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Acusan: violaron derechos de la familia Hank

+ Su esposa creyó que iban a secuestrarlos o asesinarlos

          TIJUANA, B.C., 5 de junio de 2011.- La esposa del político priísta y poderoso empresario Carlos Hank Rhon, María Elvia Amaya, acusó que la detención de su esposo la madrugada del sábado estuvo plagada de anomalías y violaciones a sus derechos civiles y humanos, por ello los abogados de la familia exigen apego a la ley para que quede en libertad.

Dijo que unos diez hombres vestidos de militar irrumpieron en su recámara a las 3 de la mañana del sábado sin presentar ninguna orden de cateo, por lo que temió que la familia sería secuestrada o asesinada.

Ofreció una conferencia de prensa en el hotel Pueblo Amigo, propiedad de su esposo, donde dijo que la incursión militar en su residencia comenzó en la recámara de su hija María Guadalupe, de 13 años, quien los condujo a la de sus padres.

Iba acompañada de su hijo el torero Alejandro Amaya, que se convirtió en su apoyo principal, y explicó que su condición física –se atiende un problema de cáncer-- fue lo que evitó que también fuera detenida con el ex alcalde de Tijuana.

Dijo que al pedir la orden de cateo, solo le decían que "somos del Ejército" a pesar de que no todos vestían como militares y llevaban pasamontañas. Le ordenaron confinarse en un cuarto para terapias de su esposo, donde permaneció horas sin saber de sus hijos o del detenido. Sólo pudo contactar con el secretario particular de su esposo.

Los cinco hijos que viven en la residencia estuvieron en sus recámaras. Luego los presuntos soldados les dieron cinco minutos para desalojar la residencia y de prisa buscaron refugio en el Hotel Pueblo Amigo, propiedad de Hank Rhon, a quien al detenerlo le tomaron fotos frente a unas armas, vestido sólo con un short que usa para dormir.

Rechaza posesión de armas

María Elvia advirtió que "lo que yo exijo como prioridad es que liberen al ingeniero Hank. Se los pido que por favor liberen a mi esposo y después se hagan todos los procedimientos".

Negó que en su residencia haya armas y sostuvo que el personal de seguridad nunca deja ver su armamento. Su esposo ni siquiera posee armamento para cacería porque está en contra de esa actividad.

Rechazó opinar si el caso tiene un tinte político, y sobre los negocios de Hank, entre éstos el equipo de futbol Xoloitzcuintles de Tijuana, que recientemente ascendió a primera división, explicó que se encuentran en manos de diferentes directivos y no han sido requeridos por las autoridades.