+ Tocó ahora la crítica a El Universal, cuyo reportero quiso justificar que sí lo hicieron
CD. DE MÉXICO.-El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que “algunos medios” no habían reportado la compra del avión presidencial que hizo Felipe Calderón.
Enseguida, un reportero del diario El Universal llevó a “La mañanera” una copia de la nota que el diario presentaba en su primera plana anunciando la compra de la aeronave por parte del gobierno.
Así la recibió el presidente: “Es interesantísimo esto”.
La nota tenía el encabezado de “Reemplazo aéreo” costará 750 millones de dólares”.
Y siguió: “Miren los tiempos ya aquellos. Dan el informe, no hay editoriales, no hay opinión. Es la información. Como tiene que ser el periodismo: bien hecho”. En la sala, hubo risas entre los reporteros y el mismo presidente, quien añadió que el avión lo compra Calderón después de la elección en la que resultó electo Enrique Peña Nieto.
Invitó a Jesús Ramírez, coordinador General de Comunicación Social de la Presidencia de la República, a leer la nota, para tratar de encontrar cuestionamientos del periódico. No los había, solo la información.
ASÍ DECÍA LA NOTA:
“En 2012, funcionarios de diversas dependencias, civiles y militares, evaluaron la opción de compra de un nuevo avión presidencial, cuyo costo sería de 750 millones de dólares, que sustituiría a las aeronaves que utilizaba el Ejecutivo federal en ese momento, y en una reunión fue aprobada la transacción.
El 30 de julio de ese año que el gobierno de Felipe Calderón aprobó la compra de un nuevo avión para las giras internacionales del Presidente de la República, aeronave que costaría en pesos casi 10 mil millones”.
El presidente cuestionó el dato de “giras internacionales”, ya que se usó para ir a Oaxaca, Guadalajara y otras partes de la República, cuando ese tenía que ser para giras internacionales, volar en promedio 5 horas, “estaba sobrado, pues, era un exceso levantarlo”.
La nota publicada de fuentes consultadas por el diario, decían que se trataba de una “decisión de Estado”, porque la aeronave no sería empleada por Calderón, sino por su sucesor y era un nuevo modelo del Boeing 787, del cual sólo había un prototipo hasta ese momento, por lo que será un avión único en el mundo y “el gobierno mexicano se convertirá en su primer usuario”.
Por eso, dijo López Obrador, era muy difícil venderlo: “no se puede readaptar, reconvertir para volverlo de pasajeros, está hecho a la medida, por pedido”.
La inversión incluiría modificaciones al avión y la instalación de un sistema de seguridad y para la transacción se pensó en el arrendamiento financiero, que cubriría el banco estatal Banobras. La aeronave sería entregada en 2015, a mediados de la administración de Enrique Peña Nieto.
El Universal consignó seguimiento puntual del entonces llamado nuevo avión presidencial, un Boeing 787-8, y reportó que la aeronave realizaba pruebas de vuelo en el aeropuerto Dallas Lovefield, en Dallas, Texas, previo a su entrega.
Publicó que el Boeing 787 Dreamliner llevaría el nombre de José María Morelos y Pavón y se entregaría al Estado Mayor Presidencial tras las pruebas a las que fue sometido.
El 15 de enero de 2016, la Presidencia de la República, con Peña Nieto como titular, informó que la entrega de la nave adquirida por la administración de Calderón, se condicionó a la realización de las últimas pruebas y a la certificación del equipamiento interior por parte de la Federal Aviation Administration de los Estados Unidos (FAA).
Peña Nieto estrenó el “Morelos” el 10 de febrero de 2016, de lo cual El Universal informó también. Ese día, el mandatario en turno dijo que avión no era propiedad del Presidente de la República, sino del Estado Mexicano.
El dato técnico dice que el avión presidencial puede transportar hasta 80 pasajeros, cuenta con equipos en telecomunicaciones satelitales e Internet, y tiene una vida útil de 25 años (hasta 2040).
El presidente López Obrador ha tenido diferencia de criterio y hasta choques por la información que “El Universal maneja sobre sus actividades y decisiones. Cuestiona que lo hace ahora, y no en el ayer, cuando se gobernaba con criterios totalitarios por “la mafia del poder”, como llamó durante su campaña a grupos dominantes que dos veces anteriores, le habían impedido su acceso a la primera magistratura del país.