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Que ocupen mujeres espacios pendientes del IFE

+ El PRD recuerda que hace 58 años ganaron su derecho al voto

          CD. DE MEXICO, 17 de octubre de 2011.- La Secretaria de Comunicación, Difusión y Propaganda del Partido de la Revolución Democrática, Verónica Juárez Piña, se sumó a la propuesta para que  sean tres mujeres quienes ocupen los espacios pendientes en el Consejo General del Instituto Federal Electoral.

Eso, dijo, como una medida importante para promover la participación política de las mujeres en México, tras recordar que el año próximo, cerca de 40 millones de votos pertenecerían a este género, frente a casi 37 millones que corresponderían a hombres.

A 58 años de que se respondiera en México a una exigencia para conceder a las mujeres de este país, derechos iguales a los de los varones mediante la aprobación del voto femenino, Juárez Piña destacó que el PRD, mantiene su empeño por seguir fortaleciendo este logro, desde los distintos ámbitos de su competencia tanto en los gobiernos estatales, municipales, y congresos nacional y locales, de modo que la cultura  de equidad de género y el impulso de las mujeres como factor del cambio que urge a México, sean un hecho.

La Secretaria de Comunicación, Difusión y Propaganda del PRD destacó que, no obstante que en 1947 se reconoció el derecho a votar y ser votada, falta mucho para lograr esa equidad que tanto se busca en los cargos de dirección y elección popular, así como en la toma de decisiones trascendentales para el país, por lo que ampliar el espectro de participación de este género, redundará en beneficios no sólo para ellas sino para toda la sociedad si se toma en cuenta que el pilar de cientos de miles de familias, yace en una mujer.

Juárez Piña, señaló que la participación de las mujeres en la vida política de México mediante su voto puede vigorizar la democracia, pues sin la participación de este sector mayoritario en el país, difícilmente se podría hablar de libertad plena.

Refirió que todavía hay muchos pendientes por atender y que requieren la participación de las mujeres pero, sobre todo, en conciencia y solidaridad hacia las mismas pues de nada serviría tener un Congreso con 80 por ciento de mujeres, o un órgano electoral dominado por este género, si se van a bloquear entre sí.

En este sentido, ejemplificó sobre ciertas actitudes omisas, o cómplices, de mujeres que pasan por liberales y que, en momentos cruciales como en los recientes casos de aprobación de leyes que garantizan el derecho a la vida, ciertas dirigencias fueron las primeras en bloquear a sus pares, en detrimento de avances que ya se habían obtenido, y con ello generaron un retroceso que ubica a este género como instrumento reproductor sin poder elegir libremente sobre su cuerpo y maternidad.

Asimismo, Verónica Juárez Piña recordó que desde hace dos años, el PRD ha impulsado iniciativas para equilibrar los espacios de elección popular en el Congreso de la Unión y los congresos locales a fin de garantizar la permanencia de mujeres en esos espacios y que el 50 por ciento de las candidaturas plurinominales sea para este sector.

Juárez Piña exhortó a mujeres y hombres a continuar un trabajo de unidad, dejando atrás egoísmos, mezquindades y -sobre todo- visiones misóginas para, en cambio, delinear un futuro comprometido con el género humano. Mujeres y hombres trabajando juntos, y el Consejo General  del IFE, indicó, puede ser una magnífica oportunidad.

“Garantizar a las mujeres  -dijo- el acceso y la plena participación en las estructuras de poder y la toma de decisiones, en igualdad de condiciones que los hombres e, incluso, ir más allá alentando la participación de millones de estudiantes, oficinistas, indígenas, madres de familia, profesionistas, abuelas, migrantes, y tantas mexicanas que tienen el derecho y la visión para dar el cambio que debemos dar tarde o temprano, debe ser a apuesta”, concluyó.

Cabe señalar que fue en 1947, durante el gobierno del presidente Miguel Alemán, cuando se reconoció nacionalmente el derecho de la mujer mexicana a votar y ser votada en los procesos municipales. Más tarde, en 1953, el presidente Adolfo Ruiz Cortines expidió la reforma a los artículos 34 y 115, fracción I constitucionales, donde se otorga plenitud de los derechos ciudadanos a la mujer mexicana.

En América Latina, el derecho al voto de las mujeres llegó en distintos momentos. En Argentina, se consiguió en 1947; en Brasil y Costa Rica se obtuvo en 1932; mientras que en Guatemala se concedió en 1945, pero sólo restringido a las mujeres que sabían leer y escribir.

En México, los primeros logros en relación con la igualdad política electoral de la mujer surgen en 1916 cuando en Chiapas, Tabasco y Yucatán, se reconoce la igualdad jurídica para que la mujer pudiera votar y ser elegida en puestos públicos de representación popular. En 1922 en Yucatán se reconoce el derecho de las mujeres a participar en elecciones municipales y estatales. En San Luis Potosí, en 1923 se aprueba la ley que permite a las mujeres alfabetizadas participar en procesos electorales.