México, D.F., 8 Junio 2013.- La Universidad Nacional colaboró con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) en el rescate de la Capilla de la Inmaculada Concepción, que reabrirá a fines de este año.
En los trabajos de recuperación y restauración del templo colonial, localizado en la Plaza de la Conchita, en el centro histórico de Coyoacán, se registraron hallazgos funerarios y arqueológicos que datan del año 650 hasta los siglos XVI y XVIII, que reescribirán la historia del lugar.
Roberto Meli, investigador emérito del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM, explicó que los daños del inmueble, declarado monumento nacional el 12 de julio de 1932, se deben al hundimiento del suelo provocado por la excesiva extracción de agua, además del deterioro por el tiempo.
El problema se ha acentuado en los últimos cinco años. La explotación de pozos en la cercanía ocasiona una inclinación hacia el suroeste, que ha provocado las grietas de su fachada y bóvedas.
“Los estratos de suelo abajo se han secado, por lo tanto, se encogen y pierden espesor. El proceso no es uniforme, porque el suelo presenta distintas características: en algunas partes hubo construcciones anteriores que consolidaron el terreno y en otras, se deforma con más facilidad, al no haber sido nunca cargado”.
Por este fenómeno, sufrió hundimientos desiguales que ocasionaron grietas, el desplome y fracturación de la nave, bóvedas, cúpula y fachada principal.
Los trabajos de restauración comenzaron en 2011 y comprenden tres etapas. En la primera, se rehabilitó la cimentación para que, aunque el terreno se hunda, el inmueble se comporte como unidad y no se agriete más. Con este fin, se intervino el subsuelo y se colocaron cinchos estructurales para evitar que el templo se cuartee.
Los expertos universitarios están a cargo del proyecto de rehabilitación estructural, que abarca el apuntalamiento de los muros, el cierre de grietas, la impermeabilización de techos, la colocación de un cinturón metálico en la cúpula y la restauración total.
Según las crónicas, el templo, conocido como La Conchita, fue construido por instrucciones de Hernán Cortés, en el siglo XVII. Por el deterioro estructural, además del hundimiento y desplome de sus muros, estaba cerca del colapso y fue clausurado por representar un peligro.