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Acepta el Ejército su error

   MONTERREY, Septiembre 7.- La Secretaría de la Defensa Nacional lamentó la muerte de dos personas asesinadas por elementos del Ejército y anunció que ha iniciado una investigación que esclarezca los hechos.

El domingo por la noche, soldados de la Séptima Zona Militar dispararon contra un auto donde viajaban siete miembros de dos familias, por la carretera a Nuevo Laredo, a la altura de Escobedo, y murieron un joven de 15 años y su padre, y hubo cinco heridos.

 

Los militares sostienen que el vehículo pasó por alto un retén, mientras los agredidos refieren que los balearon cuando “trataron de rebasar un convoy militar” y que no se les dio ninguna indicación para que se detuvieran.

En conferencia de prensa, Alejandro Poiré, vocero de seguridad del gobierno del presidente Felipe Calderón, aseguró que la administración federal garantiza que investigará a fondo el caso.

En un comunicado, la Sedena expresó “las más sentidas condolencias a los familiares de quienes perdieron la vida en estos hechos y ratificó su compromiso con la ciudadanía de actuar con estricto apego al estado de derecho y respeto a los derechos humanos”.

El gobierno federal también envió sus condolencias a las familias agredidas y ofreció su apoyo.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) inició una queja de oficio por la agresión.

A través de un comunicado, el organismo nacional dijo que envió personal para ponerse en contacto con estas familias con el fin de brindarles ayuda y asesoría, recabar testimonios y dar seguimiento a lo sucedido.

“Un lamentable error”

Mandos de la Séptima Zona Militar reconocieron que fue un “lamentable error” disparar contra el auto particular, según el secretario de Gobierno de Nuevo León, Javier Treviño.

Sostuvo una reunión con mandos de la Zona Militar y  en conferencia de prensa refirió que “nos comenta el comandante de la Séptima Zona que se trató de un lamentable error en el caso del operativo y que se va a llevar a cabo la investigación y las sanciones correspondientes”.

 “Creo que fue alguna cuestión en el tema operativo en donde hubo algunas señales que llevaron a que se cometiera este error”, agregó.

José Luis de León Castellano, hijo de Vicente de León Ramírez y hermano de Alejandro Gabriel de León, los que murieron por las balas de la agresión militar, declaró que sus familiares “trataron de rebasar un convoy militar y al momento de hacerlo les dispararon”.

Negó que el vehículo donde viajaban siete miembros de su familia, hubiera pasado por un retén militar y que se les haya indicado detenerse.