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Encuadre: Hay de males a males

HERMOSILLO, Son.- Dicen que los males nunca llegan solos.

Y algo hay de cierto. Por ejemplo: hace unos días, la lavadora de mi casa (la eléctrica, no la de dos patas de Fox) ya no quiso dar ni pa tras ni pa delante. Se amachó la muy perra. No tuvo ninguna consideración, a pesar de que formaba parte del entorno familiar desde hacía diez años. Con decirles que ya sentía que la quería. Pues ni así.

Pero como el mal no llega solo, horas después, el refrigerador también dio de sí. Después de casi trece años conviviendo a diario con los integrantes humanos del hogar, su cansado compresor dejó de funcionar, según el dictamen del técnico que lo revisó. Así, de repente, sin decir agua va. No dio ningún chance de rescatar la despensa.

Pues por el momento, ni lavadora ni refrigerador. Estamos algo así como en Sinaloa: en estado de indefensión.

Pues bien, con este contexto, lo que quise dejar perfectamente claro es que, en efecto, los males nunca llegan solos.

Y eso es exactamente lo que le pasó a nuestro querido Sonora.

Les cuento: desde muy al principio de esta administración estatal, el gobernador Durazo le apostó fuerte, e iba por buen camino, para dar todas las facilidades a la llegada de una cuantiosa inversión de 15 mil millones de dólares para la construcción de un gasoducto de Texas a Puerto Libertad, incluida una planta de licuefacción para surtir al mercado asiático. La empresa Mexico Pacific Ltd, con Sarah Bairstow al frente, sería la inversionista.

Sin embargo, el proyecto empezó a tener algunos problemillas: desde el financiamiento de fondos privados hasta la oposición de grupos ecologistas por un presunto daño que causaría a las especies marinas del Golfo de California. La llegada de Trump al gobierno de Estados Unidos, al parecer fue la puntilla.

De hecho, Carlos Puig, en Milenio, dio a conocer que hace una semana, una publicación estadounidense especializada en asuntos de energía y negocios, Energy Analitics, publicó: “El breve romance de Quantum Capital Group con México, o más específicamente con Mexico Pacific Ltd., aparentemente ha terminado. Esto, sin siquiera llegar a una decisión final de inversión para la fase inicial de la propuesta de la instalación de exportación de GNL Saguaro Energía de 30 millones de toneladas por año (MTPA) en Puerto Libertad, en Sonora, México”.

Sigue Puig: “y después de meses de silencio, el viernes el gobierno dijo algo: respecto al proyecto Terminal de Gas Natural Licuado GNL de Sonora, mejor conocido como Proyecto Saguaro, la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente informa que actualmente tiene cinco juicios de amparo en su contra que siguen su curso legal, por lo que no es posible iniciar cualquier trabajo de construcción hasta que estos se resuelvan”.

Primer mal. Una cuantiosa inversión en dólares suspendida, con el subsecuente impacto negativo para el desarrollo económico del Estado. Espero fervientemente que sea temporal.

Luego, este martes, en varios medios de comunicación se dio a conocer que Sonora será uno de los Estados del país con mayor efecto negativo ante la ola de aranceles impuestos por Mr. Orange.

Los especialistas consideran que podría ser vulnerable a pérdidas económicas y financieras, así como a presiones sobre su calificación crediticia con la imposición de aranceles, porque depende en gran medida de la manufactura orientada a la exportación. Los mismo sucederá en otras once entidades del país, principalmente del norte y centro.

Segundo mal.

Lo dicho: los males nunca llegan solos.

LA RESPUESTA POLÍTICA DE SHEINBAUM AL TEMA DE ARANCELES

Sustentada en el 85 por ciento de aprobación que según una encuesta de El Financiero mantiene en estos primeros cinco meses de su administración, la presidenta Claudia Sheinbaum prefirió inicialmente la acción política que la económica, para dar espacio a que Mr. Orange, osease Donaldo Trump, recule en el asunto de los aranceles.

En la Mañanera del Pueblo de este martes, la mandataria informó que será el próximo domingo cuando dé a conocer, en un evento supongo que multitudinario con movilización morenista y aliados en el meritito Zócalo, las sanciones arancelarias y no que se impondrá a Estados Unidos, como respuesta.

Sospecho con el pecho y calculo con mi sesentero cerebro que la Doctora está dando un margen de tiempo para que el “copete naranja” reconsidere el tema de los aranceles impuestos a México.

Malas noticias. No lo hará…al menos por el momento.

De hecho, mañana jueves presuntamente hablaría la Presidenta con el Presidente, y quizá, solo quizá, pudieran establecer puntos de encuentros y visos de solución a esta absurda “guerra de aranceles” lanzada por el mandatario del vecino país del norte.

Contrario a la reacción de Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, que luego luego impuso también sanciones arancelarias a Estados Unidos, Doña Sheinbaum prefiere esperar, esperar, con serenidad y paciencia, mucha paciencia, a que un rayo ilumine a Trump, y lo haga recapacitar.

Sobre este tema, hay un discurso de Ricardo Anaya en el Senado de la República que no tiene desperdicio. De verdad se los recomiendo. Búsquenlo.

Aclaro, porque luego son muy lengualichis, que no soy fan ni mucho menos del panista Anaya, señalado por cierto como beneficiario de los embutes soltados por la empresa brasileña Odebretch para obtener contratos de obras públicas en el sexenio de Enrique Peña Nieto.

Pero insisto: su mensaje y propuesta en la tribuna senatorial es para tomarse en cuenta. Razones no le faltan.

LLEGA A LOS 50 AÑOS… ¡DE PERIODISTA!!

Mi coma, colega y amiga Armida Bernal logró lo que pocas y pocos: mantenerse vigente a sus cincuenta años de actividad periodística.

Vaya desde estos párrafos un abrazo cargado de buenos deseos, esperando que estos cincuenta sean solo los primeros.

Por motivos de salud, me fue difícil acompañarla en la celebración llevada a cabo en la Sociedad Sonorense de Historia que, por lo visto en redes sociales, resultó insuficiente para dar cabida a la gran cantidad de familiares, amigos y colegas que ahí se reunieron para felicitarla.

Gran detalle de sus hijas realizarle un homenaje sorpresa. Bien merecido.

¡Enhorabuena, querida Armida!