MONTERREY, 11 de Septiembre.- El gobierno estadounidense puso un plazo y ya se cumplió, por eso 25 familias de trabajadores del Consulado que opera en esta ciudad se han ido.
El 27 de agosto, el vecino país envió un “boletín de advertencia” que pedía a sus diplomáticos del consulado de Monterrey, evacuar a sus hijos de la ciudad antes del 10 de septiembre, por los incidentes de violencia y secuestros.
“A partir del 10 de septiembre de 2010, el Consulado General de Estados Unidos en Monterrey es un puesto (...) donde no se permite la presencia en la ciudad de menores dependientes de empleados del gobierno de Estados Unidos”, detallaba el comunicado que indicó su vigencia “hasta que mejore la situación”.
Un intento de secuestro frente a un colegio al que asisten hijos de empresarios y asistían hijos de diplomáticos, la tarde 20 de agosto, fue la gota que derramó el vaso.
El Departamento de Estado de EU destacó la escalada de violencia para justificar el boletín y añadió que las policías locales no tienen la capacidad de garantizar la seguridad frente a los criminales.
Según esa dependencia, al menos un millón de estadounidenses viven en México y decenas de miles cruzan al país por razones de estudio, turismo o negocios.
Reconoció que el gobierno mexicano hace un “considerable esfuerzo” para proteger a los ciudadanos estadounidenses y a otros visitantes a sus principales destinos turísticos y que las áreas de recreo no registran los mismos niveles de criminalidad asociada a la delincuencia organizada, como ocurre en la frontera o en rutas de tráfico de drogas.