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Los "chuchos" y López Obrador

CD. DE MEXICO.- Es una pena que el PRD, sobre todo los Chuchos, se sigan prestando al juego perverso de Andrés Manuel López Obrador, de levantar a la gente para exigir la anulación de las elecciones, sólo porque él no ganó.

Ya que las acusaciones que presenta son una reverenda burla para la ciudadanía; llevar al tribunal electoral recortes de periódicos, comentarios de redes sociales, comales, playeras, gorras  y otros elementos como prueba para anular las elecciones presidenciales raya en la esquizofrenia.

Poco a poco los magistrados del Trife han ido desechando pruebas y continúan investigaciones sobre las operaciones financieras que aportaron, presuntamente, fondos a la campaña de Enrique Peña Nieto; con lo que pudo haberse rebasado el tope de gasto de campaña.

De comprobarse esto último, cuya impugnación así dirigida es la de mayor peso del tabasqueño; la ley electoral no prevé anulación de los comicios por esa causa, sino una multa al partido postulante.

Por ello resulta evidente que no obstante conocer la ley electoral, el candidato de las izquierdas, que perdió limpiamente la elección por más de tres millones y medio de votos de diferencia con respecto al puntero; siga una movilización que en el marco legal no le dará frutos. Pues las leyes --que son generales-- no se acomodarán nunca a su gusto.

No es extraño que en este nuevo episodio, el PRD, PT y MC hayan entrado al juego de López Obrador, como hace seis años. Sin embargo, resulta extraño cuando recordamos que a mitad del sexenio de Felipe Calderón, Obrador rompió relaciones con la corriente perredista de los Chuchos, la Nueva Izquierda y éstos con él.

Esto, cuando legisladores federales de la Nueva Izquierda viraron el comportamiento rijoso por uno moderado y acorde a los tiempos de la pluralidad política, por lo que alcanzaron acuerdos en el Congreso y con el resto de los poderes de la nación, incluido el Ejecutivo. Lo cual fue muy criticado por el “presidente legítimo” de México.

Y es que es del conocimiento público que los Chuchos son la parte de la corriente perredista que se han visto más ecuánimes desde que el PRD probó las mieles del poder; por ello extraña que a 6 años de la ruptura con el radicalismo de López Obrador, vuelvan a involucrarse en ese enredo mediático de probar un fraude que todos saben que no existe, por haber sido esta elección la de mayor afluencia en las urnas, en la que participaron más de 2 millones de ciudadanos y se instalaron el 98% de las casillas.

En cuanto a los financiamientos extraordinarios ya se dijo que no ameritan anulación de elecciones sino multa al partido postulante; así, de haber ganado AMLO la elección, sus cuentas en Honestidad Valiente tampoco le hubieran cancelado el triunfo.

Es confusa la posición de los Chuchos (Jesús Zambrano, presidente nacional del PRD; Guadalupe Acosta, ex presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados; Carlos Navarrete, líder de la bancada en el Senado), de apoyar al dos veces candidato presidencial.

Luego de que López Obrador prescindió del apoyo del partido durante la campaña presidencial del 2006 y porque éste los acusó de traición y los tachó de vendidos con la derecha.

Así, la postura radical que Obrador chocó durante el sexenio calderonista, con la postura moderada de los chuchos, única corriente perredista que dio continuidad al trabajo legislativo y demás tareas, por considerar que antes que el plantón en Reforma era imprescindible trabajar por el país.

Por esto los Chuchos fueron relegados, criticados y atacados en el partido, incluso un grupo de diputados federales de esta corriente hizo pública la decisión de cancelarle el diezmo al ex candidato presidencial que emprendió su recorrido por el país para denunciar un fraude, no así para trabajar en favor de los pobres del país.

No obstante, el líder de la Nueva Izquierda, Jesús Zambrano, en su calidad de presidente nacional del PRD, al igual que los perredistas de la corriente moderada se han sumado a las asambleas informativas que ha iniciado en toda la República López Obrador para explicar los pormenores de un fraude electoral que no existe.

Aunque se sabe que apenas el Tribunal electoral emita la calificación de la elección y establezca quien será el próximo presidente de México, los chuchos y otros perredistas, al igual que petistas y miembros del Movimiento Ciudadano, se deslindarán de Obrador y continuarán sus respectivas tareas, pues el espectáculo debe continuar, y el circo de Obrador no es la opción ni para la militancia de la izquierda ni para México.

Mucho se ha dicho que López Obrador se unió a la izquierda para desmembrarla. Y las acciones radicales que ha emprendido y las críticas a los auténticos grupos de izquierda como son los Chuchos, pueden dar luz para la confirmar ese dicho. Ya que la llamada izquierda responsable y que trabaja por la gente no se le ha visto construirla al tabasqueño, sino lo contrario.