Enero 22 de 2011.- El trasplante de piel aumenta la sobrevida, facilita la cicatrización, disminuye el dolor y el tiempo de recuperación
En México, con el inicio de operaciones del Centro Nacional de Investigación y Atención a Quemados (CENIAQ) en el Instituto Nacional de Rehabilitación, también se inauguró de manera formal el Banco de Piel y Tejidos, que es la unidad encargada de recopilar y procesar el tejido que proviene de donadores cadavéricos.
El Banco de Piel contribuirá a disminuir la mortalidad y discapacidad de los pacientes que sufrieron quemaduras de tercer y cuarto grado en 30 o 40% de su cuerpo, sin importar la edad.
Esta unidad es la encargada de procurar el órgano proveniente de donador cadavérico, procesarlo y enviarlo a las unidades hospitalarias que lo soliciten, en la cantidad que requieran, siempre y cuando formen parte del programa de trasplante de órganos.
Aun cuando se inauguró de manera formal junto con el CENIAQ, inició operaciones hace 18 meses, tiempo durante el cual ha obtenido alrededor de siete mil centímetros de piel.
Aclaró que este procedimiento está empezando en México, junto con la apertura de operaciones del Centro de Investigación y Atención a Quemados, por lo que hasta el momento no se ha solicitado piel.
Sin embargo, una vez bien establecido cambiará el pronóstico de los pacientes, ya que aumenta la sobrevida, facilita la cicatrización, disminuye el dolor y el tiempo en el que el paciente se integra a su vida habitual.
Como parte de sus actividades, el Banco también cultivará la piel y la expandirá como se hace en Europa, por ejemplo, en donde dos centímetros los pueden hacer crecer a dos metros cuadrados en un lapso de 30 a 35 días.
La piel de donadores cadavéricos se utiliza para dar al paciente una cubierta biológica temporal por entre 10 y 15 días, con el fin de evitar complicaciones en fases tempranas, como pérdida de calor, electrolitos, proteínas, líquidos e infecciones porque la zona está desprotegida.
En tanto, se buscan regiones de piel del paciente que se puedan tomar para cultivarla y expandirla en laboratorio en condiciones artificiales durante 28 a 40 días, para después implantarla al paciente.
Mencionó que el Banco de Piel y Tejidos del Instituto Nacional de Rehabilitación es pionero en México porque es el único que realiza procuración, pero se está haciendo una difusión del modelo en otros hospitales mediante actividades académicas del procedimiento, la cultura de la donación y conocimiento de los lineamientos básicos de donación de piel, y en breve iniciarán cursos de especialización con la UNAM para la formación de procuradores de este órgano.
El especialista subrayó que cualquier persona puede ser donadora de piel cuando fallezca, y aclaró que el procedimiento no implica despojarse de todo el órgano del cuerpo sino sólo algunos fragmentos.
Sólo se requiere que haga saber a su familia de su decisión de donar este órgano en caso de fallecimiento. Antes de obtener la piel, se realiza una evaluación para descartar infecciones o enfermedades infecto contagiosas por virus de inmunodeficiencia humana, hepatitis B y C, citomegalovirus, sífilis, Tripanosoma cruzy, paludismo o dengue.
La donación en vida no se realiza porque tiene implicaciones éticas, debido a que existe el riesgo de que queden cicatrices y por la genética de cada persona, pueden ser muy aparatosas.
Las láminas de piel de personas vivas se toman sólo como autoinjerto, es decir, de zonas sanas, por ejemplo la espalda, para expandirla en condiciones artificiales y colocarla en el área dañada.