+ Acuden los Bomberos Voluntarios a inspeccionar el sitio; Protección Civil ordena acordonar y clausurar el área
GUAYMAS, Son., 8 de Septiembre de 2017.- Trozos de techo de una sección de la vieja “Casona Ricaud” cayeron con gran parte del plafón metálico repujado, provocando que las autoridades de Protección Civil ordenaran acordonar el área tras una inspección de los Bomberos Voluntarios de Guaymas que determinaron el riesgo existente.
No es la primera vez que se reportan fallas y este tipo de hechos en la casona que data de 1903, cuando nació como sucursal de una institución bancaria.
Aunque una parte de lo que fue una magnífica residencia ha sido rescatada y rehabilitada para operar como Notaría Pública, otra es víctima del descuido y la incapacidad de sus propietarios para rehabilitarla.
Los trozos de techado precipitados son parte del material sujeto a humedad por las lluvias, pero el gran riesgo es que ha quedado debilitado y podría caer la plancha completa formada por madera y tierra.
TIENE 114 AÑOS
Lo que ahora se conoce como “La casona” y donde operó el negocio de conchas marinas de Mari Ricaud, fue creada para albergar la sede del Banco Occidental de México, cuya operación no soportó la crisis de los años 20 y cerró sus puertas.
Fue adquirido poco después por el empresario de las finanzas Carlos Heinecke, quien a su muerte lo heredó a su descendencia. Allí permaneció Mary Ricaud cuando casó con Enrique Ricaud, y hasta los años 90 funcionó su negocio de conchas marinas que fue reconocido en el mundo. Incluso descubrió dos variedades nuevas de concha, que investigadores estadounidenses bautizaron con su nombre.
Ambos han fallecido y media casa está en buenas condiciones para operar una notaría pública. La otra sección está en semiruina y en riesgo.
Los intelectuales locales han lamentado el descuido y directamente han criticado la falta de acciones para apoyar el rescate de este patrimonio, que lleva paulatinamente a su desaparición, que debieran emprender directamente el Ayuntamiento, el Instituto de Antropología e Historia (INAH) y el Instituto Sonorense de Cultura, responsables del patrimonio cultural en los municipios y el Estado.