado, cajas de ahorro ni viajes en aviones privados.

Como presidente ganará el 40% de lo que recibía su antecesor y reiteró que no vivirá en Los Pinos, que ya está abierto al público y los jardines se integran al bosque de Chapultepec.

Consideró que la Policía Federal, que cuenta con 20 mil efectivos, debe profesionalizarse y acusó que policías federales y municipales están inmiscuidos con el crimen, por lo cual pidió al Congreso Legislativo, con carácter de urgente, aprobar la iniciativa para crear la Guardia Nacional.

“Es un tema polémico, pero tengo la obligación de presentar mi punto de vista”, dijo al destacar que las fuerzas armadas están consideradas como las mejores, que nunca han dado un golpe de Estado y que su lealtad y falta de ambición para acceder al poder generan confianza.

Subrayó que las fuerzas armadas no se han corrompido ni son parte de la oligarquía; es una institución que ha mantenido su profesionalismo y su eficacia en casos de desastres naturales, pero también reconoció “han mantenido su convicción nacionalista”.

Reafirmó su compromiso de que nunca dará órdenes para atacar al pueblo, y no será cómplice de violación a los derechos humanos.

En política exterior, mantendrá México su posición de respeto a la autodeterminación de los pueblos y fue cuando agradeció el respeto del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y primer ministro canadiense Justin Trudeau, para la firma del acuerdo de comercio.

Al saludar a los invitados, López Obrador hizo un homenaje a quienes han luchado por el cambio desde hace muchos años y habló de la riqueza natural de México, de un pueblo trabajador, de que el país será potencia y que demostrará que se puede acabar con la corrupción e insistió que no actuará con rencores, odios y venganzas.

Rechazó buscar la elección, por ello se someterá a la revocación del mandato y destacó mantendrá la honestidad en su representación, por ello habrá resultados, en los cuales “no les voy a fallar, no tengo el derecho a fallar. Soy optimista porque creo en el pueblo”.