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La pesca deportiva en Guaymas en 1935

GUAYMAS, Son.- Corría el año de 1935, Guaymas era, si acaso, como lo dijo aquel ilustre general guaymense para denostar a sus paisanos, “una aldea de pescadores” y las grandes piezas de marlines y dorados hacían las delicias de los visitantes que de varios países venían a disfrutar del paradisiaco lugar conocido como Miramar.

Lejos, muy lejos estaba San Carlos Nuevo Guaymas, aún de fundarse y ser lo que es hoy; un paraíso entre el mar y las montañas.

Camarón había a raudales y pocos guaymenses mostraban inclinaciones por la pesca deportiva, consecuencia de la abundancia.

Esto  es una recopilación histórica de la guaymense Cuquis Dueñas Provas, a quien se le brinda el mérito desde este espacio.

En la adaptación participa también el ingeniero Pedro K. García Valdez, miembro de la Sociedad Guaymense de Historia, con fotografía de Pedro Alan García Nahajar.

La historia comienza en Grecia, donde nacieron los Provastakis; después fueron Domínguez, por el matrimonio de Gus y María, ésta guaymense, quienes procrearon cuatro hijos, entre ellos Constantina,  (Dina);  Gregory Anthony, (Tony) y María.

Una de ellas se casó con un ganadero norteamericano llamado Tom Jamison, quien transportaba ganado entre México y Estados Unidos, pero las historias sobre Guaymas, su mar y su pesca lo embelesaron al grado que decidió cambiar de giro e iniciar una nueva actividad empresarial que resultó todo un éxito; la pesca deportiva.

En 1935 ya había apasionados amantes de la pesca, siendo el más entusiasta el doctor Henke, quien año tras año esperaba a que aparecieran los primeros ejemplares y se dejaba venir a la Playa de Miramar, en la Bahía de Bacochibampo de Guaymas, desde donde anduviera viajando por el mundo.

En una ocasión, él y sus amigos capturaron 25 piezas, entre marlines y peces vela, marca que a la fecha jamás se ha superado.

La pesca deportiva fue impulsada en Guaymas por Tom Henke y durante el año de 1946 una casa muy singular, tipo kiosco en la playa de Miramar. Luego adquirió una lancha que fue bautizada con el nombre de Miramar, siendo botada por toda la familia y amigos, para dar inicio a la pesca deportiva.

NACE EN GUAYMAS EL TURISMO PESQUERO

El turismo post-guerra cada vez fue mas numeroso y propiciaba que se instalara en Guaymas el primer trailer park, donde turistas deseosos de pescar y disfrutar del Mar de Cortez lo abarrotaban constantemente y así empezó a hacerse famoso.

En los periódicos de las ciudades de Arizona y California y la Ciudad de México, corría el rumor de un lugar fantástico para pescar.

El rápido crecimiento de la flota de Tom Henke crecía, por lo que pronto tuvo que construir una escollera en forma de “L” enfrente del Hotel Playa de Cortez para poder hacer una especie de marina y proteger su negocio. Según historiadores, fue la primera escollera en el área.

Lo completó con un rompe-olas y cercano a lo que es hoy el Tecnológico de Monterrey, donde se ubica actualmente la granja ostrícola que orgullosamente se puede decir produce las más bellas perlas del Mar de Cortez.

MIRAMAR, CUNA DE LA MARINA

Hasta aquí llegaban artistas, militares y personalidades renombradas de Estados Unidos de Norteamérica, pudiendo establecer la presencia de figuras como María Felix y Hugo Avendaño, personalidades que fueron los mejores promotores de este paradisiaco sitio.

Entre los famosos que fueron atraídos por la pesca de Guaymas están el vaquero John Wayne, amigo de Tom Henke y su esposa, Orson Wells, actor, director de cine y teatro, guionista, dramaturgo y productor cinematográfico.

También lo hizo John Voigth, destacado actor y político, padre de la estrella Angelina Jolie, igualmente la cantante Linda Ronstadt y los nuestros como María Félix, Luis Aguilar, Antonio Aguilar, el barítono mexicano Hugo Avendaño y muchos más.

A pesar que de aquello han transcurrido 75 años, tuvo la pesca deportiva de Guaymas el atractivo de un hidroavión el cual remolcaba a mas de dos esquiadores, por lo que no tardos ni perezosos querían esquiar, pero las reinas de esto eran las hijas y esposa del patrón.

Pero además, no estaban solas, Ron y Coca Cola eran dos delfines que temprano las despertaban con su clásico clap, clap. Considerando que su casa era un kiosco que era bañado por el mar, prácticamente los delfines dormían a sus pies.

¿Y quién no ha soñado con tener a un delfín como mascota?

Cuando uno de ellos murió, se le hizo un funeral de película, su cuerpo fue llevado a la isla de El Peruano y dicen los pescadores, dentro de la serie de leyendas del mar que de siempre han corrido de boca en boca, que en las noches de luna llena brinca un delfín llamando a sus eternas amigas.

Volviendo al tema, se dice que en aquel tiempo, en una hora sacaron tres marlines y el cuarto a los 61 minutos. Lo interesante del asunto es que se sacaron en tiempo record en una misma lancha, en un mismo lugar (en la Bahía de Bacochibampo) y con líneas livianas y el tema le dio renombre a Miramar a nivel mundial, como lo consta una publicación, la cual dice así: Relación de tiempos de pesca de Martins:

General Erick Nelson, de Washington, 25 minutos; Hanssel Manning, 28 minutos; General Carl Spaatz, 55 minutos; Harold Steinfer, 61 minutos.

Es increíble que nunca antes habían sido capturados cuatro marlines desde el mismo bote, el mismo día, con el mismo tipo de caña y línea, en un tiempo de 169 minutos en conjunto, siendo el patrón Tom Jamison.

El Capitán Tom Jamison, al mismo tiempo dueño y operador de la mayor flota de lanchas para la pesca deportiva en la República Mexicana, es reconocido como uno de los impulsores de esta actividad en el país, propiamente desde Guaymas. El, más que nadie, puso en el mapa mundial a Guaymas como la Capital Mundial de la Pesca Deportiva.

Para finalizar y en un agregado de última hora, habría que consignar la presencia en la Bahía de Miramar de gigantescas mantarrayas de entre tres y cuatro toneladas de peso, una de las cuales pretendió atrapar don Julio Escalante, en aquellos años reconocido ya como un gran empresario y concesionario de la Agencia Chevrolet.

Cuenta el capitán Roberto Peraza Inda, quien guio a Escalante en esa aventura a bordo de un pequeño bote de acaso una tonelada y media de peso, que en cuanto ensartó al animal se lanzó del bote al agua, pues de antemano sabia que la mantarraya lo llevaría al fondo del mar por su enorme peso y aunque no fue así, logro volcarlo y arrastrarlo entre El Peruano y lo que es hoy el Delfinario.

Jamás se vieron en años posteriores dichas especies, ni tampoco los `pez puerco´, que median hasta entre ocho y diez metros de largo.

Como dato adicional y luego de 47 años en la actividad y ya retirado, el capitán Peraza logró un marlin de 185 libras de peso, en este mes de octubre que esta por terminar, unas 40 millas mar afuera, a partir de El Peruano.

Esto era pues, la Pesca Deportiva en el Guaymas de los treintas.