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Peña concesionó el agua del país

CD. DE MÉXICO, 19 de Junio de 2018.- El presidente Enrique Peña Nieto autorizó la concesión de permisos en 300 cuencas del país, que concentran 55% de las aguas de lagos y ríos del territorio mexicano.

Los permisos se levantaron con los decretos de reservas de agua publicados hace 10 días por el gobierno federal. Así, el agua ha sido concesionada por los próximos 50 años para usarse en la industria minera, el fracking, extracción de hidrocarburos, industria inmobiliaria o turística, al estar la mayor parte de las cuencas concesionadas en sitios donde se llevan realizan esas actividades.

Los permisos firmados favorecen el “uso doméstico y público urbano” del recurso natural para que los gobiernos locales que tienen concesionado el uso de agua potable, otorguen cesiones a empresas, como se ha autorizado en lugares como Veracruz, Puebla y Saltillo.

Se ha iniciado un movimiento generalizado en el país por parte de zonas agrícolas, porque están en riesgo de perder sus permisos y ya preparan amparos.

Académicos, legisladores y organizaciones se opusieron a estas concesiones y evitaron que durante esta administración la iniciativa oficial de la Ley General de Aguas saliera adelante. Pero con los decretos publicados en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, el 5 de junio, las limitaciones vigentes se eliminaron por décadas, y permite la asignación de grandes volúmenes a las comisiones locales del agua, varias de ellas que ya se encuentran en control privado, como puede verse en documentos analizados por expertos de la UNAM y otros estudiosos.

Los decretos que levantan restricciones sobre el agua, dan concesiones en 40% de las cuencas (300) de 756 del país en 20 estados; esto representa el 55% del volumen superficial según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), que explicó que la reserva es una cantidad de agua destinada para la protección de la naturaleza y el consumo humano.

La WWF explicó que participó junto con la Comisión Nacional del Agua en definir el agua que se necesita para lograr la conservación de la flora y la fauna de una cuenca, así como el agua que es necesaria para la población durante los siguientes 50 años, “respetando sus usos para actividades productivas actuales y aquellas que se habrán de desarrollar en el futuro”.

Pedro Moctezuma, uno de los autores de los análisis, pone como ejemplo que en las cuencas de Actopan y la Antigua, el decreto menciona que además del uso doméstico y público, se permite también la “modernización de los servicios del líquido”, que sería ejecutado por Odebrecht y Aguas de Barcelona.