GUADALAJARA, Jal., 26 de noviembre de 2011.- El escritor colombiano Fernando Vallejo dijo que México está a punto de parecerse a Venezuela, incluso tener un Gobierno como el de Hugo Chávez, por permitir que lo manejen los "aprovechadores públicos" como a militantes del “conservador Partido Acción Nacional”.
"Hay algo peor que son los 'atropelladores públicos' y estamos al borde de tener uno de esos, de otro Chavecito en México, entonces sí váyanse preparando para que vuelvan esto una cárcel", dijo el letrado sudamericano luego de recibir el Premio FIL en Lenguas Romances que le otorgó la Feria Internacional del Libro, evento en marcha en esta capital del oc cidente mexicano.
En rueda de prensa, Vallejo calificó a los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón como "alcahuetas" de delitos cometidos por sus antecesores del Partido Revolucionario Institucional, que ejerció el poder por 7 décadas.
Vallejo es autor de La virgen de los sicarios (Alfaguara, 1993), donde retrata la vida de los bajos mundos de Medellín, y con ese conocimiento calificó como "un fracaso" la guerra contra el narcotráfico emprendida por Calderón, a quien consideró "un hombre indigno del puesto".
El colombiano llegó este día a realizar actividades diversas en la feria y declaró que la seguridad se ha ido de las manos al Estado, augurando que los cárteles de la droga terminarán por infiltrar a la Marina y al Ejército "último recurso que le queda" para garantizar el control del país.
Vallejo se naturalizó mexicano en 2007, hizo declaraciones sobre el nuevo gobierno español, que seguirá políticas similares a sus antecesores, de sus obras que no quiso explicar porque "la realidad es muy compleja y si era compleja antes, ahora con el vertido en el que entró el mundo, con mayor razón".
Pese a que una de sus obsesiones radica en la pureza del español, Vallejo aseguró que no seguirá en su defensa pues el idioma perdió "toda su gracia y expresividad” y que la lengua española está impregnada de términos norteamericanos hasta "lo más profundo", desvirtuando el significado y la entonación de las palabras.
"Yo ya di por perdida esa lucha y no la voy a seguir, que cada quien hable como pueda y escriba como pueda", se lamentó al terminar su exposición.