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Venden la "venda milagrosa"

+ El Estadio Azteca parecía hospital; los ambulantes hacen su agosto

CD. DE MÉXICO, 10 de julio de 2011.- Julio Gómez vivió un gran momento cuando con la cabeza vendada anotó un gran gol que dio el pase a la selección mexicana sub-17 a la final del Mundial de la categoría.

El momento lo retomaron los comerciantes en el estadio Azteca y la ofrecían como la "venda milagrosa". Ofrecían una venda ‘ensangrentada’ al aficionado para que emulara la herida del que también llamaron "héroe de la selección nacional". Costaba 20 pesos.

Uno de los comerciantes dijo que la idea surgió por el choque de Julio Gómez con un defensor alemán en el gol olímpico de Jorge Espericueta. El resultado para Gómez fueron seis puntos de sutura.

Hombres, mujeres y niños con la cabeza vendada abundaron como distintivo principal en apoyo al 'Tricolor' sub-17 momentos antes del arranque del encuentro.

"Llévate la venda del héroe de la selección nacional", rezaban las leyendas para la venta e incluso tenían como muestra a un menor tirado en el piso con la cabeza vendada.

Gómez hizo famoso el momento del choque de cabezas, pero su posterior atención y reingreso a la cancha con la cabeza vendada en el juego semifinal contra Alemania, lo hizo aún más a él. Todo el equipo mexicano sub-17 se vendó la cabeza en apoyo a su compañero lesionado.

Esta vez, millares hicieron lo mismo en las gradas del Azteca.