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Padrés insiste: Claudia se ensañó conmigo"

HERMOSILLO, son., 26 de octubre de 2021.- Proyecto Puente publicó la segunda parte de la entrevista a Guillermo Padrés y en ella, el ex gobernador asegura que Claudia Pavlovich se ensañó contra él y creó órganos de gobierno para construir expedientes sin fundamentos.

Violó la ley cita, olvidando la presunción de inocencia, y solo lo “levantó” y lo encerró.

Padrés ha ganado 3 de las cinco demandas interpuestas por mal uso de recursos y por las dos restantes puede volver a prisión. Hoy habla de eso porque ya terminó el proceso electoral y “ya se fue” Claudia Pavlovich del gobierno, quien “todavía me podía hacer mucho daño”.

Retador, dice que a ver, “que me diga lo que me dijo, como ex gobernadores los dos”.

Entre otras cosas que dijo, está que él nunca mandó torturar y procesar a Gisela Peraza, quien dirigía la Casa de Gobierno cuando se descubrió un faltante de dinero de nómina.

Sus obras “ahí están”, reitera, y vuelve al acoso y persecución en su contra de Claudia Pavlovich, a quien acusa de abusar de muchas familias con su Fiscalía anticorrupción, creada al margen de la ley “porque era una venganza pura, era un ánimo tanto de la Federación como del Estado de corretear a sus adversarios políticos y no se vale eso”.

Se le hace ver, fueron más de 400 denuncias presentadas contra su gobierno, con 558 millones de pesos en bienes que supuestamente le decomisaron, pero “lo único que te quiero decir que es que yo estoy a favor de combatir la corrupción. Aquí en nuestro país todos los políticos tenemos una gran deuda con la sociedad”.

No conoce las demandas. Muchas no se han dado a conocer, el mismo funcionario si está implicado o no, no las conoce.

No respondió al tema de las caballerizas y sus ejemplares “pura sangre”. Dice sí, que el presidente López Obrador no le ayudó ni tiene relación con él, “nunca tuvo nada que ver en mis procesos”.

Y lanza el estoque diciendo que al cambiar el gobierno de Peña y entra el del presidente López Obrador, se respiró otro aire en los juzgados y en todo el país, “¿Por qué? Porque se fue un gobierno represor”.

Se dice confiado en la ley pero teme perder de nuevo su libertad. Afirma que los bienes que posee vienen de su trabajo, de generaciones.

Define su gobierno como de buenos resultados y “si tú te metes a comparar los gobiernos, vas a ver que el mío tuvo los mejores indicadores en creación de empleo, en seguridad, tuvo los mejores en inversión pública, en salud, en educación, sobre todo en la percepción de corrupción; si tú te vas analizar vas a ver que la percepción en otros gobierno fue mayor”.

Su patrimonio –dijo en su declaración—en 2015 era de 261 millones de pesos entre ranchos, campos agrícolas, 1,200 cabezas de ganado, terrenos, casas, distribuidora de autos, exportadoras de muebles y refacciones automotrices.

Pero ahora dice que era de su familia, no suyo. Y darlo a conocer es prueba de que no oculta nada, porque otros lo ocultan, afirmó.

Sobre el costo de su defensa cargo de uno de los despachos más caros del país (de Diego Fernández de Ceballos, panista ex candidato presidencial y Antonio Lozano Gracia, ex procurador de la República), evade responder, pero acepta que fue mucho y “me alcanzó hasta donde me alcanzó, ya hace poquito más de dos años ya no pude yo seguir con esa defensa”.

Ahora lo defiende su hijo, un abogado asociado con otros despachos.

Al quejarse de nuevo de su sucesora, pregunta: “¿Quién no se acuerda de los 32 mil millones de pesos que se llevó Guillermo Padrés y que a la hora de la hora no pudo comprobar absolutamente nada? Pero el daño ahí se quedó”.

Quiere mucho a sus amigos y muchos de ellos fueron mis funcionarios, pero aclara, el Gobierno estatal tiene alrededor de 60 mil empleados y en cada cambio de sexenio no se cambia ni el 5%, no se puede.

Por ello reconoce que “fallamos todos” en muchas cosas, sin embargo, independientemente de lo que digan o no digan “revisen las estadísticas de mi gobierno y en ninguna me ganan porque lo hicimos con un objetivo muy claro que era que el gobierno fuera muy eficiente”.

De sus funcionarios reconoce que les fue bien, pero es que “a muchos de ellos yo los conocí ganando 6 mil pesos al mes y, de repente, llegaron de funcionarios y estaban ganado 70, 80 mil pesos al mes. Por supuesto, a unos los he visto con mejor nivel de vida”, defiende, pero no toca la interrogante sobre si su bienestar surge del gobierno en el que participaron. En cambio, resalta lo importante que para él son sus amigos.

Dijo que no hablaría más de política porque “se me vino el mundo encima” y reconoce su principal error: ser demasiado abierto y transparentar todo.