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Hasta 9 años de cárcel a quien comercialice alcohol adulterado

Palacio Legislativo de San Lázaro a  22 de septiembre de 2011.- El Pleno de la Cámara de Diputados aprobó elevar de uno a nueve años de prisión a quien venda o ayude a la comercialización de bebidas alcohólicas adulteradas, contaminadas o alteradas.

Con 339 votos a favor, 16 en contra y 5 abstenciones los legisladores avalaron las reformas al Código Federal de Procedimientos Penales de la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada y de la Ley General de Salud.

Los diputados aprobaron establecer en la legislación que se considere delito grave y se sancione con uno a nueve años de prisión y multa equivalente de cien a mil días de salario mínimo general vigente, a quien por si o a través de otro expenda, venda o de cualquier forma distribuya bebidas alcohólicas adulteradas, contaminadas o alteradas, así como la introducción ilegal de las mismas al país.

La producción y comercialización de bebidas alcohólicas adulteradas ha dejado una contracción del 30 por ciento en los establecimientos y la pérdida de 6 mil empleos directos y 120 mil indirectos.

Estos productos, la mayoría de ellos distribuidos en el mercado negro, pone en riesgo la salud de la población, al poner bebidas de baja calidad y dudoso origen al alcance de los consumidores.

Al hacer uso de la tribuna, el presidente de la Comisión de Justicia, Humberto Benítez Treviño, dijo que de acuerdo con datos de la Procuraduría Federal del Consumidor, entre 45 y 50 por ciento de las bebidas que se consumen en el país son adulteradas o falsificadas.

El diputado priista resaltó la necesidad de sancionar conductas que durante años se han realizado bajo la impunidad, a pesar de que son consideradas un problema de salud pública.

“Con este dictamen, estamos protegiendo la salud de los hijos que asisten a los antros, y de acuerdo a la estadística, seis de cada 10 botellas de vino que se expenden son adulteradas”.

El presidente de la Comisión de Salud, diputado Antonio Osuna Millán, del PAN, afirmó que cada 10 bebidas seis son adulteradas y tan sólo en el Distrito Federal hay dos mil 200 establecimientos que venden licor con estas características.

Precisó que la problemática va en aumento por las ganancias que deja la falsificación de bebidas. “Ponen en riesgo la salud, porque tiene una carga de metanol y etilenglicol que provocan en sus consumidores mareos, pérdida de la vista o la muerte”, dijo.