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Primer día de diciembre y ya van dos ejecutados

altGUAYMAS, Son., 1 de diciembre de 2019.- Este puerto vela aún a los ejecutados de noviembre, cuando las armas de fuego terminan con nuevas vidas y en el primer día de diciembre, dos hombres fueron ejecutados en el tributo exigido por la guerra de pandillas que disputan territorios.

Lo que debió ser un domingo de relajamiento, se vio alterado por estampidos en ráfaga en la colonia Punta de Arena, donde balas de AK-47 impactaron a un hombre en el exterior de su domicilio.

En Punta de arena, un tradicional sector al oriente del Centro Histórico, van tres ejecutados en 7 días, y en el caso dominical cayó Francisco Arturo Frías López, de 55 años, cuando llegaba a su casa de Callejón Segundo y bulevar Porfirio Hernández.

El asesinado era padre de Francisco Arturo, “El Pafo”, de 34 años, abatido por un grupo armado la noche del sábado 24 de noviembre, en calle Los Alpes Final, a pocas cuadras de donde quedó su padre.

El viernes 29 de noviembre cayó también en calle Los Alpes, José Real, “El Cuatito”, de 23 años, y lo velaban este mediodía cuando el rugir de las metralletas se escuchó con su mortal mensaje.

UNO MÁS EN PLENO CENTRO

GUAYMAS.- La segunda ejecución en el primer día del mes de diciembre, se dio poco antes de las 8 de la noche, cuando de al menos cuatro impactos de bala cayó en la acera un hombre identificado por sus propios familiares como Jesús Ernesto R.M., de 31 años, residente del conflictivo espacio conocido como “El Banquetón”, en “Las Golondrinas.

La nueva ejecución se dio en Avenida Serdán casi esquina con calle 26, frente a la sede de las oficinas del Sistema de Administración Tributaria, y a unos metros de la Administración de Aduana de Guaymas y del Banco del Ejército, donde permanentemente hay vigilancia de fuerzas armadas.

La Policía Municipal, que actuó como primer respondiente, encontró el cuerpo de la víctima. La Fiscalía de Justicia de Sonora se encargó de iniciar los procedimientos legales de rigor.

De “El banquetón” y Punta de Arena con, precisamente, las últimas víctimas mortales de la guerra del narco que ha asolado las calles del puerto.