GUAYMAS.- El evento “Se te hará agua... la mirada” es parte de Foto Sonora y tendrá sede en Guaymas este viernes, como parte de la tarea del Instituto Municipal de Cultura y Arte, que invitó a la población guaymense a la inauguración de la exposición colectiva de fotógrafos guaymenses dentro de la Ruta del Arte estatal.
Tras inaugurar este evento, presentarán al grupo artístico de Itson Guaymas, “Kilómetro 3”, con un programa musical en la Peña Cultural, a partir de las 19 horas en Casa de la Cultura Edmundo Valadés. Todos los eventos son gratuitos para quien guste asistir.
Este será el último evento cultural de la presente administración. Al confirmarlo, Ariel Noriega, titular de Cultura y Arte, expresó estar “infinitamente agradecido” por el trabajo cumplido y los apoyos que tuvo para lograrlo no solo de las autoridades municipales, sino de la sociedad en general.
Hermosillo, Sonora.- Luego de un exitoso periodo de exhibición en el Museo de la Revolución en la Frontera (Muref) Ex Aduana de Ciudad Juárez, Chihuahua, a donde acudieron más de 35 mil personas a admirar la exhibición Mamut: el gigante de la prehistoria, que presenta el esqueleto armado en pie del Mamut de Ecatepec; este ejemplar de la especie más representativa de la Era de Hielo continúa su camino por el norte de México.
La muestra abre al público el día de hoy, en el Centro de Visitantes de la zona arqueológica Cerro de Trincheras, en la región del desierto de Sonora, a más de 220 kilómetros de Hermosillo.
La osamenta original de mamut, procedente de la Cuenca de México, fue rescatada, estudiada y ahora conservada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia. Está compuesta por 132 piezas ―120 originales y 12 recreadas― armadas y montadas en pie para la exhibición del esqueleto completo, que corresponde a un adulto joven, macho, fechado por su relación con las capas del depósito de hace 10,500 años.
Para esta exposición, el Mamut de Ecatepec se acompaña de contenidos que detallan su existencia en el pasado prehistórico, bajo la asesoría académica de la Dra. Guadalupe Sánchez Miranda, investigadora asociada al Centro INAH Sonora, quien explica que uno de los grupos con amplia distribución en México durante la época del Pleistoceno fueron los proboscídeos (mamíferos con trompa), de los cuales había cinco especies:
Mamut colombiano (Mammuthus columbi), mastodonte americano (Mammut americanum) y los gonfoterios (Stegomastodon y Cuvleronius). El ejemplar en exhibición fue identificado como Mammuthus columbi, de los animales más grandes del planeta, con una altura superior a los cuatro metros y un peso de 10 toneladas. Necesitaba comer alrededor de 200 kilogramos de alimentos diarios y beber 250 litros de agua. Su gestación duraba 22 meses y posiblemente llegó a vivir alrededor de 80 años.
La especie más representativa de la era de hielo vivió en Norteamérica y se extinguió hace 11,000 años. Aunque es proboscídeo, no es ancestro del elefante moderno que alcanza tres metros de altura y pesa seis toneladas. Pero hace seis millones de años, compartieron un ancestro común.
En el recorrido museográfico se explica que los numerosos lagos y pastizales del centro de México, fueron el hábitat natural de esta especie, donde encontraba suficiente comida y agua para abastecer sus amplias necesidades. En esta región se han hallado por lo menos 120 ejemplares de mamut. Pero contrario a lo que uno se pudiera imaginar, en el desierto sonorense también se han descubierto dientes y defensas, así como restos de mamut por lo menos en 26 sitios paleontológicos en el estado.
Esto porque hace 13,000 años no existía el desierto de Sonora. De acuerdo a los estudios de reconstrucciones ambientales en el sitio La Playa, localizado a 10 kilómetros de Trincheras, la vegetación del ahora árido valle, estaba representada por una Savana de pastizales con yuca, táscate y encino, así como algunos pinos en los cerros. En ese ambiente mucho más frío y húmedo pudo vivir el gigantesco mamut, junto con otros herbívoros: bisonte, camello y caballo prehistóricos, de los que también se han hallado restos en La Playa.
La conformación del Desierto de Sonora fue una de las causas de su extinción, así como la presencia humana que los cazaba, explica la museografía. Asimismo destaca la convivencia que hubo entre los primeros pobladores de América y el gigantesco mamut. En Norteamérica y México, los arqueólogos han investigado 18 sitios de caza de megafauna, de los cuales 15 son sitios de caza de mamut y dos de caza de mastodonte.
En Sonora se encuentra el único sitio de caza de gonfoterio encontrado hasta la fecha en el sitio denominado El Fin del Mundo, a unos 50 kilómetros al sur de Trincheras, en el municipio de Pitiquito, donde se hallaron las evidencias de que una banda de cazadores Clovis establecieron un campamento y cazaron a dos gonfoterios.
El sitio es de 13,390 años antes del presente y representa uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de Sonora para la historia del poblamiento de América.
Del 30 de agosto al 28 de octubre de 2018, el gigante de la Era de Hielo lucirá su monumentalidad en medio del desierto, en la Zona Arqueológica Cerro de Trincheras, representativa de la cultura Trincheras que existió en el sur de Estados Unidos y norte de México.
Hermosillo, Sonora.- El “Puente del último suspiro” era durante la segunda mitad del siglo XIX, el preámbulo para ingresar a una de las cárceles más temidas en la historia de México, la de San Juan de Ulúa, en Veracruz; otra fue el “Palacio Negro” de Lecumberri, establecida en la Ciudad de México bajo la dictadura porfiriana, como prototipo del orden forzado y la represión de aquellos años, cuando el país vivió una hondonada de descontentos sociales, entre ellos la guerra del Yaqui.
En Hermosillo, Sonora, se concibió un sitio semejante: la Penitenciaría General del Estado de Sonora, donde este año, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) inicia un macroproyecto de renovación integral museográfica y la obra de rescate e intervención arquitectónica para el uso cultural más importante de la institución en el estado, con una inversión de 12.5 millones de pesos para su primera etapa, informa José Luis Perea González, director del Centro INAH Sonora.
Considerada uno de los monumentos históricos emblemáticos del norte de México y de los principales referentes arquitectónicos de Hermosillo, enclavado en las faldas del cerro de la Campana, la Antigua Penitenciaría de Sonora fue en gran parte construida con piedra extraída de la misma colina por manos indígenas yaqui de los barrios vecinos La Matanza y Las Pilas, quienes cortaban la piedra marmoleada del cerro para levantar los muros de lo que sería su prisión durante el proceso de deportación al sureste de México, como cautivos de guerra.
Se inauguró el 15 de septiembre de 1908, pero su desarrollo inició en 1902, como respuesta a lo que el Porfiriato consideraba el México insumiso, concebida como un sitio donde se recibieran suficientes dosis de castigo para aprender la obediencia. Así lo anota la historiadora del INAH en Sonora, Raquel Padilla Ramos, y advierte que para el sistema porfiriano era indispensable establecer este tipo de instituciones en lugares estratégicos.
Sonora fue uno de ellos ya que estuvo gobernado por un triunvirato prácticamente militar, bajo la justificación de las incursiones de indios apaches y las hostilidades de los yaquis. Se trató de un moderno edificio diseñado por el ingeniero Arthur Francis Wrotnowski, quien también participó en la construcción de los puertos de Veracruz y Tampico, así como el Palacio Municipal de Guaymas.
La obra arquitectónica está constituida por dos edificios, uno de ladrillo que durante los primeros años —cuando el inmueble funcionó como cárcel— albergó los juzgados, las oficinas de administración y las habitaciones del alcaide, máxima autoridad dentro de la penitenciaría. En tanto el edificio de piedra estuvo destinado para el área de prisión.
La solución arquitectónica del proyecto fue para su época de lo más moderna, dotando a las celdas de los servicios básicos de higiene y contemplando áreas para diversos talleres que permitiera al interno alguna actividad productiva. Funcionó como cárcel hasta 1979, quedando sus muros como mudos testigos de importantes momentos de la vida social y política del estado: la huelga de Cananea, la deportación de los yaquis, la persecución religiosa, el antichinismo, la Liga 23 de Septiembre y los movimientos estudiantiles. En 1957, ahí ocurrió el último fusilamiento que hubo en el país.
En abril de 1982, el INAH y el gobierno estatal convinieron darle un nuevo uso al histórico edificio, acordaron su restauración para la instalación del Centro Regional del INAH en Sonora y un museo sobre la historia del estado y su sociedad. El proyecto respetó la imagen original del edificio y las numerosas celdas fueron acondicionadas como espacios de exhibición, oficinas, laboratorios y talleres, de tal modo que hasta el día de hoy, al recorrer sus espacios se pueden apreciar el grosor de sus muros de piedra, los barrotes originales, las estrechas puertas y celdas con techos abovedados.
La Antigua Penitenciaría porfiriana abrió como museo el 12 de septiembre de 1985. Durante tres décadas no sólo ha resguardado el patrimonio cultural sonorense sino también ha desarrollado proyectos de comunicación educativa, divulgación de investigaciones y decenas de exposiciones temporales e itinerantes que lo mantiene como un museo vivo. En tanto su sede es considerada un importante patrimonio histórico y cultural de México y símbolo invaluable del norte.
A partir de junio de 2018, el INAH somete este inmueble histórico a un Macroproyecto de Renovación Integral del Museo Regional de Sonora y Reapertura de Servicios al Público de la Antigua Penitenciaría, que se traduce en la obra de rescate e intervención arquitectónica para el uso cultural más importante desarrollada por el INAH en Sonora, cuya primera etapa concluirá en diciembre próximo, informa el antropólogo Perea González.
La tarea de rehabilitación y renovación de la Antigua Penitenciaría, explica Perea González, se ha planteado en dos sentidos: por una lado, como un proyecto que enriquezca contenidos museológicos, incorpore nuevas colecciones, guiones actualizados a partir de investigaciones desarrolladas en los últimos 33 años, considerando tanto las aportaciones de investigadores del INAH como de otros centros de la región.
“Queremos ofrecer un museo de la gente de Sonora, donde los sonorenses se reconozcan no como espectadores sino artífices orgullosos de su pasado. A través de sus colecciones y museografía pretendemos un homenaje a la diversidad cultural de la región noroeste del país y particularmente del estado”.
Asimismo, se concibe como un proyecto de restructuración arquitectónica, sustentado en estudios que ha llevado a cabo la sección de Monumentos Históricos del Centro INAH Sonora, conjuntamente con las coordinaciones nacionales de Monumentos Históricos y de Obras y Proyectos del INAH. Este año, el proyecto se dirige a acciones emergentes y preliminares como son la rehabilitación del sistema hidrosanitario, de bajadas pluviales e instalación eléctrica, y en la renovación de los sistemas de control climático y de seguridad. En esta primera etapa se llevará a cabo la reapertura parcial de servicios al público y se restaurará una celda para mostrarla a los visitantes, informa Perea González.
Se da mantenimiento y rehabilita el sistema estructural de madera de las galerías, así como de puertas y ventanas y se mejoran los acabados en muros y pisos del edificio de ladrillo. Igualmente, en esta área se llevarán a cabo trabajos de adecuación de salas de exhibiciones temporales con acciones de mantenimiento correctivo, dotación de mobiliario e iluminación museográficos, además de los sistemas de seguridad y control climático. Las salas de exhibición temporal abrirán al público a finales de noviembre con la exposición México en el Patrimonio Mundial, menciona el arquitecto Zenón Tiburcio Robles, director del Museo Regional de Sonora.
El edificio de piedra volverá a alojar las salas de exposición permanente, como cuando se inauguró en 1985. Para tal efecto se trabaja en un nuevo programa museológico que estará sustentado en la diversidad cultural del noroeste, sus pueblos originarios y mestizos, respetando las diferentes etapas históricas, mientras tanto, investigadores de la región integran los guiones científicos.
Asimismo, se ha avanzado en el registro de colecciones, que se componen de cerca de tres mil piezas. Uno por uno, cada objeto ha sido fotografiado desde diferentes ángulos y se han elaborado sus fichas respectivas con descripción detallada de sus características físicas, técnicas, culturales, científicas y estado de conservación, a fin de facilitar su clasificación y reconocimiento. El registro del acervo actualizado conforme a las nuevas herramientas de registro de colecciones del INAH se integra a una base de datos nacional, informó Zenón Tiburcio Robles.
La primera etapa del macroproyecto concluirá en diciembre y ya están definidas las siguientes: la segunda, programada de 2019 a 2021, contempla la continuación de la intervención y restauración arquitectónica, principalmente del edificio de piedra, y la tercera, a realizarse de 2022 a 2024, concluirá el montaje museográfico de las salas permanentes y abrirá nuevas áreas de servicios educativos y culturales.
+ Certifica a estudiantes y maestros en reconocido Estándar de Competencia
GUAYMAS, Son., 25 de Junio de 2018.- Un total de 55 certificaciones en el Estándar de Competencia EC0304 Operación de Controlador Lógico Programable, y la inauguración de dos Centros de Entrenamiento en Alta Tecnología, fueron actividades realizadas en la Universidad Tecnológica de Guaymas.
Las encabezó el subsecretario de Desarrollo Económico de la Secretaría de Economía, Leonardo Ciscomani Freaner, quien asistió en representación del titular, Jorge Vidal Ahumada, quienes fueron recibidos por el rector Pedro Mar Hernández y representantes del sector industrial.
El rector Mar Hernández, señaló que el objetivo de este centro y entrega de certificaciones es contribuir a la formación y desarrollo de personal calificado en habilidades y destrezas, que el sector productivo requiere en el Estado y con ello satisfacer la demanda de capital humano especializado.
Cientos de estudiantes estuvieron presentes y tomaron parte la directora de Vinculación de la Secretaría de Educación y Cultura, Lindsay Rosas Villarreal; Enrique Hudson Alcérreca, director del Parque Industrial Roca Fuerte; Sonia López Bojórquez, responsable del Centro de Entrenamiento de Maquilas Tetakawi y el director de Desarrollo Económico municipal, Juan Cordero Gutiérrez.
Leonardo Ciscomani Freaner aplaudió este trabajo y la vinculación que significa para la institución y para cada uno de los jóvenes que reciben esta certificación nacional.
Omar Villarreal Ochoa, director adjunto de Promoción y Desarrollo del Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales (Conocer), expresó su reconocimiento al ser la UTGuaymas una de las instituciones que en menos de un año logra una Certificación de este nivel, luego de a verse convertido en apenas el 2017, en la sexta entidad Certificadora del Estado.