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En México hay 7 millones de diabéticos

México, D.F., 26 de noviembre 2011.- En México alrededor de siete millones de habitantes padecen diabetes y se encuentra entre los primeros 10 países con alta prevalencia a nivel mundial, informó Sergio Hernández Jiménez, médico adscrito al departamento de Endocrinología y Metabolismo del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”.

Síntomas como mucha sed y hambre, disminución o incremento de peso, aumento de presión arterial, despertarse en la noche para orinar, aparición de verrugas en el cuello, coloraciones oscuras en axilas son signos de alerta para el desarrollo de diabetes.

Este padecimiento tiene dos tipos de componentes: genético y ambiental, el primero es el más frecuente, sin embargo, los malos hábitos de alimentación y ejercicio pueden provocar obesidad y a su vez diabetes.

El Sistema de Salud está siendo rebasado por este tipo de enfermedades crónicas como obesidad, hipertensión, alteración en lípidos en sangre, inflamación hepática, entre otros, que deterioran a la persona y traen graves complicaciones.

Por esta razón, resaltó la importancia de que todas las personas a pesar de no tener predisposición genética de la enfermedad, lleven a cabo acciones de prevención como mantenerse en su peso ideal, eviten factores que se asocian a la aparición de la diabetes como el consumo de cigarro y bebidas alcohólicas.

Además, a partir de los 20 años de edad, toda la población debe realizarse mediciones de glucosa de ayuno, grasa en sangre, así como controlar el peso, estar pendientes de su presión arterial y mantener estilos de vida sanos.

Sergio Hernández señaló que hipertensión y diabetes por lo general van de la mano, muchos pacientes hipertensos son diabéticos y viceversa, por ello es necesario poner atención en otros trastornos metabólicos y no nada más en la glucosa, enfatizó el especialista.

Destacó que debido a que la diabetes no es una enfermedad que duele en etapas iniciales, los pacientes aun teniendo niveles muy altos de glucosa son completamente funcionales, por esta razón hay falta de adherencia al tratamiento, dieta y ausencia de ejercicio porque “se sienten bien”, lo cual permite que la enfermedad avance rápidamente y haya consecuencias más graves como insuficiencia renal.

Comentó que hay muchos mitos alrededor de diagnóstico y del tratamiento con insulina, “la población tiene la falsa creencia de que la diabetes se desarrolló a causa de un susto o coraje”, no obstante, esto refleja que la persona ya contaba con predisposición a padecerla, y no por esa situación.

En cuanto al tratamiento, hay personas que se toman el medicamento únicamente cuando se sienten mal lo que inhibe la eficacia del fármaco. El miedo a la insulina se debe a la creencia que puede dejar ciego al enfermo, sin embargo no provoca daños colaterales, lo importante es aplicar las dosis necesarias para mejorar la calidad de vida.

Finalmente dijo que para avanzar en el control de la diabetes es necesario transmitir información a toda la población sobre lo que implica padecer esta enfermedad y las consecuencias que conlleva ya que afecta incluso a los familiares.

En ese sentido dijo que existen programas educativos para este tipo de enfermos y así llevar un control adecuado de la enfermedad ya que las personas diabéticas requieren tratamiento multidisciplinario integral.