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Gordillo no renunciará

+ No es hora y menos bajo presión, dice la líder vitalicia del SNTE

          CD. DE MÉXICO, 13 de julio de 2011.- Elba Esther Gordillo afirmó que no es hora de jubilarse y menos bajo presión, aunque admitió que "hay que ir pensando con serenidad y madurez en los relevos".

"Los únicos que pueden jubilarme son los trabajadores de la educación y yo misma, por mi tiempo en el servicio", respondió Gordillo.

Le habían hecho una pregunta respecto a que si hay una campaña para quitarla del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) que dirige desde hace 22 años en un actuar que la ha hecho ser considerada una de las mujeres más poderosa de México.

Ella respondió a una agencia española de información que se ve trabajando en el SNTE, pero "también aceptando que hay que ir pensando con toda la serenidad y madurez en los relevos" y anunció que ya están "formando cuadros."

Gordillo ha estado en las últimas dos semanas en el ojo del huracán después de que reveló que en 2006 tuvo acuerdos con el entonces candidato y hoy presidente Felipe Calderón, uno para la calidad educativa y otro para la reforma del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.

"La Maestra", como es conocida, pidió como garantía que se le diera el cargo de director del ISSSTE a un allegado suyo, Miguel Ángel Yunes, del que ahora se deslinda y al que acusa de desvío de recursos.

Revela estos acuerdos, pero sostiene que la exigencia de que Yunes estuviera en ese puesto no era un pacto electoral sino para garantizar el cumplimiento de la reforma del ISSSTE, al que están afiliados los maestros del SNTE, que ella asegura suman 1.7 millones.

Para ella el punto central son los manejos financieros del ISSSTE porque asegura que hay hospitales que no tienen alcohol y que quedaron inconclusas instalaciones hospitalarias e insiste en que la institución debe ser sometida a una auditoría.

Acepta que el SNTE, que recibiría cada mes 10 millones de dólares por cuotas sindicales, sea sometido a auditoría, pero no "al calor de la presión", ya que se trata de fondos privados y no públicos como los del ISSSTE.

Afirma: "sería ideal" que fueran de 10 millones de dólares mensuales. "El día que la demos (la cifra) van a quedar claras muchas cosas", aseguró.