Saltillo, Coah., 15 de abril 2011.- La Semarnat estima que al menos el 60% de las áreas de matorrales incendiadas en el estado de Coahuila (que representa el 97% del total siniestrado), se recuperará esta temporada de lluvias.
Investigaciones recientes elaboradas en ecosistemas similares a los que existen en Coahuila por instituciones reconocidas en la materia, señalan que el fuego en matorrales aumenta la fertilidad del suelo tras la quema, lo que puede ser aprovechado para un rápido establecimiento de la cobertura vegetal, debido a la brotación de la vegetación quemada.
Otras investigaciones indican que se produce un periodo de regeneración con una clara tendencia a recuperar el grado de homogeneidad previo al fuego. También se ha encontrado que la mayoría de matorrales y plantas herbáceas comunes se pueden regenerar a sí mismas de partes de plantas que sobreviven al fuego, como las raíces y semillas.
En el caso de los matorrales, hay especies que aumentan su presencia después del fuego. Hay alguna parte minoritaria que puede ser susceptible a la presencia del fuego intenso y cuya regeneración por semilla tarda varios años y hay muchas especies de arbustos que emiten numerosos brotes de raíz y comienzan su desarrollo después del incendio.
En la fauna silvestre los efectos del fuego son principalmente secundarios. El fuego crea, destruye, mejora o degrada el hábitat para las especies, como la comida, cobertura, cobijo y ambiente físico
Para los carnívoros como los coyotes, pumas, linces, gatos monteses y zorras hay un beneficio, ya que después de los incendios, aumenta la población de mamíferos pequeños y presas de los cuales se alimentan.
La regeneración y aumento de bayas silvestres que producen los arbustos después de los incendios, favorece a los osos negros.
Por el contrario, para algunos conejos y liebres, los incendios severos pueden crear condiciones favorables con abundancia de comida de la regeneración de la vegetación.
Los roedores decrecen fuertemente de manera temporal después de un incendio severo, pero regresan la primera temporada después del incendio, usualmente de una manera abundante. Las ardillas y los castores aumentan generalmente su población.
Algunas especies de insectos pueden ser eliminadas temporalmente y volver a establecerse cuando se regenera la vegetación, otras especies son insensibles al fuego.
Por su parte los venados se benefician de la sucesión de la vegetación que proporciona el crecimiento de nuevos pastos, hierbas y arbustos que son su fuente preferida de alimento.
Víboras como la serpiente de cascabel son relativamente indiferentes al fuego, salvo en el caso de que fuegos muy severos las maten cuando penetran dentro de la tierra.