Banner

Invertirán en el rescate de Acapulco

+ Slim, Turismo y gobierno de Guerrero crean consejo

          ACAPULCO, Gro., 6 de Marzo de 2012.- Tras las caídas del turismo extranjero en las décadas 80 y 90 del siglo XX, que acabaron con la época de oro del Acapulco Tradicional, sectores afines al turismo confían en un nuevo proyecto avalado por el hombre más rico del mundo.

 

 

Quieren rescatar el área que fue base de lanzamiento del puerto para devolverlo al plano internacional, restaurando hoteles, mejora al transporte, limpieza de playas y generación de empleos. Esas son las piezas angulares del plan que recuperaría el esplendor del puerto alguna vez destino predilecto de Jet Set.

El 27 de febrero, el presidente del Grupo Carso, Carlos Slim Helu, encabezó un acto donde tomó parte la Secretaría de Turismo federal, el gobierno de Guerrero y la iniciativa privada para instalar el Consejo Consultivo para el rescate del Acapulco Tradicional.

A partir de 1940, por 4 décadas el turismo internacional tuvo auge en Acapulco por sus atractivas playas, que muchas estrellas internacionales utilizaron como escenario para sus películas, época en la que se construyeron muchos de los hoteles que le dieron mayor fama como el Casablanca, Caleta, Boca Chica, Las Hamacas, Flamingos, Prado de las Américas, Club de Pesca y Mirador, doonde alguna vez fueron huéspedes John F. Kennedy y su esposa en luna de miel; Elizabeth Taylor, Elvis Presley y Ursula Andress, así como Gary Grant, Gary Cooper, Rita Haywort, Frank Sinatra, Johnny Weissmuller, Orson Wells, Tyrone Power, Errol Flyn y John Wayne.

Allí se veía a Germán Valdez Tin Tan, quien como otras celebridades, adquirieron yates y residencias de descanso o construyeron suntuosas casas.

Pero a partir de los 80, otros destinos de playa como el de Cancún, en Quintana Roo, hicieron que Acapulco se olvidara un poco; lo abandonó el gobierno federal y solo lo salvó la cercanía con el Distrito Federal, según comenta el presidente de los hoteleros del Acapulco Tradicional, Javier Saldívar.

El dirigente dijo que antes se trabajaba con 85% de turismo internacional y 15% nacional. “Al turismo nacional hoteleros y restauranteros no lo querían recibir”, aseguró, y se agregó que en el sexenio de Luis Echeverría el gobierno riñó con los empresarios judíos y los mercados se comenzaron a cerrar y decayó el turismo internacional.

Ahora se firmó un compromiso para el rescate del Acapulco Tradicional, en el que participaron además de los representantes de los gobiernos federal y estatal 80 empresarios incluido Carlos Slim Helu.

Buscan incrementar la ocupación hotelera a más de 30%, lo que representaría una derrama económica superior a los 55 millones de dólares y generar unos 6 mil empleos directos, haciendo crecer el desarrollo turístico inmobiliario, la movilidad y transporte, la recuperación del espacio público, rescate de inmuebles en deterioro, así como normatividad de acciones de inversión a corto, mediano y largo plazo.

También realizar cuatro proyectos “detonadores”: un Centro de la Biodiversidad del Parque Papagayo; el Centro Recreativo Caleta y Caletilla; el Museo Marino Interactivo y el Corredor Comercial Langosta-Manzanillo, todos ellos planeados desde cero. Para el arranque el gobierno estatal prometió aportar alrededor de 300 millones de pesos.

Con la instalación del Consejo Consultivo se abrió extenso plan de trabajo que incluye aspectos de seguridad de personas y bienes; animación cultural y recreativa; equipamiento urbano, promoción y estímulos a la inversión nacional y extranjera para nuevas nuevas empresas.

Según Slim, el rescate físico de la zona tradicional del puerto de Acapulco redundará en un mejor nivel de vida para la población.

Por 25 años los hoteleros solicitaron sin éxito al gobierno federal rescatar al Acapulco Tradicional, donde, según Saldivar, hay 141 hospederías de las que 27 están cerradas, remodelan 80.

Saldivar —dueño de los hoteles Casablanca y Real del Monte— dijo que hoy se tiene la esperanza de que resurja el turismo extranjero y vuelva el “glamour” que distinguió a la zona.

El presidente de la Unión de Restauranteros de Caletilla Juana Marquéz Quiróz, José Luis Ladero, dice que existe temor, aunque también confianza, en el proyecto porque esperan que los tomen en cuentan para ser reubicados, luego que se les indicó que los establecimientos que se localizan en las playas se trasladarán a la plaza del Mercado de Artesanías de Caletilla.

También se harán modificaciones al área de la Plaza de Toros Caletilla y el Islote de Caleta, donde se encuentra el Parque Acuático Mundo Mágico Marino, así como en el Parque Papagayo.

Según el cronista y periodista Enrique Díaz Clavel, Acapulco nació en la península de playas donde están Caleta y Caletilla, y a raíz de la apertura de la avenida costera Miguel Alemán Valdés —que va desde Caleta hasta la Base Naval de Icacos— surgieron los hoteles Prado de las Américas, Club de Pesca, Casa Blanca, Del Norte y El Mirador.

Entonces, en el centro nocturno Ciros del hotel Casa Blanca actuaron las más famosas orquestas-banda de Estados Unidos y en sus jardines operaba el llamado “Beach Comber”, en el que se desarrollaban concursos de carreras de tortugas y se presentaba la entonces famosa bailarina La Martinique.

En el Prado de las Américas se hospedó el presidente Sukarno de Indonesia, quien fue recibido por su colega mexicano Adolfo López Mateos, y el hotel Los Flamingos se convirtió en club privado de la “pandilla de Hollywood” integrada por el Tarzán Johnny Weissmuller, Orson Wells, Tyrone Power y Errol Flyn, así como el gran astro John Wayne.

En La Quebrada el primer clavadista que se lanzó al mar fue el porteño Rogeberto Apac Ríos, quien tenía 11 años de edad, para convertir al arriesgado deporte en una tradición vigente.

Allí, el cómico Mario Moreno Cantinflas filmó parte de “El Bolero de Raquel”. Acapulco fue también escenario de “La Perla”, protagonizado por María Elena Marqués y Pedro Armendáriz.

El cronista y periodista local Anituy Rebolledo, dice que Acapulco se benefició del turismo extranjero debido a la Segunda Guerra Mundial, cuando los destinos de Europa no podían recibir visitantes y comenzaron a llegar visitantes de Canadá y Estados Unidos, principalmente.

Confirmó que en esa época de oro el turismo extranjero representaba alrededor de 85% de las ganancias del sector de servicios, el que se iniciaba en el Zócalo, seguía por La Quebrada y extendía hasta las playas de Caleta y Caletilla.