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Se recupera Luis Alberto en el IMSS

+ Perdió 4 dedos, pero se los reimplantan médicos de la institución en Cajeme

          CD. OBREGÓN, 10 de Febrero de 2011.- Luis Alberto Velarde Beltrán llegó al Hospital General Regional No. 1 luego de perder más de dos litros de sangre; la cirugía duró alrededor de 11 horas en la Unidad Médica de Alta Especialidad

Se trata de la primera cirugía de reimplante de tres articulaciones en un hospital del IMSS en Sonora, gracias a la preparación y equipamiento con el que cuenta el personal médico.

La reacción de Luis fue sujetarse fuerte la muñeca derecha con la mano izquierda. Quería llegar lo más pronto posible a un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social y evitar perder mucha sangre, luego que una máquina rebanadora del rastro en el que trabaja, le amputara de tajo cuatro dedos.

De pronto, en ese lugar que se encuentra en Bácum, a 25 minutos de Ciudad Obregón todos se quedaron en estado de shock, y sólo Marcelo atinó a recoger el segundo, tercero y cuarto dedo de Luis Alberto Velarde Beltrán, que únicamente salvó su pulgar derecho. Con la otra mano, amarró un suéter que tenía en esa sala donde manejan productos congelados a menos 3 grados centígrados, y salió directo al Hospital General Regional No. 1 del IMSS.

En un automóvil de la empresa iba un chofer y la persona encargada de tratar los asuntos de riesgos de trabajo, quien llevaba los cuatro dedos de Luis envueltos en una bolsa de plástico y en un recipiente con hielo, que ayudaba a mantener el tejido. En el camino encontraron a una patrulla de la Policía Municipal, que los escoltó hasta la puerta de urgencias del Hospital.

“En ese momento estaba consciente, porque dije, 'si me asusto, vamos a estar mal todos aquí', entonces traté de ser prudente porque no sentía mi mano, no me dolía... En lo que venía pensando más era en salvar mi vida, no tanto en mi mano. Venía pensando en el hijo de tres años que tengo”, narró Luis, quien vive en San José de Bácum y tiene 23 años.

En el camino perdió más de dos litros de sangre, pero aún así llegó consciente al hospital del IMSS, donde lo pusieron en una camilla, le aplicaron sueros y le hicieron los primeros exámenes para saber si sus dedos podrían ser reimplantados.

Hasta ese momento, fue cuando al hospital llegó Nereyda Beltrán, mamá de Luis, a quien le avisó una amiga del accidente de su hijo. Estaba muy asustada, pero los médicos le dijeron que su hijo estaba fuera de peligro, aunque que era necesario intentar salvar sus dedos a través del reimplante en el otro hospital del Centro Médico Nacional del Noroeste, la Unidad Médica de Alta Especialidad del IMSS.

“A mí me dijeron de la posibilidad del reimplante, que iban a tratar porque era muy severa la lesión, porque venía hecha pedazos la mano, los dedos, y eso me dijeron los médicos, porque en un momento existió la posibilidad de que hasta le amputaran la mano”, explicó Nereyda.

Luego que se estabilizó al paciente por el equipo de urgencias del Hospital 1, el grupo médico de la UMAE, encabezado por los cirujanos Arturo López Mata y César Méndez Astorga, determinó que se reimplantarían el segundo, tercero y cuarto dedo; el quinto, es decir, el dedo más pequeño, había sufrido lesiones que no permitirían una reacción positiva a la cirugía. Y fue así que inició la cirugía que duró alrededor de 11 horas.

“Una vez que se lograron identificar todas las estructuras de cada dedo se realizó la fijación del hueso mediante un clavo y se comenzó con la conexión de venas, arterias y el tendón, utilizando equipo de microscopio especial y para la unión, un material que es más delgado que un cabello”, dijo el doctor Arturo López Mata, quien ha estado al tanto de los cuidados de Luis.

“De hecho me operaron un jueves y el doctor López Mata, que no trabaja ni el sábado ni el domingo, vino ambos días en su día de descanso para hacer curaciones y saber cómo era el avance. Siempre estuvo al pendiente y ha sido muy profesional el doctor, al igual que el doctor César Méndez Astorga”, comentó Luis en su cama del hospital del IMSS, donde continúa recuperándose.

Uno de los médicos le dijo a Luis que reconocía su fortaleza porque 'los vellitos de los dedos no se cayeron, y la coloración nunca se perdió', lo que sorprendió al especialista del Seguro Social, que asegura, la recuperación ha sido positiva y existe la posibilidad de que el paciente recupere la movilidad en sus dedos, pero todo dependerá de la terapia que también podrá tener en la UMAE.

Mientras Luis se recupera, asegura que se siente en perfectas condiciones físicas y psicológicas, aunque no sabe si volverá a trabajar, se siente contento porque recuerda su mano sin los dedos, y sabe que ahora tendrá la oportunidad de volver a utilizarlos.