WASHINGTON, D.C., 2 de Marzo de 2011.- La administración Obama pidió al Congreso de su país más de 10 mil millones de dólares para emprender programas que permitan reducir la demanda y consumo de drogas en Estados Unidos, para el año fiscal 2012.
Gil Kerlikowske, director de la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas, ha dicho que la solicitud es para apoyar los esfuerzos por reducir el uso de drogas y disminuir sus consecuencias en Estados Unidos.
En un comunicado, la Embajada de ese país en México hace resaltar que el presupuesto solicitado por el presidente Barak Obama, publicado el mes pasado, dedica más de 10 mil millones de dólares en fondos federales para reducir el consumo de drogas.
"Esto incluye casi 9 mil millones en servicios de tratamiento para los estadounidenses que abusan de las drogas - 98.7 millones de dólares más que 2010-- y mil 700 millones de dólares para programas de educación y comunicación dirigidos a prevenir la iniciación en el uso de drogas", subraya, lo cual representa un aumento de 123 millones de dólares respecto al año fiscal 2010.
Kerlikowske manifestó que el uso de drogas en Estados Unidos impulsa el crimen, la violencia, la adicción y la inestabilidad no sólo en esa nación, sino en todo el hemisferio.
"Siendo una de las naciones de mayor consumo de drogas, reconocemos que tenemos una responsabilidad en reducir la demanda de drogas aquí en casa para resguardar la salud y la seguridad de nuestros ciudadanos, y para apoyar la valiente labor del Presidente Calderón y de nuestros socios internacionales en sus grandes esfuerzos por combatir a las organizaciones criminales transnacionales", expone el funcionario el documento emitido.
Según la Embajada, pese al aumento en el uso de drogas el año pasado, la demanda total de en Estados Unidos se redujo dramáticamente en las últimas tres décadas y hoy en día los estadounidenses que usan sustancias prohibidas serían la mitad los que eran a fines de los años 70.
Otras cifras reveladas indicarían que ha habido una baja del 46% en el uso de cocaína entre los jóvenes adultos en los últimos 5 y una caída del 65% en la tasa de personas que dan resultados positivos para el uso de cocaína en el lugar de trabajo desde el 2006.