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La delincuencia ahora "va por el oro"

CD. DE MÉXICO, 1 de mayo DE 2012.- Los cárteles de la droga ahora también tienen entre sus actividades el robo de oro y plata que usan como moneda de cambio entre organizaciones transnacionales, destinando también parte a la elaboración de joyas y armas, dice la Procuraduría General de la República.

La dependencia federal informó que de 2008 a la fecha, inició 7 averiguaciones previas por robo de metales a mineras del país y explica que la delincuencia organizada usa el oro para lavar dinero del trasiego de drogas.

Han reportado robos de lingotes de oro en Sonora, Durango, Chihuahua, y en menor incidencia en San Luis Potosí y Zacatecas, por grupos fuertemente armados que interceptan en las carreteras federales a los transportistas, aunque la PGR advierte que los narcotraficantes no sólo roban los cargamentos, sino que tienen la capacidad para producir lingotes si el metal no está puro.

La Asociación de Mineros de Sonora (AMSAC) informó que los costos de producción subieron 15% al obligarse a invertir más en seguridad y transportación aérea. Su presidente, Joaquín Rojo de la Vega Ulloa, afirmó que la mineras han creado grupos armados para enfrentar los ataques.

De 2008 a la fecha se han iniciado las indagatorias por delitos de uso de recursos de procedencia ilícita por alrededor de tres millones de dólares, sin que hasta la fecha hayan encontrado a los responsables. La dependencia precisa que la investigación sobre el lavado de dinero se realiza a través del decomiso de lingotes a personas que pretenden transportarlos vía terrestre o aérea.

Una de las formas de lavar dinero por parte del crimen organizado, según la PGR,  es su fundición para la elaboración de joyería, la cual pueden vender de manera fácil en el mercado comercial.

De 2009 a 2010 fueron incautados 23 lingotes de oro y puestos a disposición de la Dirección General de Control y Registro de Aseguramientos ministeriales. De 2008 a septiembre de 2011 se ha consignado a 163 personas por operaciones con recursos de procedencia ilícita.

El 26 de junio de 2009, tres civiles y un general retirado transportaban 12 toneladas de concentrado de oro de una mina. Desaparecieron en Culiacán, Sinaloa, al igual que la carga.

En octubre de 2010, el cártel de La Familia Michoacana se apoderó de una región minera en la que explotaba ilegalmente metales, entre ellos el oro, para exportarlo a China. Ganó 42 millones de dólares.