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Columa 1

Fiesta, jolgorio y grillas

+ Gran éxito en la feria gastronómica de San Pedro; "Alito" se fue con todo contra Beltrones

HERMOSILLO, Son. - Si de fiestas y celebraciones hablamos, el alcalde de Hermosillo, Antonio Astiazarán inauguró la Octava Muestra Gastronómica de San Pedro, un evento que la pandemia de Covid 19 canceló en 2020, y que su administración retomó en 2022 y que relanzó su primera administración para posicionarlo como referencia anual en la zona rural oriente de esta capital.

Y es que San Pedro no solo es el bucólico paisaje de la puerta de entrada a la sierra sonorense; también es, por definición el espacio donde se conservan las tradiciones culinarias regionales; donde el carbón y la leña de mezquite se convierten en un ingrediente más en el sazón de los platillos que le han dado fama y gloria a las fusiones gastronómicas de los pueblos originarios con la cocina europea, resultando en un agasajo de paladares que nadie quiere perderse.

La Muestra es además una actividad que se realiza ahora durante dos días y que esta vez tuvo una derrama económica superior a los 20 millones de pesos, significativa para el comercio y los servicios locales, en un ambiente familiar de reencuentro con el gusto por la gastronomía sierreña.

La verdad es que no había ni para dónde voltear: acá la carne con chile colorado, allá los tamales de carne y de elote; más allá la riquísima variedad de dulces regionales; por ahí el cocido y la gallina pinta, la carne asada, el chicharrón prensado, los frijolitos maneados o refritos y por acá lo que a mi ver se llevó la tarde del sábado: un cochito ‘a la vuelta y vuelta’ que, si no lo han visto y probado, déjenme decirles que ha perdido lastimosamente buena parte de sus vidas.

Exitazo, esta octava edición de la muestra.

Y bueno, como no todo es jolgorio y placeres, también hubo grilla trepidante este fin de semana. Alito Moreno, el dirigente nacional del PRI llegó para alborotar la bitachera al edificio de Kennedy y Colosio, un cruce de calles que siempre me ha parecido un memorial al magnicidio, sobre todo porque toca al Parque Madero, que recuerda a otro personaje vilmente asesinado en sendos episodios trágicos de la política, en diferente lugar, en diferente momento.

Alito vino a tomar protesta a Lupita Soto y Onésimo Aguilera como dirigentes estatales del tricolor, pero ese evento quedó a la sombra del escándalo desatado por las declaraciones del exgobernador de Campeche, que en rueda de prensa previa le preguntaron sobre quien a todas luces es hoy su archirrival: Manlio Fabio Beltrones.

Y el campechano, campechanamente se fue hasta la cocina: aprovechó la pregunta para hacer cera y pabilo del exgobernador sonorense, de quien recordó todos los señalamientos que hay en su contra: por las cuentas en Andorra, por la Operación Safiro, por el asesinato de Luis Donaldo Colosio, por sus vínculos con el narcotráfico y hasta por el nepotismo electoral que lo llevó a hacer senadora y luego diputada federal plurinominal a su hija Sylvana.

Y mentiras no dijo.

O sea, me vino a la mente la anécdota que cuenta el perredista Carlos Navarro de aquella vez cuando un militante le fue con el chisme a un alcalde: “Oiga mi presidente, andan diciendo que usted es un corrupto, un ratero y un baquetón”.

- ¿Y tú qué piensas al respecto?, preguntó el aludido.

“Pues que es cierto”, le respondió el acomedido.

- ¡Cómo que es cierto!, reaccionó el alcalde en cuestión.

“Pos es cierto que andan diciendo”, dijo tímidamente el mensajero.

Así Alito Moreno. No dijo nada que no se haya dicho antes sobre Manlio, independientemente de que haya pruebas o no las haya.

Notable, eso sí, que los priistas allí presentes, que apenas en la campaña del año pasado acompañaban festivos al entonces candidato al Senado, aplaudieran con entusiasmo la encarnizada crítica del campechano a Beltrones. Tiempos traen tiempos, no cabe duda.

Total, que aquello fue un escándalo y a estas horas mucha gente está esperando la respuesta de Beltrones, que entre tiene entre sus frases lapidarias aquella que a la letra reza: “no soy rencoroso, pero tengo buena memoria”.

De la gira del campechano por Hermosillo conviene regresar con más calma sobre la declaración que hizo aludiendo al alcalde de Hermosillo, Antonio Astiazarán, como uno de los posibles candidatos a la gubernatura por una eventual alianza PRI-PAN. Porque de entrada sugirió que esos partidos no ganarían si van cada uno por su lado, pero también dijo que el PRI tiene cuadros competitivos (mencionó al Borrego Gándara, a Alfonso Elías Serrano y hasta a Lupita Soto), aunque matizó diciendo que si el Toño Astiazarán resulta el mejor posicionado, el PRI se sumaría a esa candidatura.

Y el Toño, presente en la primera fila del auditorio donde se llevó a cabo la toma de protesta de los nuevos dirigentes y donde se dieron cita la vieja y la no tan vieja guardia tricolor, nomás se dejaba querer y tuvo que levantarse en un par de ocasiones para agradecer los aplausos.

Por cierto, y nomás como dato random o mensaje subliminal. Al Toño Astiazarán lo acompañaron al evento con priistas algunos de sus más cercanos colaboradores: Flor Ayala Robles Linares, Carla Neudert, Sergio Pavlovich y Daniel García. A su lado estaba “El Vaquero” Alfonso Elías Serrano.

Digan que se los dijo un loco, pero Flor Ayala y “El Vaquero” comenzarán a sonar como aspirantes a la alcaldía de Hermosillo por la alianza opositora, y los otros tres como aspirantes a una diputación local. Guarden este tuit.

Y en asuntos no menos candentes sobre los que la grillísima lectora, el perspicaz lector debería poner la lupa, anoten las intenciones de sobrevivencia política de ciertos personajes del padrecismo rampante que buscan regresar a la palestra en diferentes posiciones.

El bizarro proceso electoral para renovar al Poder Judicial, incluidos los tribunales electorales ya se contaminó en Sonora con varios nombres que deberían estar apuntados en la lista de personas juzgadas y no en la de personas juzgadoras.

Uno de ellos es el de Octavio Grijalva Vázquez. Sí, aquel padrecista que ocupó el cargo de visitador itinerante de la CEDH, pero cuyo nombre cobró relevancia como defensor de Sing Siddharth, aquel hombre de nacionalidad india que asesinó salvajemente a la joven hermosillense Priscilla Hernández, en un caso que sacudió a la sociedad sonorense.

Pues resulta que el Senado mexicano tiene en su lista de aspirantes al señor Grijalva Vázquez, que gracias a sus relaciones políticas se desempeña hoy como jefe de la Oficina de la presidenta del INE, Guadalupe Taddei Zavala, de quien se dice, lo está impulsando para el cargo de magistrado del Tribunal Estatal Electoral.

Ojo aquí, pues el también exconsejero electoral en Sonora trae un abultado catálogo de procesos legales mercantiles, civiles y penales.

Entre ellos se cuentan expedientes como el amparo indirecto 665/2021 contra la Subdirección de Servicios Médicos del Isssteson; el 71/2020 contra el subdirector de Prestaciones Económicas y Sociales de ese mismo instituto; el 416/2002 contra el magistrado del Tribunal Unitario Agrario en Mexicali, BC; el 298/2010 relativas a demandas presentadas contra el Congreso de Sonora, entre otros.

El Senado tiene la palabra.

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En Culiacán, la última noche de Colosio

CULIACÁN, Sinaloa., 23 de marzo de 2025. - Durante la tarde del 22 de marzo, el día previo al magnicidio ocurrido en la

Colonia Lomas Taurinas de Tijuana, Luis Donaldo tuvo un mitin de verdadera apoteosis en un Parque de Culiacán, después de haber tenido una jornada también muy exitosa en Mazatlán.

En ambas ciudades lo acompañé en su gira proselitista, como antes lo había yo hecho en Morelia, Guadalajara y Colima; en mi calidad de Coordinador General de la Cuarta Circunscripción Política que cubría de Michoacán a Baja California.

Recuerdo que a Culiacán se había trasladado desde Miami el periodista Andrés Oppenheimer para entrevistarlo, y lo logró. Me tocó saludarlo cuando salíamos del impresionante mitin.

Nos trasladamos en el vehículo conducido por Colosio hasta el Hotel “Executivo” ubicado sobre el Boulevard Madero esquina con la avenida Álvaro Obregón en el centro de la capital de Sinaloa.

Llegamos al Hotel donde hubo una salutación con simpatizantes y con los representantes de los medios de comunicación social; y luego de un ajuste de tiempo para descansar un poco y estar listos para los siguientes eventos, yo entré a mi habitación, y a los pocos minutos recibí una llamada de Mayor Castillo, jefe de ayudantes de Luis Donaldo, quien me transmitió el mensaje del candidato para que lo acompañara a la cena que le ofrecían unas cuatrocientas personas (doscientos matrimonios) de alto nivel en uno de los salones de eventos del Hotel.

Asistí a la cena, pero ni Colosio ni yo probamos los deliciosos platillos que sirvieron durante el convivio. Al terminar yo salí corriendo a reunirme con amigos míos de Mazatlán y de Guamúchil quienes me estaban esperando en el restaurante “El Palomar de los pobres” que está ubicado a cien metros del Hotel Executivo. Y cuando iba llegando al encuentro con mis cuates, me alcanzaron casi a paso veloz mis amigos Carlos Olmos, quien laboraba en la Coordinación de invitados de la campaña, y Héctor Yunes, quien en ese tiempo fungía como Delegado General del CEN del PRI en Sinaloa; y prácticamente al unísono me pidieron que no me sentara a cenar con mis amigos, porque el candidato me estaba esperando en la suite 5001 del Hotel. Me sorprendí por la invitación que se me hizo, pero la atendí y nos fuimos caminando al encuentro con LDC. Subimos al quinto piso del inmueble, me dirigí a las cercanías de la habitación donde el candidato presidencial estaba realizando ejercicios de inhaloterapia en compañía de su médico de cabecera. Me atendió el General Domiro García quien de manera muy comedida me indicó que esperara unos minutos para reunirme con Luis Donaldo. Esperé tranquilo y sin problema alguno. Recuerdo que de la habitación salió Óscar Espinoza Villarreal, quien se desempeñaba como Coordinador de Finanzas de la campaña. Nos saludamos y él se despidió. Saludé a Luis Donaldo en el momento en el que concluía su terapia para atenderse de sus vías respiratorias. Me pasó a su suite y en la mesa había dos platos cubiertos con tapas de piuter y dos vasos llenos de Coca-Cola sin gas. Colosio al levantar las tapas y hacer que se mostraran dos club sándwich -muy fríos por cierto-como para no ingerirlos. Luis Donaldo me dijo al instante:

“Mi maestro: le traje su cenita”. Y yo en broma chusca le contesté: “Querido candidato: ni cuando yo era pobre comía sándwiches tan fríos con Coca-Cola sin gas… jajajaja”. Y como de rayo él le gritó con voz estruendosa y horrible al Mayor Castillo: “¡Castillo: ¿Por qué están tan fríos los sándwiches y las coca colas no tienen gas?!” A lo que su jefe de ayudantes le contestó que era porque tenían por lo menos dos horas en la mesa. Y LDC le ordenó cambiarlos por otros que estuvieran calientes y por dos refrescos fríos y

con gas. Así se hizo y cenamos juntos y conversamos.

Me estuvo cuestionando y comentando sobre los impresionantes y muy cálidos mítines celebrados con su presencia en Mazatlán y en Culiacán. Estaba muy contento y muy feliz por la apoteosis. Me dijo que solamente le podía mucho el haber tenido que consumir parte importante del tiempo que se le había asignado para las transmisiones de televisión por tener que agradecerle a Manuel Camacho su tardío apoyo, pues esa mañana el ex jefe del DDF había anunciado que respaldaba la candidatura de Colosio.

Yo, por la confianza que nos teníamos, le hice un comentario -que reconozco que fue muy imprudente de mi parte al decirle-: “¡Sí, me dí cuenta que te ordenaron agradecerle a Manuel Camacho su adhesión…!” Y Colosio me contestó algo alterado: "¿Quién me ordenó agradecerle a Camacho?…¿Por qué me dices eso?” Y yo le contesté: “No te alteres; recuerda que cuando el General Domiro García te indicó que tenías una llamada en la torre de control del aeropuerto de Mazatlán, tú me hiciste una señal con tu mano para que te acompañara al interior de la torre de control, y te seguí y estuve atrás de ti, mientras atendías y respondías la llamada… yo no supe con quién hablabas, ni escuché lo que te decían por el auricular, lo único que escuché es que tú le decías a la persona con la que hablabas: sí señor…sí señor, así lo haré. Al tiempo que escribías algo con un plumón en una hoja de papel…!”

Supongo que quien le llamó y le instruyó a LDC fue el Presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari, y Luis Donaldo, obediente como era con su jefe, atendió y expresó ante los medios de comunicación su reconocimiento y su agradecimiento a Manuel Camacho Solís por su tardía adhesión.

Después de cenar y de comentar los tópicos de ese gran día de la campaña en Sinaloa, le pregunté respecto del ofrecimiento que me había hecho el día 10 de febrero -fecha de su cumpleaños- mientras comíamos en el restaurante del Hotel América de la ciudad de Colima, cuando me dijo que quería que yo encabezara el liderazgo nacional de la CNOP, que en ese entonces ocupaba el Ingeniero Miguel Ángel Barberena, exgobernador de Aguascalientes. Colosio me contestó que ese asunto y otros cambios que haría en algunas áreas del Partido, ya los había comentado y acordado con el presidente Salinas de Gortari quien había aprobado mi nombramiento, pero me dijo que los cambios y mi toma de posesión se harían pasando la semana santa; asunto que, por los penosos acontecimientos, nunca llegó a concretarse.

Luego me preguntó mi opinión sobre el excelente político guanajuatense Licenciado Miguel Montes García, brillante y estudioso abogado y gran parlamentario, de quien le hablé maravillas, todas muy merecidas. Y Colosio me dijo que estaba pensando en él como una opción para que ocupara la secretaría de gobernación en su gobierno.

Enseguida me pidió que no lo acompañara yo a Tijuana al día siguiente, y al escucharlo yo le hice “pucheros” con mi reacción de tristeza y sorpresa notoria en mi lenguaje corporal, y le dije que yo quería acompañarlo siempre, cuando visitara los Estados que estaban comprendidos en la Cuarta circunscripción política que yo encabezada, la cual iba de Michoacán hasta Baja California. Luis Donaldo al observar mi reacción, porque no llegaría yo con él a Tijuana, me puso su brazo en mi hombro, y me dijo con cariño y con ternura fraternales que no me preocupara: “¡Tú eres mi hermano!… deja que otros hagan méritos…¡quiero que me hagas el favor de quedarte en Culiacán y que visites a la familia Clouthier y les lleves mis saludos y mis respetos!… y pasado mañana me alcanzas en Navojoa…Por cierto: ¿dónde pasarás la semana santa?” me preguntó; y yo le contesté que la pasaría con mi familia en Mazatlán, y él me invitó a que lo acompañara el jueves y el viernes santo en el rancho de su padre, Don Luis Colosio Fernández en Cucurpe, Sonora. Eso tampoco se pudo llevar a cabo.

Le comenté que el legendario periodista y columnista político, Ángel Trinidad Ferreira, deseaba hablar con él y que le quería proponer a don Mario Vargas Saldaña como candidato a Senador por Veracruz. Colosio se expresó con mucho afecto hacia Ángel a quien llamaba Angelito. Me dijo que veía con muy buenos ojos la aspiración de don Mario.

Al final del convivió ya casi llegando a la media noche, le transmití mis temores por su seguridad personal y por sus viajes en líneas comerciales, haciéndole ver los peligros que corría. Él con mucha confianza en sí mismo me pidió que no me preocupara.

Nos despedimos y me dijo que el día siguiente (el 23) se despertaría muy temprano para salir a correr por el malecón de Culiacán.

Nos dimos las buenas noches con un abrazo muy cálido, y al día siguiente de aquella mañana estando yo con algunos amigos en el lobby del Hotel, lo vi salir a correr, vistiendo un atuendo deportivo en colores negro y blanco, con una gorra también negra y un paliacate rojo en el cuello

Allí seguimos hasta que regresó de su trote, subió a la habitación y se dio un muy merecido baño. Bajó en unos cuantos minutos con traje y corbata y se dirigió a varias estaciones de radio a cuyos responsables de los noticiarios matutinos les había ofrecido concederles sendas entrevistas. Y se las concedió.

Dos horas más tarde lo despedimos en el aeropuerto, previo a su viaje a La Paz y a Tijuana.

Me apliqué a realizar la tarea que me encomendó Colosio, comí con mi amigo y valiente crítico Manuel Clouthier Carrillo y con mi muy querido amigo, hermano y compadre César Angulo Valdez, uno de los propietarios del magnífico restaurante “Los Arcos”.

De allí me fui a saludar por separado, a dos de los entonces editores de los diarios impresos de Culiacán: Jesús Cantú de Noroeste y Jorge Luis Telles de El Sol de Sinaloa. Con Jorge Luis me enteré del atentado al estar viendo la televisión con Jacobo Zabludovsky de Televisa y con Rafael Peimbert de Telemundo.

Ante el estupor y el enorme dolor le llamé a mi gran amigo el Dr. Héctor Lié Verduzco para pedirle que me acompañara al aeropuerto para tomar un avión que me llevara a Tijuana. Me fui al aeropuerto y encontré un vuelo de Aeromexico a Tijuana y viajé en él. Llegué al filo de las 9.30 PM y de inmediato me trasladé al Hospital General donde se encontraba el cuerpo de Luis Donaldo Colosio. Al llegar, ante el tumulto, de inmediato mis amigos Alfonso Durazo y Liébano Sáenz me pasaron a ver el cuerpo inerte de nuestro querido amigo y hermano, y allí observé las huellas de los estragos de dos disparos, uno en la sien y otro en el abdomen.

A las 3.30 de la madrugada (tiempo de Tijuana) del día 24 nos trasladamos a la Ciudad de México y acompañamos a la gran Diana Laura Riojas, al cuerpo de su esposo y a personas muy allegadas.

Arribamos al hangar presidencial a las 8.30 AM y de allí nos trasladamos al auditorio Plutarco Elías Calles del CEN del PRI donde se montaron las primeras guardias de honor.

Así fue.

A 31 años del magnicidio, con inmenso dolor y con enorme cariño y reconocimiento, refrendamos nuestro más sentido homenaje perenne al gran mexicano que fue Luis Donaldo Colosio Murrieta, el hombre que tenía talento, determinación, capacidad, equipo y patriotismo para transformar verdaderamente a México.

Su legado como el de Don Jesús Reyes Heroles están vigentes y es menester y obligación política y de moral pública retomarlos y aplicarlos en bien de las y los mexicanos.

Descanse en paz.

El discurso de Colosio aquel 6 de marzo

GUAYMAS, Son., 23 de marzo de 2025. - Han pasado 31 años desde el asesinato del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, y persisten dudas sobre las conclusiones sobre el crimen en Lomas Taurinas, Tijuana, aquel 23 de marzo de 1994.

Persiste también el misterio de los motivos del asesinato y muchos creen poder hallar pistas en su discurso del 6 de marzo previo, cuando habría roto con el PRI, partido que lo postulaba, camino a una etapa de democracia auténtica en el país, lo que habría marcado su destino:

Este es el discurso íntegro para quienes desean analizar sus expresiones, pronunciado por Luis Donaldo Colosio Murrieta durante el acto conmemorativo del LXV Aniversario del PRI en el Monumento a la Revolución en la Ciudad de México, el 6 de marzo de 1994:

“Compañeras y compañeros de partido;

Compatriotas:

Aquí está el PRI con su fuerza. Aquí está el PRI con sus organizaciones; está con su militancia, está con la sensibilidad de sus mujeres y de sus hombres. Aquí está el PRI con su recia vocación política. Aquí está el PRI para alentar la participación ciudadana.

Aquí está el PRI para mantener la paz y la estabilidad del país, para preservar la unidad entre los mexicanos. Aquí está el PRI en pie de lucha. Aquí está el PRI celebrando un año más de intensa actividad política.

Aquí está el PRI que reconoce los logros, pero también el que sabe de las insuficiencias, el que sabe de los problemas pendientes.

Aquí está el PRI que reconoce que la modernización económica sólo cobra verdadero sentido, cuando se traduce en mayor bienestar para las familias mexicanas y que para que sea perdurable debe acompañarse con el fortalecimiento de nuestra democracia. Esta es la exigencia que enfrentamos y a ella responderemos con firmeza.

El PRI reconoce su responsabilidad y ésta es de la mayor importancia para el avance político de México. Los priístas sabemos que ser herederos de la Revolución Mexicana es un gran orgullo, pero ello no garantiza nuestra legitimidad política. La legitimidad debemos ganarla día con día, con nuestras propuestas, con nuestras acciones, con nuestros argumentos.

Como Partido, tuvimos un nacimiento que a todos nos enorgullece: el PRI evitó que México cayese en el círculo vicioso de tantos países hermanos de Latinoamérica, que perdieron décadas entre la anarquía y la dictadura.

La estabilidad, la paz interna, el crecimiento económico y la movilidad social, son bienes que hubieran sido inimaginables sin el PRI.

Pero nuestra herencia debe ser fuente de exigencia, no de complacencia ni de inmovilismo. Sólo los partidos autoritarios pretenden fundar su legitimidad en su herencia. Los partidos democráticos la ganamos diariamente.

Amigas y amigos del partido:

Surgimos de una Revolución que hoy sigue ofreciendo caminos para las reivindicaciones populares. A sus principios de democracia, de libertad y de justicia es a los que nos debemos.

Los ideales de la Revolución Mexicana inspiran las tareas de hoy. La Revolución Mexicana, humanista y social, nos exige y nos reclama. La Revolución Mexicana es todavía hoy nuestro mejor horizonte.

Encabezaremos una nueva etapa en la transformación política de México. Sabemos que, en este proceso, sólo la sociedad mexicana tiene asegurado un lugar. Los partidos políticos tenemos que acreditar nuestra visión.

En esta hora, la fuerza del PRI surge de nuestra capacidad para el cambio, de nuestra capacidad para el cambio con responsabilidad. Así lo exige la Nación.

Nuestra visión y nuestra vinculación histórica con el gobierno nos aseguró la oportunidad de participar en los grandes cambios del país. La fuerza del gobierno fue en buena medida la fuerza de nuestro Partido. Pero hoy el momento es otro: sólo nuestra capacidad, nuestra propia iniciativa, nuestra presencia en la sociedad mexicana y nuestro trabajo, es lo que nos dará fortaleza.

Nadie podrá sustituir nuestro esfuerzo. Nadie podrá asegurarnos un papel en la transformación de México si nosotros no luchamos por él, si nosotros no lo ganamos ante los ciudadanos.

Quedó atrás la etapa en que la lucha política se daba, esencialmente, hacia el interior de nuestra organización y no con otros partidos. Ya pasaron esos tiempos.

Hoy vivimos en la competencia y a la competencia tenemos que acudir; para hacerlo se dejan atrás viejas prácticas: las de un PRI que sólo dialogaba consigo mismo y con el gobierno, las de un partido que no tenía que realizar grandes esfuerzos para ganar.

Como un partido en competencia, el PRI hoy no tiene triunfos asegurados, tiene que luchar por ellos y tiene que asumir que en la democracia sólo la victoria nos dará la estatura a nuestra presencia política.

Cuando el gobierno ha pretendido concentrar la iniciativa política ha debilitado al PRI. Por eso hoy, ante la contienda política, ante la contienda electoral, el PRI, del gobierno, sólo demanda imparcialidad y firmeza en la aplicación de la ley. ¡No queremos ni concesiones al margen de los votos ni votos al margen de la ley!

No pretendamos sustituir las responsabilidades del gobierno, pero tampoco pretendamos que el gobierno desempeñe las funciones que sólo a nosotros, como partido, nos corresponde desempeñar.

Hoy estamos ante una auténtica competencia. El gobierno no nos dará el triunfo: el triunfo vendrá de nuestro trabajo, de nuestro esfuerzo, de nuestra dedicación.

Los tiempos de la competencia política en nuestro país han acabado con toda presunción de la existencia de un partido de Estado. Los tiempos de la competencia política son la gran oportunidad que tenemos como partido para convertir nuestra gran fuerza en independencia con respecto del gobierno.

Hoy somos la opción que ofrece el cambio con responsabilidad. Somos la opción que mejor conoce lo que se ha hecho. Que sabe de los resultados de sus programas, de sus aciertos y de sus errores.

Somos la opción capaz de conservar lo que ha tenido éxito y somos la opción de encontrar nuevos caminos de solución para los problemas pendientes.

No entendemos el cambio como un rechazo indiscriminado a lo que otros hicieron. Lo entendemos como la capacidad para aprender, para innovar, para superar las deficiencias y los obstáculos.

¡Cambiemos, sí! ¡Cambiemos! ¡Pero hagámoslo con responsabilidad, consolidando los avances reales que se han alcanzado, y por supuesto, manteniendo lo propio: nuestros valores y nuestra cultura!

¡México no quiere aventuras políticas! ¡México no quiere saltos al vacío! ¡México no quiere retrocesos a esquemas que ya estuvieron en el poder y probaron ser ineficaces! ¡México quiere democracia, pero rechaza su perversión: la demagogia!

Ofrecemos cambio con rumbo y responsabilidad, con paz, con tranquilidad. Se equivocan quienes piensan que la transformación democrática de México exige la desaparición del PRI.

No hemos estado exentos de errores, pero difícilmente podríamos explicar el México contemporáneo sin la contribución de nuestro partido. Por eso, pese a nuestros detractores y a la crítica de nuestros opositores, somos orgullosamente priístas.

Debemos admitir que hoy necesitamos transformar la política para cumplirle a los mexicanos.

Proponemos la reforma del poder para que exista una nueva relación entre el ciudadano y el Estado. Hoy, ante el priísmo de México, ante los mexicanos, expreso mi compromiso de reformar el poder para democratizarlo y para acabar con cualquier vestigio de autoritarismo.

Sabemos que el origen de muchos de nuestros males se encuentra en una excesiva concentración del poder. Concentración del poder que da lugar a decisiones equivocadas; al monopolio de iniciativas; a los abusos, a los excesos. Reformar el poder significa un presidencialismo sujeto estrictamente a los límites constitucionales de su origen republicano y democrático.

Reformar el poder significa fortalecer y respetar las atribuciones del Congreso Federal.

Reformar el poder significa hacer del sistema de impartición de justicia, una instancia independiente de la máxima respetabilidad y certidumbre entre las instituciones de la República.

Reformar el poder significa llevar el gobierno a las comunidades, a través de un nuevo federalismo. Significa también nuevos métodos de administración para que cada ciudadano obtenga respuestas eficientes y oportunas cuando requiere servicios, cuando plantea sus problemas, o cuando sueña con horizontes más cercanos a las manos de sus hijos.

Estos son mis compromisos con la reforma del poder. Es así como yo pienso que cada ciudadano tendrá más libertades, más garantías, para que sus intereses sean respetados; para gozar de seguridad y de una aplicación imparcial de la ley.

Los priístas creemos en el cambio con responsabilidad.

Por eso es que hemos hecho nuevas propuestas, que hemos asumido nuevas tareas. Por eso es que convocamos - antes que nadie - a un debate entre los candidatos a la Presidencia de la República.

Hemos alentado acuerdos entre partidos; hemos planteado revisar el listado electoral; hemos solicitado la participación de observadores en todo el proceso electoral y la integración de un sistema de resultados oportunos.

Por eso es que también hemos resuelto dar transparencia a todos nuestros gastos.

Estamos por elegir candidatos a diversos cargos de elección popular.

Amigas y amigos:

Tenemos que aprovechar este proceso para darle mayor fuerza a nuestra organización. Todos los priístas tenemos una tarea que cumplir, todos tenemos una responsabilidad que asumir.

No queremos candidatos que, al ser postulados, los primeros sorprendidos en conocer su supuesta militancia, seamos los propios priístas.

Asumimos todos estos compromisos de reforma republicana, de reforma democrática y federal; de reforma de los procedimientos y de su contexto; de reforma interna del PRI.

Y lo hacemos porque somos conscientes que la sociedad mexicana ha cambiado y que demanda en consecuencia un cambio en las prácticas políticas. El PRI participará con civilidad y con respeto a nuestro pluralismo en las elecciones del 21 de agosto.

Como candidato del PRI a la Presidencia de México reafirmo mi compromiso indeclinable con la transformación democrática de México.

Que se entienda bien: ese día sólo podrá haber un solo vencedor. Sólo es admisible el triunfo claro, inobjetable, del pueblo de México.

Y para que el pueblo de México triunfe el 21 de agosto, los partidos políticos - todos - tendremos que sujetarnos a la ley y sólo a ella, sin ventajas para nadie, sin prepotencias, sin abusos y sin arbitrariedades.

Por ello, congruente con mi exigencia de una elección democrática, aspiro a que el Congreso de la Unión decida las reformas electorales que procedan, siempre a partir de los consensos que los partidos hemos venido construyendo en el marco del Acuerdo por la Paz, la Justicia y la Democracia, firmado el 27 de enero.

Aspiro a que juntos ampliemos la autonomía y afiancemos la imparcialidad de nuestros organismos electorales, a fin de que la voluntad popular y sólo ella, determine los resultados de los comicios.

Confiabilidad, certeza, regularidad y limpieza electorales no pueden seguir siendo sólo aspiraciones, tienen que ser realidades que se impongan en las conciencias de los ciudadanos. De ahí nuestro compromiso con la participación de observadores en el proceso electoral.

La elección es de la sociedad y por tanto no puede ser un asunto cerrado. Su transparencia exige de la participación de observadores y no excluye que de ella pueda darse el más amplio testimonio, tanto por parte de nuestros ciudadanos como de visitantes internacionales. De ninguna manera tenemos por qué mirar con temor a quienes desean conocer la naturaleza de nuestros procesos democráticos.

Nuestras elecciones - y lo digo con pleno convencimiento - no tendrán vergüenzas qué ocultar.

El PRI estará al frente del avance democrático de México, asumiendo sus responsabilidades y respondiendo a las exigencias de la sociedad mexicana.

En estos meses de intensos recorridos por todo el país, de visita a muchas comunidades, de contacto y diálogo con mi Partido y con la ciudadanía entera, me he encontrado con el México de los justos reclamos, de los antiguos agravios y de las nuevas demandas; el México de las esperanzas, el que exige respuestas, el que ya no puede esperar.

Ese es el México que nos convoca hoy; ese es el México que convoca a mi conciencia; ese es el México al que habremos de darle seguridad, al que habremos de darle rumbo en la nueva etapa del cambio.

Yo veo un México de comunidades indígenas, que no pueden esperar más a las exigencias de justicia, de dignidad y de progreso; de comunidades indígenas que tienen la gran fortaleza de su cohesión, de su cultura y de que están dispuestas a creer, a participar, a construir nuevos horizontes.

Yo veo un México de campesinos que aún no tienen las respuestas que merecen. He visto un campo empobrecido, endeudado, pero también he visto un campo con capacidad de reaccionar, de rendir frutos si se establecen y se arraigan los incentivos adecuados.

Veo un cambio en el campo; un campo con una gran vocación productiva; un campo que está llamado a jugar un papel decisivo en la nueva etapa de progreso para nuestro país.

Yo veo un México de trabajadores que no encuentran los empleos ni los salarios que demandan; pero también veo un México de trabajadores que se han sumado decididamente al esfuerzo productivo, y a los que hay que responderles con puestos de trabajo, con adiestramiento, con capacitación y con mejores salarios.

Yo veo un México de jóvenes que enfrentan todos los días la difícil realidad de la falta de empleo, que no siempre tienen a su alcance las oportunidades de educación y de preparación. Jóvenes que muchas veces se ven orillados a la delincuencia, a la drogadicción; pero también veo jóvenes que cuando cuentan con los apoyos, que cuando cuentan con las oportunidades que demandan, participan con su energía de manera decisiva en el progreso de la Nación.

Yo veo un México de mujeres que aún no cuentan con las oportunidades que les pertenecen; mujeres con una gran capacidad, una gran capacidad para enriquecer nuestra vida económica, política y social. Mujeres en suma que reclaman una participación más plena, más justa, en el México de nuestros días.

Yo veo un México de empresarios, de la pequeña y la mediana empresa, a veces desalentados por el burocratismo, por el mar de trámites, por la discrecionalidad en las autoridades. Son gente creativa y entregada, dispuesta al trabajo, dispuesta a arriesgar, que quieren oportunidades y que demandan una economía que les ofrezca condiciones más favorables.

Yo veo un México de profesionistas que no encuentran los empleos que los ayuden a desarrollar sus aptitudes y sus destrezas.

Un México de maestras y de maestros, de universitarios, de investigadores, que piden reconocimiento a su vida profesional, que piden la elevación de sus ingresos y condiciones más favorables para el rendimiento de sus frutos académicos; técnicos que buscan las oportunidades para aportar su mejor esfuerzo.

Todos ellos son las mujeres y los hombres que mucho han contribuido a la construcción del país en que vivimos y a quienes habremos de responderles.

Yo veo un México con hambre y con sed de justicia. Un México de gente agraviada, de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla. De mujeres y hombres afligidos por abuso de las autoridades o por la arrogancia de las oficinas gubernamentales.

Veo a ciudadanos angustiados por la falta de seguridad, ciudadanos que merecen mejores servicios y gobiernos que les cumplan. Ciudadanos que aún no tienen fincada en el futuro la derrota; son ciudadanos que tienen esperanza y que están dispuestos a sumar su esfuerzo para alcanzar el progreso.

Yo veo un México convencido de que ésta es la hora de las respuestas; un México que exige soluciones. Los problemas que enfrentamos los podemos superar.

Yo me propongo encabezar un gobierno para responderle a todos los mexicanos. El cambio con rumbo y con responsabilidad no puede esperar.

Manifiesto mi más profundo compromiso con Chiapas. Por eso debemos escuchar todas las voces, no debemos admitir que nadie monopolice el sentimiento de los chiapanecos.

Expreso mi solidaridad a todos aquellos chiapanecos que aun no han dicho su verdad, a todos aquellos que tienen una voz que transmitir y a todos aquellos que tienen una palabra que expresar.

Debemos de asumir y debemos de decidir. Debemos de decidir si nos asumimos plenamente como una sociedad plural o si concesionamos sólo a algunos la interlocución de nuestros intereses.

Chiapas es un llamado a la conciencia de todos los mexicanos. Pero nuestra propuesta de cambio, no se limita a responderle solamente a Chiapas. Le queremos responder a todos los mexicanos, a los de todos los pueblos, a los de todos los barrios, a los de todas las comunidades.

Queremos cumplirle a los chiapanecos, pero también a los mexicanos de la Huasteca, a los de La Laguna, a los de la Montaña de Guerrero, a los de la Sierra Norte de Puebla, a los de Tepito o a los de las barrancas de Alvaro Obregón, aquí en el Distrito Federal; a los del puerto de Anapra, en Ciudad Juárez, Chihuahua; a los de la Colonia Insurgentes, en Guadalajara, Jalisco; o a los de San Bernabé, en Monterrey, Nuevo León.

Mi compromiso es con todos los mexicanos; mi compromiso es luchar contra la desigualdad y evitar crear nuevos privilegios de grupo o de región.

Los mexicanos ante el conflicto hemos ratificado nuestra unidad esencial bajo una bandera y nuestro ánimo de concordia.

Nuestras instituciones probaron su legitimidad y su eficacia. De la solución del conflicto, han salido fortalecidas.

Desde aquí manifiesto mi reconocimiento al Ejército Mexicano por su patriotismo, lealtad y entrega en la defensa del interés y la unidad nacionales.

Frente a Chiapas los priístas debemos de reflexionar. Como partido de la estabilidad y la justicia social, nos avergüenza advertir que no fuimos sensibles a los grandes reclamos de nuestras comunidades; que no estuvimos al lado de ellas en sus aspiraciones; que no estuvimos a la altura del compromiso que ellas esperaban de nosotros.

Tenemos que asumir esta autocrítica y tenemos que romper con las prácticas que nos hicieron una organización rígida. Tenemos que superar las actitudes que debilitan nuestra capacidad de innovación y de cambio.

Recuperemos nuestra iniciativa, recuperemos nuestra fuerza, para representar las mejores causas, para ofrecer los caminos de la paz, para responder ante las injusticias.

Recuperemos esos valores. Hagámoslo en esta campaña. Empecemos por afirmar nuestra identidad, nuestro orgullo militante y afirmemos nuestra independencia del Gobierno.

Es la hora de un nuevo impulso económico; es la hora de crecer sin perder la estabilidad financiera ni la estabilidad de precios. La economía, más allá de las metas técnicas, tiene que estar al servicio de los mexicanos.

Por eso, el nuevo crecimiento económico tiene que ser distribuido con mayor equidad, con empleos crecientes, con ingresos suficientes.

Que no nos quepa la menor duda: México cerrará este siglo con una economía mucho más fuerte. Existen las condiciones para hacerlo, la sociedad lo demanda.

La tarea del crecimiento con estabilidad será de todos los mexicanos.

Es la hora de la confianza para todos, la de traducir las buenas finanzas nacionales, en buenas finanzas familiares.

Es la hora de convertir la estabilidad económica en mejores ingresos para el obrero, en mejores ingresos para el campesino, para el ganadero o para el comerciante, para el empleado o para el oficinista, para el artesano o el profesionista, para el intelectual y para las maestras y los maestros de México.

Es la hora de los apoyos efectivos y del impulso al esfuerzo que realizan las mujeres y los hombres al frente de micro, pequeñas y medianas empresas. Que se les lleve a superar sus dificultades, que se les apoye a ampliar sus negocios con mejores tecnologías para que sean más competitivos en los mercados.

Es la hora del gran combate a la desigualdad, es la hora de la superación de la pobreza extrema, es la hora de la garantía para todos de educación, de salud, de vivienda digna. Esa es la reforma social de la que hablé en Huejutla.

Es la hora de hacer justicia a nuestros indígenas, de superar sus rezagos y sus carencias; de respetar su dignidad. Como lo dije en San Pablo Guelatao, Oaxaca: es la hora de celebrar un nuevo pacto del Estado mexicano con las comunidades indígenas.

Es la hora de nuevas oportunidades para el campo de México, como lo comprometí en Anenecuilco, Morelos. Es la hora de enfrentar con decisión y con firmeza la pobreza, y mejorar los niveles de vida de los campesinos.

Es la hora de que el Artículo 27 de la Constitución se exprese en bienestar, en justicia, en libertad para los hombres del campo. Y es la hora de acabar para siempre con todo vestigio de latifundio; es la hora de dar certidumbre al ejido, a las tierras comunales y a la pequeña propiedad.

Es la hora de impulsar la reforma agraria para nuestro tiempo. Es la hora de promover más y mejor inversión en el campo; de alentar de manera mejor y más eficaz, con libertad, la participación de los campesinos.

Es la hora de dar solución a los problemas de la cartera vencida en el campo, del crédito escaso y caro.

Es la hora de asociar los esfuerzos de los productores; es la hora de constituir más cajas de ahorro, más uniones de crédito y de poner en marcha nuevos mecanismos de comercialización.

Es la hora de las regiones de México, para aprovechar mejor los recursos, para aprovechar mejor la capacidad y el talento de cada una de las comunidades del país, de cada ciudad de nuestro país, de cada estado de la República.

Un desarrollo regional que abra las esperanzas de cada rincón de México, que canalice recursos para mantener la infraestructura carretera, ferroviaria, portuaria, hidráulica y energética.

Es la hora de superar la soberbia del centralismo, como lo dije en Jalisco; de apoyar decididamente al municipio. Es la hora de un nuevo Federalismo; es la hora de dotar de mayor poder político y financiero, a nuestros estados, como lo dije en Tabasco; es la hora de garantizar plenamente la conservación de nuestros recursos naturales, de nuestro medio ambiente, de nuestra ecología.

Es la hora de una educación nacionalista y de calidad; es la hora de una educación para la competencia; es la hora de nuestras escuelas, de nuestros tecnológicos; es la hora de la universidad pública en México; es la hora de la gran infraestructura para la capacitación de todos los mexicanos que quieran progresar.

La educación es nuestra más grande batalla para el futuro. A ella destinaremos mayores recursos.

Es la hora de reformar el poder, de construir un nuevo equilibrio en la vida de la República; es la hora del poder del ciudadano. Es la hora de la democracia en México; es la hora de hacer de la buena aplicación de la justicia el gran instrumento para combatir el cacicazgo, para combatir los templos de poder y el abandono de nuestras comunidades.

¡Es la hora de cerrarle el paso al influyentismo, a la corrupción y a la impunidad!

Es la hora de la Nación. Es la hora de ser fuertes todos haciendo fuerte a México. Es la hora de reafirmar valores que nos unen. Es la hora del cambio con rumbo seguro para garantizar paz y tranquilidad a nuestros hijos.

La única continuidad que propongo es la del cambio; la del cambio que conserve lo valioso. Queremos un cambio con responsabilidad en el que no se olvide ningún ámbito de la vida nacional; queremos un cambio democrático para una mejor economía, para un mayor desarrollo social. Y hoy existen las condiciones para lograrlo; la sociedad lo demanda.

Hoy queda claro que los cambios no pueden ser ni marginales ni aislados. La vía del cambio corre en igual sentido y en igual intensidad y urgencia por el campo de la política, por el campo de la economía y del bienestar social.

Con firmeza, convicción y plena confianza, declaro: ¡Quiero ser Presidente de México para encabezar esta nueva etapa de cambio en México!

Amigas y amigos; amigas y amigos:

Asumo el compromiso de una conducción política para la confianza; una conducción política responsable, para llevar a cabo los cambios que requerimos, para cerrarle el paso a toda intención desestabilizadora, de provocación, de crisis, de enfrentamiento.

Haremos de nuestra capacidad de cambio el mejor argumento para convocar a la confianza de los mexicanos, para garantizar la paz, para fortalecer nuestra unidad.

Somos una gran Nación porque nos hemos mantenido básicamente unidos, pero con respeto a la pluralidad.

Queremos un México unido, queremos un México fuerte, queremos un México soberano. Un México de libertades, un México con paz, porque son amplios los cauces de la democracia y de la justicia.

Hay sitio para todos en el México por el que luchamos afanosamente.

Soy un mexicano de raíces populares. Soy un mexicano que ha recorrido en muchas ocasiones nuestro país, que no cesa de maravillarse ante la gran variedad y riqueza humana de nuestra patria y que no cesa tampoco de advertir carencias y dolores.

Me apasiona convivir, compartir, escuchar y comprender al pueblo al que pertenezco. Aprendo diariamente de sus actitudes francas, de sus actitudes sencillas.

Reitero que provengo de una cultura del esfuerzo y no del privilegio. Como mis padres, como mis abuelos, soy un hombre de trabajo que confía más en los hechos que en las palabras. Pero por eso mismo, soy un hombre de palabra, un hombre de palabra que la empeño ahora mismo para comprometerme al cambio que he propuesto: un cambio con rumbo y con responsabilidad.

El gran reclamo de México es la democracia. El país quiere ejercerla a cabalidad. México exige, nosotros responderemos.

Como Candidato a la Presidencia de la República, estoy listo también.

Demos nuestro mayor esfuerzo en ésta elección.

Vamos a echarle ganas.

No hay que bajar la guardia.

Vamos por la victoria.

Ganémosla con México y ganémosla para México.

¡Que viva el PRI!

¡Que viva México!

Dirigencia magisterial a prueba

HERMOSILLO, Son. - Conforme avanzan los días y las reacciones oficiales se va despejando la incógnita con respecto de la agenda que trae consigo la pretendida reforma al ISSSTE que presuntamente se ajustará para no afectar al alborotado magisterio que ha decidido irse por la libre a querer o no, con las banderas de la CNTE por delante esta vez en nuestra entidad.

La mañana de este jueves 13, en el marco de la celebración del 81 aniversario de la Sección 28 del SNTE, un grupo de entre 50 a 100 trabajadores liderados por el profesor David Valenzuela Infante, se dieron cita en las instalaciones de esta sección sindical reclamando lo que hasta donde se entiende, no habían querido: La intervención de la dirigencia a la par que la descalifican y acusan de traición, cuando en realidad por lo ahí ocurrido, ni buscaban la participación institucional en su movimiento, ni sabotear el festejo, sino anunciar un paro de tres días para una jornada de protestas.

Como marco de lanzamiento, aprovecharon este evento para citar medios y anunciar su convocatoria y de paso darle el cristalazo a la celebración.

Hablar de alternativas y falta de arrojo es muy sencillo, desde el templete… Aportar soluciones viables es otra cosa, por lo que caer en la demagogia, no es nada complicado y a veces hasta involuntario pudiera ser cuando gana la pasión o el enojo hoy generalizado con lo que cada vez se define más como una provocación bien calculada por los gurús del régimen cuatrotero marrullero.

David es un profesor muy querido y respetado en su escuela, la legendaria prevo de donde soy orgulloso egresado mucho antes de que el tocayito naciera.

Este joven profesor se distingue por su evidente inteligencia, experiencia en la lucha social magisterial formado por su padre que en paz descanse, nuestro amigo David Guadalupe Valenzuela, líder de la coordinadora en Sonora en su última etapa en la disidencia con quien en algún tiempo compartimos ideales muy diferentes a lo que promueve y aplica la CNTE, así como esfuerzos mucho más nobles que sirvieron a causas legítimas, donde conocí a este joven al que reconozco por sus cualidades como la templanza, prudencia, sagacidad y nobleza, que bien puede tener futuro en cualquier versión sindical o política.

Hoy la coordinadora asume contar con un activo capaz de conducir al magisterio sonorense hacia su buchaca en la próxima parada electoral en la dirigencia del SNTE, primero en lo nacional y luego en las secciones, aunque en la 28 falten cuatro años o más para su próximo relevo, pero francamente, yo tendría mis dudas, sobre todo en el caso de este joven maestro que no cualquiera puede llevar al baile y menos la versión de una organización como la de la coordinadora, que definitivamente no es la alternativa que busca el magisterio en Sonora, más allá de la coyuntura donde todo suma.

No falta mucho para el desenlace de esta patada al avispero, y una vez pasada la trifulca, ya veremos cómo quedan las partes y qué productos políticos se derivan de esta bobita por el centro del pentágono.

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Vino Fest 2025: Guaymas y San Carlos están de moda

Vino Fest 2025, Guaymas y San Carlos están de moda

SAN CARLOS, Son. - Señoras y señores, San Carlos, pueblo mágico, con sus bellas playas bañadas por las aguas del Mar de Cortés, con esos atardeceres considerados los más espectaculares del mundo, fue mudo testigo de la experiencia sensitiva perfecta, entre aromas; sabores; colores; vinos tintos; blancos o rosados; producidos en distintas regiones del país y del mundo.

Miles se dieron cita en la búsqueda del maridaje perfecto con una exposición gastronómica nutrida de mariscos, carnes y pastas, y una variedad musical inigualable, fue la perfecta invitación a descubrir sensaciones que mezclan el nuevo mundo con el viejo mundo, lo conocido con lo desconocido, el yin y el yan de la vida.

Vino, buena comida y música, fue la trilogía perfecta, cómplice para todos aquellos que nos dimos cita a la séptima edición del Vino Fest, que no solo es una manera de promover la cultura vinícola del pais, conocer los distintos sabores, historias y procesos de cada vino, acudir a las catas guiadas por expertos, saludar a los amigos, platicar de deportes, negocios o de política, también el pretexto perfecto para cooperar por una buena causa, si, un evento con causa más, organizado por la casa Marina Terra.

Gente de donde quiera, del norte, del sur del estado, de otras entidades y del extranjero, se dieron cita en San Carlos, Pueblo Mágico, familias, parejas de enamorados, empresarios, políticos y amantes de la dolce vita en general.

En el corte del listón, el empresario Roberto Lemmen Meyer junto a su esposa, Patty Cadena, gente que le apuesta y en serio, al desarrollo de este bello rincón del mundo y responsables de consolidar este magnífico producto turístico llamado Vino Fest, los invitados de honor fueron la Senadora Lorenia Valles, el Senador Heriberto Aguilar; el Diputado Federal, Jesús Pujol; el Secretario de Turismo y Economía, Roberto Gradillas; la Secretaria de Pesca del Gobierno de Baja California, Alma Rosa García;  el Director de Alcoholes,  Daniel Arturo Jaime Ayala; el Presidente Municipal de Caborca, Abraham Mier; la Directora de Desarrollo Turístico del Ayuntamiento de Guaymas, Fernanda Vázquez y el titular de la Segunda Región Naval, Vicealmirante Daniel Escobedo Escobedo

En la parte musical, Mark Mulligan arrancó la jornada interpretando temas acompañado de su guitarra; el grupo “Guajira Son”, aportó la dosis de salsa, haciéndome recordar a mi tía Celia y su grito ¡Azúcar!

“El Silencio de Blanka”, dejó claro que Guaymas tiene mucho talento y estos jóvenes de “A Manera de Café”, demostraron al público asistente, por qué, la están rompiendo en los escenarios de Baja California, gente bailando, el burro Filemón repartiendo tragos de bacanora a los presentes y un ambiente de gran fiesta, así fue como transcurrió la tarde del 8 de marzo en San Carlos.

Al caer la noche, el platillo musical estelar fue protagonizado por Manuel Mijares, un hombre que ha tenido el privilegio de amar, aunque no, no salió del baño de mujeres, ni es un soldado del amor; tiene un corazón salvaje, pero sabe que es uno entre mil, la vida le ha enseñado a decir bella y para amarnos más.

Fue una noche completa, hasta para una pequeña dosis de franqueza del propio Mijares, que confesó que la canción “si me tenías” no está dedicada a su ex esposa Lucero, Manuel Mijares reafirmó que, como buen mexicano, se sabe reír de sus tropiezos en la vida y es una de las estrellas de la escena musical en México, simplemente E S P E C TA C U L A R.

Guaymas y San Carlos están de moda y eso me lleva a recordar de inmediato aquella invitación del clásico: “Quien pueda invertir en San Carlos para hacer un buen negocio, que lo haga, porque muy pronto se convertirá en un destino de primera a nivel nacional”.

Eventos de gran realce como el Vino Fest 2025, me llevan a pensar, que así sucederá

Pero mejor hasta aquí le dejamos, pues el que a la vida no vino a tomar vino ¿A qué vino?

(Columna para los de a Pié)