+ Escalador perdió a sus amigos hace 56 años en el Pico de Orizaba CIUDAD SERDÁN, Puebla, 6 de marzo de 2015.- El hallazgo de dos cadáveres momificados en el Pico de Orizaba por parte de varios alpinistas que escalaron el jueves volcán para localizar el sitio donde el pasado fin de semana fue descubierto un primer cuerpo, refuerza una hipótesis: los restos serían de montañistas desaparecidos el 2 de noviembre de 1959.
Hilario Aguilar Aguilar y Francisco Rodríguez, presidente del Club Alpino Mexicano y director de Protección Civil en este municipio, revelaron que los cuerpos estaban abrazados y vestían suéter rojo y chamarra azul y fueron ubicados a 5 mil 270 metros, en la cara noreste del Citlaltépetl. El avanzado estado de descomposición revela que tienen "muchísimo tiempo" bajo el hielo.
El ex alpinista Luis Espinosa Ruiz recordó que hace 55 años y 5 meses, el 2 de noviembre de 1959, un grupo de siete personas, seis de ellas integrantes de la Legión Alpina de Puebla, escaló el Citlaltépetl y como a las 12:15 horas, al pasar una grieta cerca del glaciar Jamapa, junto al cráter contó que un alud cubrió a cuatro de sus compañeros: Juan Espinosa Camargo, Enrique García Romero, Manuel Campos y Alberto Rodríguez.
El hielo arrastró a Darío Huesca, Marco Antonio Fernández Romero y a él, cuenta Espinoza Ruiz, quien, acompañado por Edmundo Pérez, uno de los integrantes del grupo de montañistas que escalaba en segundo término, trataron de ayudar a sus compañeros, pero sólo encontraron muerto a Alberto en una grieta. Los demás desaparecieron.
Desde entonces hasta 1997, don Luis realizó 20 ascensos en este coloso, con la esperanza de recuperar los cuerpos de sus amigos, sobre todo de "La Calavera", como le apodaban a García Romero, pues ambos estaban a un mes de egresar de la carrera de Ingeniería Química.
El miércoles anterior fue el día de su cumpleaños y Espinoza Ruiz recibió el "mejor regalo": la noticia de que alpinistas fotografiaron restos de una persona en el volcán, lo que le produjo profunda alegría.
El hombre de 78 años mostró fotografías de sus años en el alpinismo, el cual, pese a la tragedia, inculcó a sus hijos; mostró un papel con números telefónicos de dos guías: Francisco Reyes y Joaquín Canchola Limón, a quien habla recurrentemente para saber si hay información sobre sus compañeros perdidos hace 55 años y cinco meses, refirió.
Canchola Limón coincidió con Espinoza Ruiz, pues en sus 50 años como guía de alta montaña, ha participado en 10 rescates de personas muertas en el coloso, sin que alguien haya quedado en calidad de desaparecido.
Desde su punto de vista, el cambio climático se ha comido parte del glaciar del Pico de Orizaba, por lo que descubrió, después de medio siglo, el lugar donde la montaña enterró a los escaladores.
Consideró que en caso de confirmarse la identidad de estas personas, sería más fácil hallar a todos, después de ubicar al primero, pues todos estaban amarrados. En Ciudad Serdán, Aguilar y Rodríguez reportaron el descubrimiento al Ministerio Público quien dispondrá cuándo y cómo rescatar los cadáveres.