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Vuelve la metralla y matan a otro agente de la AMIC

+ Sentencian a feminicidas de SLRC a 56 años de cárcel

HERMOSILLO, Son., 12 de marzo de 2019.- Un reporte de ráfagas de metralleta alertó a la Fiscalía General de Justicia del Estado, que al confirmarlos supo de la agresión sufrida por uno de sus agentes.

Poco después de las 17 horas, en bulevar Paseo Las Lomas y Moliere, colonia Las Lomas –en el Sur de Hermosillo--, quedó sin vida quien era identificado poco después como Francisco Asdrúbal “N.”, de 39 años, elemento de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC), asignado a la Base Operativa Navojoa.

El ahora fallecido había sido concentrado por cursos en el Instituto Superior de Seguridad Pública del Estado (Isspe) desde hace tres meses.

Fue agredido cuando estaba a bordo de un vehículo Ford F-150 color gris, que a simple vista mostraba en su carrocería numerosos impactos de bala.

Oficiales de la Policía Municipal actuaron como primera autoridad, activando el Código Rojo del C5i (Centro de Control, Comando, Comunicación, Cómputo, Coordinación e Inteligencia, de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Sonora. La Fiscalía recuperó 19 casquillos percutidos calibre 7.62x39 y un cartucho útil del mismo calibre, utilizados para disparar con fusiles de asalto conocidos como “cuerno de chivo”.

La FGJE confirmó que carece de información de el o los agresores, por lo que se inició con las indagatorias correspondientes para establecer los hechos.

FEMINICIDAS: 56 AÑOS DE CÁRCEL

SAN LUIS RIO COLORADO, Son.- Una pena histórica de 56 años logró la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) contra una pareja imputada en el delito de feminicidio.

Gloria Karina N., de 35 años, y Alberto N., de 37, recibieron la sanción por el Juez Oral Penal en la audiencia de individualización, celebrada el pasado 1 de marzo.

El trabajo coordinado de Agentes del Ministerio Público Especializados adscritos a la Vicefiscalía de Procesos de la FGJE, decretó que los acusados merecían una pena cercana a la máxima y el juez aceptó imponerla, resultando el histórico de 56 años 2 meses y 5 días de prisión, con una multa de 70 mil 734.13 pesos, 6 mil 722.26 de reparación del daño material.

Además, 66 mil 506.69 pesos de reparación de daño moral, dentro de la causa penal 337/2017 por feminicidio cometido en agravio de Yessica Lizeth N., de 24 años, a quien dieron muerte el 4 de noviembre de 2017, luego de que la Policía Municipal tuvo conocimiento de la privación ilegal de una persona en callejón San Francisco y San Felipe.

El compañero de la afectada declaró que estaban a bordo de un vehículo Ford Grand Marquis 1999, cuando arribaron los imputados y agredieron a la joven con un arma blanca. Gloria Karina N. le reclamó fuerte, posteriormente bajaron al hombre y se llevaron a la perjudicada al domicilio del imputado.

Investigaciones posteriores revelaron que entre ambos le causaron lesiones contusas en el cuerpo, traumatismo craneoencefálico y heridas punzocortantes. Luego se le privó de la vida por asfixia por estrangulamiento, para después los acusados realizar una excavación de baja profundidad donde depositaron el cuerpo de la víctima.

Iniciaron una fogata, a la cual echaron madera para avivar el fuego, logrando quemar el cuerpo, incluso ya sin vida todavía le provocaron dos heridas a la joven mujer. Elementos de Seguridad Pública Municipal acudieron al domicilio y sorprendieron en flagrancia delictiva a la pareja, encontrando el cuerpo en avanzado estado de calcinación.

La audiencia de Juicio Oral estaba programada para el 21 de enero de 2019, pero la defensa de los acusados solicitó que fuera diferida, quedando el 20 de febrero.

Se prolongó el 20 y 21 de febrero, lapso donde la Fiscalía presentó 18 testigos, incluyendo peritos en Criminalística, médico legista y perito químico, además de la participación de testigos cuyo testimonio determinó la plena culpabilidad de ambos acusados.

Durante la audiencia, fue escuchado el testimonio de la señora Lina “N.”, madre de la occisa, quien narró que la víctima se trataba de su única hija y pudo reconocerla gracias a los tatuajes y cicatrices característicos, ya que su rostro no fue incinerado, pero estaba sumamente flagelado.